Los sentimientos de bondad y de ingenuidad seguramente le han hecho a Manuela Carmena equivocarse en la resolución del conflicto originado con Guillermo Zapata al aceptar su renuncia como Concejal de Cultura y Deportes, pero no instarle a la entrega del acta que le da derecho al escaño, Porque no quiero pensar que Carmena haya temido por su propio cargo de alcaldesa si Zapata no accedía a la petición y, en un acto de frivolidad e irresponsabilidad política, se pasaba a un grupo mixto aún inexistente y desde el cual podría convertirse en árbitro o juez de todas las decisiones municipales. Recordemos que el acta pertenece a la persona y no al partido o grupo, según sentenció el Tribunal Constitucional hace ya muchos años. Y recordemos también que Carmena es alcaldesa con un solo escaño de diferencia.

Lo lamentable es que Zapata se haya aferrado al cargo y no haya presentado su dimisión sin que se le solicite. La política es dura y no debe estar sometida a componendas y generosidades entre sus dirigentes. Si Zapata no es digno para ser concejal de Cultura, tampoco lo será, en mi opinión, para ningún otro cometido. Yo no quiero un ayuntamiento con alguien con el pensamiento escrito de Zapata en ninguna de sus actividades. Creo que el ayuntamiento quedará contaminado y el problema seguirá sin resolver, provocado la temida inestabilidad y disputa continuas. Eso, suponiendo que Zapata no tenga que renunciar al escaño ante la presión que es fácil prever. Lo correcto hubiera sido que dimitiera y sustituirlo por el siguiente de la lista.

Si me lo permiten, creo que seguramente fui la primera persona de España que se congratuló con el anuncio de la candidatura de Carmena a la alcaldía de Madrid. Porque sabía quién era Manola Carmena. El 11 de marzo escribí: “Carmena es la opción soñada, óptima, como persona íntegra, seria y competente. Con ella, los designios municipales, al menos, abandonará la trivialización de la política española que el vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, sostiene. Ya sé que apenas me queda crédito pero si alguno que quedara voten ustedes a Carmena. Es una necesidad democrática”.

Por tanto no es un berrinche o afán de llevar la contraria. Creo que Carmena ha cometido un serio error y quedará tocada, amén del daño que causará a la política nacional de progreso. Esos tuits son intolerables y descalifican a quien los escribió para ocupar un cargo público, por muchas disculpas que presente. Lamento mucho coincidir con la derecha. Creo también que el PSOE debería exigir a Carmena que reclame el acta de concejal, pase lo que pase y sea cual sea la decisión de Zapata.

Y todo ello sin caer en comparaciones de otras decisiones o declaraciones más indignas de tantos miembros de la política española. No vale el “y tú más o tú también”. Carmena es una necesidad democrática, pero no basta con ir en metro o pedir que te tuteen. No basta la misericordia o el miedo. Es necesaria la rectitud mental y su puesta en práctica.

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Gota TRIBUNAL GüRTEL: Ha causado gran revuelo que de los tres magistrados que juzgarán el caso Gürtel, dos han sido miembros del Consejo General del Poder Judicial a instancias del PP. Decir que la designación del tribunal es siempre por turno aleatorio entre todos los magistrados de la -sala, de modo que han sido designados las normas de reparto. Cosa distinta es el hecho de que la mayoría del total de magistrados de la Audiencia sean conservadores, por mor de de los nombramientos del Consejo, a su vez de mayoría conservadora. Decir también que naturalmente cabe recusar al tribunal, aunque será muy difícil que la recusación prospere. Y finalmente añadir que contra la sentencia que dicte cabe recurso ante el Tribunal Supremo, que a su vez esta compuesto mayoritariamente de magistrados conservadores, también como consecuencia de los nombramientos del Consejo. Pero eso no quiere decir que ninguno de los dos tribunales vaya a prevaricar.

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