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Vientres de alquiler: sí, pero no aquí

Acto altruista

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Una mujer embarazad

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MADRID.- Para el centro-derecha político es un modelo "basado en la libre determinación del ser". Para la izquierda, una "vulneración de los derechos de las mujeres". Y para muchos de los que viven al margen del debate parlamentario, una posibilidad de lograr lo que más desean. La gestación subrogada —más conocida como los vientres de alquiler— es una técnica de reproducción asistida en la que una mujer lleva el embarazo del hijo de otra persona y, como la mayoría de debates sobre salud reproductiva, no logra poner de acuerdo al arco parlamentario.

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Esta división se escenificó recientemente en la Comunidad de Madrid, cuando la Asamblea rechazó la Proposición No de Ley (PNL) de Ciudadanos que pedía regular esta técnica —hoy prohibida en España pero contemplada en la Ley sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida— para que cualquier tipo de familia pueda acceder a estos tratamientos en nuestro país y se garantice la seguridad jurídica y los derechos de todos los implicados. El texto incluía una enmienda del PP para "prohibir el lucro" del proceso, pero fue rechazada por el PSOE y Podemos. La división incluso se hizo patente en el seno de los partidos: en el PP, un diputado votó en contra y dos se ausentaron. Igual que una parlamentaria del PSOE, que tampoco pulsó el botón. 

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Ángela: "En Estados Unidos nos pedían 150.000 euros por el vientre de alquiler, era como pedir otra hipoteca"

"Esa cantidad, 150.000 euros, era como pedir una hipoteca y no todo vale", argumenta Ángela. En India —donde desde el año pasado los vientres de alquiler están limitados a matrimonios indios infértiles— les pedían 50.000 euros y en Ucrania, aún menos. Recurrir a países en los que la pobreza empuja a muchas mujeres a someterse a este tipo de tratamientos no les convencía y finalmente desecharon la idea. También les influyó el hecho de que, una vez en España, constaría como padre del crío uno de los progenitores españoles y el otro debería adoptar al bebé. Eso se debe a que en 2010, una instrucción de la Dirección General de los Registros y el Notariado estableció que los niños nacidos mediante gestación subrogada podían ser inscritos como españoles en el Registro Civil si habían nacido en un país en el que la técnica estuviera regulada, si uno de los padres era español y si una sentencia judicial garantizaba la legalidad del proceso, algo que sólo sucede en Estados Unidos.

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Acto altruista

"Mientras no sea un negocio [el Parlamento Europeo censura que el cuerpo humano sea objeto de lucro] y si simplemente se pagan los gastos derivados del embarazo y el parto, no entiendo que se prohíba", afirma Ángela, que considera que, tras la votación en la Asamblea de Madrid, se ha perdido la oportunidad de regular este tipo de maternidad. "Podrían haber debatido cómo hacerlo para garantizar que no haya beneficio económico, incluso se podría organizar a través de la Seguridad Social", propone.

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