Wikileaks ha puesto a disposición de todo el mundo el conocido como cablegate. La organización encabezada por Julian Assange ha decidido publicar la totalidad de los cables diplomáticos estadounidenses.

Según explican en su página web, 'a pesar del material existente del que todavía no se había informado, los principales medios de comunicación de Europa y Estados Unidos han desacelerado su ritmo de publicación, lo que ha llevado a la percepción errónea en Europa y EEUU de que Wikileaks había sido menos activo'. Por ello, han optado por sacar a la luz los cables sin publicar con el objetivo de 'maximizar el impacto y hacer que la información sea accesible a todo el mundo'.

A lo largo de los últimos días, Wikileaks ya había comenzado a publicar miles de cables diplomáticos después de que un periodista del diario The Guardian, David Leigh, desvelase en un libro sobre Assange la clave para desencriptar los documentos. La organización, que ha demandado al periódico, denunció que la publicación de la clave incumplía el acuerdo confidencial que habían firmado con Alan Rusbridger, editor del diario británico.

Leigh, por su parte, se excusó afirmando que Assange le había comunicado que la clave sería temporal y no serviría en un futuro, algo que, sin embargo, ha negado tajantemente la organización a través de Twitter: 'Es estrictamente falso que se le hubiera dicho al Guardian que la contraseña era temporal'.

Tras la publicación de la totalidad de los cables, los cinco periódicos que habían firmado una colaboración con Wikileaks para publicar las revelaciones del cablegate en primicia —El País, Der Spiegel, The Guardian, Le Monde y The New York Times— han 'lamentado' y 'condenado' la decisión y han considerado que se trata de una 'acción que podría poner en peligro a las fuentes que aparecen citadas' en los documentos.

'No podemos defender la innecesaria publicación de la base de datos al completo', reza el comunicado conjunto de los cinco medios, que añade: 'Es más, condenamos esa acción de forma conjunta. La decisión de publicarla corresponde única y exclusivamente a Julian Assange. Y es él quien debe responsabilizarse de esta decisión'.