Wikileaks desmiente la filtración sobre Irak

Acostumbrados a los rumores, el equipo de Wikileaks se lo toma con filosofía: "Promovemos periodismo científico en el que todas las fuentes son precisas. Los más de 700 artículos publicados hoy sobre nosotros son un ejemplo de lo contrario".

Julian Assange, el fundador de Wikileaks, ha desmentido en un artículo que la página web que aloja documentos oficiales filtrados esté a punto de divulgar unos 400.000 archivos secretos nuevos sobre la guerra de Irak. 

Assange ha criticado la profesionalidad de los periodistas que, a su juicio, se han dejado engañar por la información divulgada por un blog de la revista Wired que "es un difusor de todo tipo de información errónea sobre Wikileaks".

La noticia saltó el pasado sábado cuando las grandes agencias de información se hacían eco de las noticias publicadas en varios medios locales estadounidenses sobre la inminente filtración y la constitución por parte del Departamento de Defensa estadounidense de un grupo de trabajo de 120 personas. Así, la Administración Obama pretendía revisar las bases de datos sobre Irak en el Pentágono y determinar "cuál podría ser el impacto" de la publicación, según notificó el coronel David Lapan. 

"Wikileaks no habla acerca de las próximas fechas de lanzamientos", dice Assange

Hoy, Assange ha condenado a la revista Wired y ha aclarado que "Wikileaks no habla acerca de las próximas fechas de lanzamientos. De hecho, salvo en muy raras excepciones, no se comunican ninguna información específica sobre los próximos lanzamientos, ya que simplemente proporciona forraje para las organizaciones abusivas para tener sus máquinas de centrifugado listo".

Wikileaks acumula en la actualidad más de un millón de documentos oficiales y secretos, la mayoría sobre EEUU. En julio pasado, la organización divulgó en su página de Internet alrededor de 75.000 documentos militares secretos relacionados con la guerra en Afganistán. Sobre el país afgano, Wikileaks tiene preparados otros 15.000 archivos, que permanecen retenidos a la espera de asegurar que ninguna vida pueda estar en peligro tras su revelación.

Los documentos que sí fueron publicados y que abarcan desde enero de 2004 hasta 2010, incluían datos sobre la ayuda de los servicios secretos paquistaníes al movimiento talibán y operaciones encubiertas y muertes de civiles de las que nunca se informó públicamente.