Este artículo se publicó hace 16 años.
"La violencia está fuera de control"
Kofi Annan reúne a los rivales en Kenia para forzar una salida a la crisis que sigue segando vidas.
El dramático deterioro de la situación en Kenia despertó ayer la alarma en Nairobi y las capitales occidentales. El Alto Representante de la Unión Europea, Javier Solana, expresó su “enorme preocupación” por la “rápida degeneración” de la grave crisis en Kenia, uno de los pocos países africanos que había gozado hasta hace poco de cierta estabilidad, lo que le convirtió en un popular destino turístico.
La jornada de ayer vivió una nueva escalada de violencia, después del brutal asesinato de un diputado de la oposición. Melitus Were fue encontrado a la puerta de su casa con disparos en ambos ojos. El líder de la oposición, Raila Odinga, calificó el crimen como “un asesinato político planificado”. A lo largo del día murieron unas doce personas en actos de violencia, marcados por diferencias étnicas.
En la ciudad de Naivasha, helicópteros del Ejército dispararon con balas de goma sobre unos 600 kikuyus, el grupo étnico al que pertenece el presidente Mwai Kibaki. La muchedumbre se disponía a atacar con machetes a personas de la etnia luo, la tribu de Odinga, según informa la agencia Reuters.
La Cruz Roja de Kenia dijo que 8.000 personas se han refugiado en un cuartel de la Policía en Naivasha.
850 víctimas
La espiral de violencia ya se ha cobrado unas 850 víctimas desde que estalló la crisis, a finales de diciembre, a raíz de las acusaciones de fraude electoral contra el Gobierno. Más de 250.000 kenianos han tenido que huir de sus casas.
"La violencia está fuera de control”, constató Odinga en la segunda reunión con el presidente del país, Mwai Kibaki. El ex Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, logró reunir de nuevo a los dos acérrimos rivales en el ayuntamiento de la capital.
Annan, enviado especial de la ONU para resolver la crisis, insistió en que tanto el Gobierno como sus opositores “deben acordar soluciones a corto plazo que detengan de inmediato la ola de violencia que se extiende por el país, y planes a medio plazo para recuperar la normalidad institucional”.
Grandes pérdidas económicas
Kibaki, Odinga y Annan expresaron su preocupación acerca de los perjuicios causados por los disturbios a la economía nacional. Las arcas del Estado pierden 30 millones de dólares cada día en concepto de impuestos no percibidos y el sector turístico, principal fuente de ingresos del país, vive su peor momento desde hace 40 años.
El partido de Odinga, el Movimiento Democrático Naranja, no reconoce la legitimidad del Gobierno de Kibaki y denuncia desde hace un mes el amaño de los comicios por parte de los seguidoresdel Gobierno. Odinga criticó además el que la Policía “no sea capaz de establecer un mínimo de seguridad para que los ciudadanos del país puedan ejercer sus derechos fundamentales”.
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