Público
Público

"Vinimos para transmitirles la experiencia adquirida en Madrid"

Entrevista a Mónica López, fotógrafa y periodista, participante en el movimiento de los indignados en Wall Street

EDUARDO MURIEL

Con la protesta cívica y la ocupación de las plazas como método, con la reivindicación de que las personas cuenten por encima de la economía, los indignados estadounidenses han encontrado sus referentes en la 'primavera árabe' y el 15-M español. Hoy, el movimiento 'Occupy Wall Street', a imagen y semejanza del 'Toma la plaza', se extiende ya por varios puntos de la geografía norteamericana.

Mónica López, fotógrafa, periodista y miembro de la comisión audiovisual de la acampada de Sol, lleva desde hace dos semanas participando en el movimiento de los indignados en Wall Street.

¿Cómo acaba una indignada española en Wall Street?

Tras la manifestación del 15 de mayo me quedé en Sol las tres semanas que duró la acampada. Me metí en la comisión de audiovisuales, donde sigo participando. Allí unos cuantos miembros de la comisión nos juntamos para hacer un documental sobre el movimiento 15M y, cuando nos enteramos de la iniciativa de ocupar Wall Street, decidimos venir a cubrirlo.

Y llegó el 17-S...

El 17 de septiembre era la manifestación, a la que supuestamente iban a acudir 20.000 personas, pero al principio solo fuimos 300. Allí repartieron folletos y citaron a todo el mundo en el parque Zuccoti Park [rebautizado por los indignados Liberty Plaza] para celebrar una asamblea general. Decidimos acampar unas 200 personas. Al día siguiente se empezaron a crear las comisiones como en Sol. Por todos lados veías círculos de gente haciendo pequeñas asambleas.

¿Una acampada como la de Sol?

Bueno, no es lo mismo acampar en mayo en España que hacerlo aquí, hace muchísimo frío y llueve casi todos los días. Además, la policía no nos permite ni montar tiendas de campaña ni cubrirnos con lonas para protegernos de la lluvia. La tercera noche había amenaza de lluvia, así que a la una de la mañana montamos dos lonas, una para cubrirnos y otra encima de la comida. A las 5 de la mañana me acosté y, cuando abrí los ojos a las siete pude ver tres tiendas de campaña en la plaza. Me sentí muy feliz. Esto ya es una acampada de verdad, me dije. Así que me puse a grabar y hacer fotos, pero en poco más de diez minutos entró un grupo de policías y nos obligó a desmontar tiendas y lonas. Desde entonces, todo está al raso y lo único que tenemos para protegernos de la lluvia son sacos de dormir y chubasqueros.

¿Cuánta gente participa en el movimiento?

La primera noche nos quedamos unos 200, pero la cifra ha ido subiendo a lo largo de estas dos semanas hasta el medio millar. Las asambleas son más multitudinarias, de cerca de 2.000 personas. Un policía me dijo que mientras no hiciéramos nada ilegal ni molestáramos a los vecinos podíamos quedarnos en la plaza todo el tiempo que quisiéramos. El problema es que está prohibido montar lonas, tiendas, usar megáfono... ¡no se puede hacer nada!

¿Qué habéis hecho los indignados españoles allí?

Nosotros creamos la comisión de audiovisuales. Les empezamos a hablar de las comisiones que teníamos en España y las empezaron a crear aquí. No tenían nada formado. Ya han creado comisiones de acción, infraestructura, alimentación y seguridad. Vinimos para pasarles un poco de la experiencia que llevábamos de Madrid, porque cometimos un montón de errores y queríamos que no los cometiesen también ellos. El segundo día fuimos a por un generador para tener electricidad en la plaza y trabajar desde aquí como hicimos en la comisión audiovisual de Madrid, para no tener que ir a casa para cargar las baterías de los ordenadores o las cámaras y para disponer de conexión a internet.

¿Y han tomado nota?

Poco a poco, les cuesta. Nosotros les contamos cómo ocurrió en España. Les pusimos en una pizarra las comisiones que creamos en Madrid y empezaron poco a poco a desarrollar la organización, asambleas y comisiones. Aunque como es normal, lo hacen a su manera.

¿Son muy diferentes a los indignados españoles?

La sociedad americana no tiene nada que ver. Yo pensaba que tenía más o menos una imagen de cómo era, pero me di cuenta de que realmente no tenía ni idea hasta que llegué aquí. Es la primera vez que vengo a América. La mitad de los que participaban en un principio eran activistas de toda la vida y la otra mitad estudiantes y hippies americanos. Sin embargo, con el paso de los dias, empezaron a llegar familias, madres con bebés, gente mayor... pero sobre todo hay mucha gente joven. En cuanto a sus demandas son más o menos las mismas, pero más enfocadas a los bancos. De ahí que sea en Wall Street.

Hay dos grandes quejas: los medios de comunicación y la policía.

Sin duda. Los medios no vinieron el primer día. La segunda noche empezaron a aparecer, pero grababan y luego no emitían nada. Más tarde, cuando empezamos a ser muchísimos más y sobre todo a raíz de lo ocurrido el pasado sábado día 24 cuando arrestaron a más de cien personas usando violencia, gas pimienta y redes, no les quedó más remedio que hacerse eco. Además esta última semana han venido varios personajes mediáticos a visitarnos y apoyarnos como Michael Moore y la actriz Susan Sarandon.

En cuanto a la policía, al principio pensé que nunca había visto a unos agentes tan educados. Lo pedían todo por favor y de buenas maneras. Pero duró tres días. Cuando empezó a llover y tratamos de poner las lonas, empezaron a arrestar a gente de forma violenta. Después la cosa fue cada vez a peor. Supongo que pasaría como en Madrid, que no se esperaban que la protesta fuese a durar pero, cuando los de arriba han visto que no ha sido así, la cosa ha cambiado.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias de Internacional