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El derecho a la lactancia de las guardias civiles llega al Constitucional

Tareas burocráticas solo cuando sea posible

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Patrol por una carretera rural.

ZARAGOZA.- El Tribunal Constitucional decidirá sobre el ejercicio del derecho a la lactancia materna en el cuerpo de la Guardia Civil. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC, mayoritaria en el cuerpo) ha decidido solicitar el amparo de esa instancia judicial tras una sentencia que deja impunes, por una cuestión formal, las irregularidades que padeció, por orden de la superioridad, una agente de un puesto del Pirineo de Huesca al reincorporarse a su puesto tras dar a luz.

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Los prevencionistas de la Guardia Civil aconsejaron que la mujer, que obtuvo una reducción de jornada del 20% y a la que se le había reconocido el derecho a una hora de lactancia, realizara siempre el turno de mañana sin coincidir con su marido –ambos forman la plantilla del cuartelillo junto con otro guardia que hace de jefe-, además de que discurriera una hora y media entre la salida de uno y la entrada de otro, de manera que siempre pudiera estar con el bebé uno de ellos. Debía dedicarse únicamente a tareas burocráticas, señalaba el dictamen.

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A fallback.

Tareas burocráticas solo cuando sea posible

Sin embargo, el jefe de la Comandancia de Huesca, que ordenó habilitar en el cuartel “un sitio limpio, confortable y privado para la extracción de leche materna”, añadió a los de servicios de carácter burocrático que podía cubrir la agente el de la vigilancia de los accesos al puesto. Y le puso un matiz a esa limitación de tareas: las realizaría “siempre que sea posible y sin perjuicio a terceros”.

Un defecto de forma

Sin embargo, la agente no impugnó esa primera resolución, y eso hace que el juez no pueda respaldar su demanda pese a “la divergencia evidente entre las recomendaciones (…) y la realidad de sus servicios durante el período de lactancia”.

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Expediente contra los denunciantes

Se basan en el contenido de la queja que, de manera paralela a la demanda de la agente, la organización profesional hizo llegar al general de la Guardia Civil en Aragón. Ese documento refería cómo el jefe del puesto le comunicó hace unos meses a la mujer que iba a volver a cubrir servicios de patrulla de manera ordinaria y que los realizaría junto con su marido, lo que iba a impedirles hacerse cargo del bebé ya que no tienen más familia en la zona. La mujer llegó a recibir una previsión de patrullas que incluía turnos de noche y tripletes en una zona de montaña.

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