Condoleezza Rice no pronunciará el discurso de bienvenida en Rutgers University después de que un grupo de estudiantes y profesores haya protestado por su elección.

La propia Rice ha renunciado, seguramente a sugerencia de la dirección de la universidad, que ahora considera un error haberla invitado.

Las protestas se derivan de su actuación durante la guerra de Irak de hace once años. Rice fue consejera para la seguridad nacional y secretaria de Estado con el ex presidente Bush hijo.

Los Estados Unidos lanzaron la invasión justificándola con mentiras, diciendo que Irak representaba un peligro grave para su seguridad, que tenía en su poder armas de destrucción masiva y que colaboraba con Al Qaeda. Todo resultó ser falso y, al contrario, la invasión ayudó a que Al Qaeda pronto se estableciera en aquel país.

Rice y sus colegas en la administración Bush disponían de información que indicaba que lo que estaban diciendo era falso, pero a pesar de ello no dudaron en mentir en el Senado, en el Congreso y en los medios de comunicación.

Los autores de aquellas mentiras no han pagado ningún precio y parece que tampoco lo pagarán en el futuro aunque los desastres de la invasión han sido tremendos y lo seguirán siendo hasta una fecha incierta pero lejana.

Rice contribuyó de una manera especial a lanzar la invasión a pesar de que la Carta de las Naciones Unidas únicamente autoriza una guerra en caso de defensa o en caso de que sea autorizada por las mismas Naciones Unidas.

El Irak de hoy es un país destruido con seis millones de refugiados y desplazados, con cientos de miles de muertos, con cientos de miles de heridos, donde cada día mueren una media de treinta civiles, donde cada día hay atentados con coches bomba, y donde Al Qaeda y otras milicias extremistas controlan grandes zonas del país.

Probablemente Condoleezza Rice no es la persona más indicada para hablar en una universidad, ni le darán los 35.000 dólares que le hubieran correspondido por su discurso.

Los estudiantes de Rutgers que la han denunciado la consideran una "criminal de guerra", y creen que esta definición se ajusta bastante bien a lo que fue su registro histórico durante aquellos años.