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Todas las veces que Jenni Hermoso desmintió a Rubiales

La futbolista no ha hablado públicamente desde el día en el que ganó el Mundial junto a sus compañeras. Sin embargo, en tres comunicados ha negado las declaraciones de Rubiales y de la RFEF, sin cambiar su versión de los hechos.

La jugadora Jenni Hermoso durante la entrega de medallas (izquierda) y el beso de Rubiales (derecha).
La jugadora Jenni Hermoso durante la entrega de medallas (izquierda) y el beso de Rubiales (derecha). Reuters.

La presentación de la denuncia que Jenni Hermoso realizó este pasado martes contra Luis Rubiales ante la Fiscalía supone la enésima manifestación de la jugadora que confirma que lo que el presidente suspendido de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) calificó de "piquito consentido" fue, en realidad, una agresión sexual.

A lo largo de las últimas semanas, diversas voces del entorno de Rubiales expandieron la idea de que la jugadora no sólo había consentido, sino incluso buscado el supuesto beso. Así lo afirmó el propio Rubiales ante la asamblea de la RFEF en la que se esperaba su dimisión que al final no sucedió. 

Desde entonces, tanto familiares, tertulianos como diversos medios de comunicación han insistido hasta la saciedad en que Hermoso había cambiado su relato en diversas ocasiones. Algunos tertulianos le adjudicaban a la jugadora tres versiones distintas de los hechos, mientras otros aumentaban la cifra a cinco versiones diferentes.

La realidad es que Hermoso no ha cambiado su testimonio en ningún momento y hasta en cuatro ocasiones desmintió la versión de Rubiales. La primera de ellas se produjo minutos después de producirse los hechos: la futbolista manifestó en el vestuario "no me ha gustado, eh!" entre sus compañeras. Y añadió: "¿Pero qué hago yo?".

Tras el beso no consentido retransmitido al mundo entero, comenzaron las reacciones críticas con la actitud de Rubiales desde dentro y fuera del mundo deportivo. Para intentar acallar las voces que pedían la cabeza del presidente de la RFEF, en la tarde de ese mismo domingo la Federación hizo público un comunicado en el que incluyó unas supuestas declaraciones entrecomilladas de la futbolista.

Según la RFEF, Hermoso afirmaba que se trató de "un gesto mutuo totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial". "El presi y yo teneos una gran relación, su comportamiento con todas nosotras ha sido de diez y fue un gesto natural de cariño y agradecimiento", afirmaba la nota.

Palabras inventadas

Poco después el diario deportivo digital Relevo desveló que dichos entrecomillados no salieron de la boca de la futbolista, sino que fueron fabricados por el equipo de comunicación de la RFEF.

Hacia el mediodía del lunes, sólo un día después de ganar el Mundial, Rubiales hizo público un vídeo en el que lamentaba "todo lo que ha ocurrido entre una jugadora y yo, con una magnífica relación entre ambos". Reconoce que seguramente se ha equivocado y que "sin ninguna mala fe por ninguna de las dos partes, ocurrió lo que ocurrió". "Si hay gente por fuera que se ha sentido dañada tengo que disculparme, no queda otra", afirmó.

Hermoso guardó silencio. Desde distintos medios de comunicación, sin embargo, explicaron que en el viaje de vuelta tanto Rubiales como el seleccionador Jorge Vilda (recientemente destituido) presionaron en diversas ocasiones tanto a la futbolista como a su familia directa (que también estaba en el avión), para que Hermoso participara en un vídeo conjunto para aliviar la presión sobre el presidente. Pero que la futbolista dijo que no.

El primer comunicado de la jugadora se produjo el día 23 de agosto y lo realizó a través del sindicato Futpro y su agencia TMJ, a los que dejó en exclusiva la defensa de sus intereses. El comunicado pedía una "firme y rotunda condena ante conductas que atenten contra la dignidad de las mujeres" y que "se adopten medidas ejemplares" contra Rubiales.

No voy a dimitir

El viernes 25 de agosto Rubiales compareció ante la asamblea de la RFEF que él mismo había convocado para  hacer balance de los logros de su gestión. El día anterior se filtró que en esa reunión dimitiría de su cargo. Sin embargo hizo todo lo contrario. No sólo repitió hasta en cinco ocasiones "no voy a dimitir", sino que hizo un relato de los hechos sobre el supuesto beso en el que acabó culpando a Hermoso. 

Afirmó que fue ella quien "me acercó su cuerpo" y que explícitamente consintió a lo que Rubiales denominó un "piquito".

Esa misma tarde Futpro hizo público en sus redes sociales un segundo comunicado. Esta vez iba firmado por más de 80 jugadoras, entre las que figuraban las 23 de la selección. En él, se hacía un apoyo cerrado a Hermoso, quien afirmaba: "Quiero aclarar, que tal como se vio en las imágenes, en ningún momento consentí el beso que me propinó y por supuesto, en ningún caso busqué alzar al presidente. No tolero que se ponga en duda mi palabra y mucho menos que se inventen palabras que no he dicho". 

Por si el mensaje no hubiera quedado suficientemente claro, esa misma tarde fue la propia jugadora la que subió un largo texto a su cuenta de X (antiguo Twitter). En él afirmaba que las declaraciones de Rubiales en  la asamblea de la RFEF eran "categóricamente falsas y parte de la cultura manipuladora que él mismo ha generado". 

"Siento la necesidad de denunciar ese hecho ya que considero que ninguna persona, en ningún ámbito laboral, deportivo o social debe ser víctima de este tipo de comportamientos no consentidos. Me sentí vulnerable y víctima de una agresión, un acto impulsivo, machista, fuera de lugar y sin ningún tipo de consentimiento por mi parte. Sencillamente no fui respetada", explicaba la jugadora.

Hermoso reconocía también en ese comunicado haber estado bajo una continua presión y confirmaba las informaciones que apuntaban a que fue presionada para realizar unas declaraciones conjuntas, a las que se negó. 

La denuncia presentada por Hermoso este martes ante la Fiscalía General del Estado es el último gesto de la jugadora para desmentir a Rubiales y a su entorno y habilita al Ministerio Público a presentar una querella ante la Audiencia Nacional, único tribunal habilitado para ver el caso, puesto que los hechos ocurrieron en el extranjero. 

La investigación judicial deberá resolver, además, si declaraciones atribuidas a Hermoso en el comunicado de la RFEF han sido falsificadas, un hecho que defiende la jugadora en los pocos pero contundentes pronunciamientos que ha realizado hasta la fecha.

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