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¿Hacia un sistema democrático de partido único?

El desenlace desafía los presagios de la mayor parte de la población. La decisión del PSOE supone un punto de inflexión en la política española. 

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Mariano Rajoy. REUTERS

Actualizado:

La reciente decisión del PSOE de permitir la investidura de Mariano Rajoy como Presidente del Gobierno marca un punto de inflexión en la política española. A corto plazo, el giro socialista del ‘no es no’ a la abstención desbloquea la situación, permite la formación de un nuevo gobierno, tras casi un año de parálisis, y evita la celebración de unas terceras elecciones generales.

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Otra cuestión es si la determinación del PSOE por presentarse como responsable del desatasco político cuenta con el respaldo de su propio electorado y la respuesta ahí es un no rotundo. Únicamente el 9% quería un gobierno como el que vamos a tener: de hecho, eran más los votantes socialistas que preferían ir a nuevas elecciones (el 12%).

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"Únicamente, el 9% de los votantes socialistas quería un gobierno como el que vamos a tener"


Sin embargo, del desarrollo de los acontecimientos en el último año, se trasluce que hay dos sistemas de partidos: el oficial, es decir, el que caracteriza el reparto de diputados, y el sistema de facto, el que marcan con sus vetos los propios partidos políticos, condicionados por votantes, grupos de presión o medios aliados. La formación de gobierno depende, en realidad, de tres fuerzas políticas, únicas y exclusivas: el PP, el PSOE y Ciudadanos. Ni Podemos, ni los partidos nacionalistas pudieron servir de apoyo para la creación de un ejecutivo alternativo en las circunstancias actuales, por lo que no es descabellado pensar que tampoco lo harán en el futuro.

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