Este artículo se publicó hace 16 años.
Visita histórica de un líder de alto rango chino a Taiwán
La crisis económica puede acelerar el acercamiento entre la isla y el continente
Andrea Rodés
La crisis económica mundial puede acelerar el acercamiento entre China y Taiwán, la isla independiente que Pekín considera parte de su territorio. El enviado especial del Gobierno chino, Chen Yunlin, inició el lunes una visita de cinco días a Taiwán con el objetivo de cerrar acuerdos comerciales y buscar la cooperación a ambos lados del estrecho, ante la crisis financiera. La visita, calificada de "histórica" para las relaciones sino-taiwanesas, es la primera de un político chino de alto rango a Taiwán desde 1949, cuando la isla declaró la independencia.
Chen, director de la Asociación para la Relaciones a Través del Estrecho de Taiwán (ARATS), aterrizó en Taipei acompañado de una comisión de 60 empresarios y funcionarios de su país con la intención de cerrar acuerdos comerciales, mejorar la cooperación en temas de seguridad alimentaria, transporte aéreo y estimular el turismo. También están previstos seminarios para debatir las posibilidades de cooperación financiera ante la crisis económica mundial. "Es imprescindible que las dos partes unan fuerzas para colaborar", dijo Chen, ante la amenaza de una recesión económica en China y Taiwán.
Ésta es la segunda ronda de negociaciones a ambos lados del estrecho desde que el nuevo presidente taiwanés, Ma Ying-jeo, llegó al poder, en mayo. A diferencia de su antecesor, Ma ha apostado por el acercamiento a Pekín, un factor clave para la economía taiwanesa, cada vez más dependiente del continente. Este verano se pusieron en marcha los primeros vuelos directos entre China y Taiwan, un requisito básico para estimular el turismo y las buenas relaciones comerciales entre la isla y el continente, donde residen miles de empresarios taiwaneses.
Manifestación en TaiwánEl Gobierno chino se aferra a la política de "una sola China" y nunca ha reconocido la independencia de Taiwan. Sin embargo, Chen aseguró ayer que no hablará "de política ni de los asuntos políticos internos de la isla", durante las negociaciones, según informó la agencia de noticias china, Xinhua.
La unificación política de China y Taiwan es aún una posibilidad lejana, teniendo en cuenta que los 23 millones de taiwaneses que viven en democracia no están dispuestos a renunciar a sus derechos y libertades a pesar de sus raíces culturales chinas y de sus intereses económicos.
El partido del ex presidente Chen teme que un mayor acercamiento a Pekín ponga en peligro la soberanía política de Taiwán. El sábado pasado, miles de taiwaneses se manifestaron contra el Gobierno de Ma alegando que el estrechamiento de las relaciones económicas pone en peligro las libertades políticas y la seguridad alimentaria de Taiwán.
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