Según ha podido deducir Mariano Rajoy tras la lectura esta semana de algunos periódicos no deportivos, parece ser que hay unos señores catalanes ciertamente dispuestos a juramentar su independencia. Qué incomodidad justo ahora, cuando parecía que remataba sin más sobresaltos esta plácida legislatura de paz, concordia, estabilidad, empleo, diálogo y bonanza. En todo caso, nuestro amado líder no ha dejado de recibir apoyos e incluso alientos de parte de sus más conspicuas grupis mediáticas. Es el caso de Luis María Anson, académico y otros honores, que retrataba muy bien este jueves, en su billete de El Mundo, la sociología del espectro democrático que aun puede volver a creer en el gallego: "La mayor parte de los simpatizantes del PP, los que el pasado 24 de mayo refugiaron su desencanto en la abstención, prefieren la unidad de España al bienestar económico".

Eso de preferir la unidad de España al bienestar económico es muy de aquellos que han preservado o recebado su bienestar económico a pesar de la crisis, considera este vate. Algunos de estos votantes a los que se refiere Anson, de hecho, han habitado nuestras cárceles precisamente por su exceso de celo como ahorradores. Son, quizá, los únicos con la suficiente inteligencia como para coincidir con Anson a la hora de valorar los méritos de nuestro presidente en este asunto, cuando escribe que "Mariano Rajoy, en su declaración institucional, ha estado impecable". Eso de que mientras nuestro líder continúe gobernando, Cataluña seguirá siendo española, nos ha tranquilizado mucho a todos, y coincido en que es una impecable utilización de la posición institucional para hacer campaña electoral, así matamos dos académicos de un tiro.

El diario de David Jiménez tiene claras sus filias y sus fobias. Qué poco cambia El Mundo. En su editorial principal, en lugar de seguir peleando por la unidad de España como Anson, nos recuerda que El PSOE sigue sin concretar su modelo federal de Estado. Relega el diario de la bola la reunión de Rajoy con Pedro Sánchez a un segundo plano, cargando tintas en la reforma constitucional sugerida pocas horas antes por el líder del PSOE. "Los socialistas persiguen con esta propuesta fijar una posición propia entre dos proyectos antagónicos: el que pretende recentralizar España y el que ansía su desmembración". Queda en el aire un aliento como de que la culpa de todo esto la vuelven a tener los socialistas. Como ya está algo caduco el apelar a la herencia recibida para justificar todos los males, ahora El Mundo nos pone de moda las maldades de la herencia por recibir. Imaginación no les falta a los palmeros de nuestro amado líder.

Estos mismos días, El País también nos dejaba claro por dónde va su campaña. Contigo pero sin ti. El martes y el miércoles titulaba con azotes: Rajoy disuelve las Cortes sin revelar su plan para Cataluña y La declaración de independencia no recibe respuesta de Rajoy. Ayer se domesticaba un poco: Rajoy reacciona y trata de unir a los partidos contra la secesión. Es curioso que un señor sea titular tres veces consecutivas tanto por su inacción como por su (única y relativa). Refleja muy bien cómo ha moldeado el tancredismo de Rajoy la percepción de la realidad que tenemos los cronistas: si se quita una legaña, titulamos que acaba de solucionar lo de la piedra de Sísifo.

Los de Prisa, sin embargo, regalan al lector una viñeta para enmarcar este miércoles. El Roto, muchas veces, parece que está dibujando a su propio diario: "Bienvenidos todos al sistema de distracción permanente". A veces una imagen dice más que mil esteladas. A la vera de El Roto, Manuel Jabois perfila también con encanto la silueta de cierto señor de barba: "La baza del Gobierno es aguantar el miedo un minuto más que Mas. Rajoy lleva cuatro años repitiendo que el Estado siempre gana: solo tiene que resistir. Se sabe experto: tiene alrededor cadáveres políticos que pueden dar cuenta del efecto destructivo de su inacción". Solo olvida el columnista recordar, en el recuento de esos cadáveres políticos, el triste cadáver de España.

Desde el epicentro del terremoto, ABC reacciona con curiosa benevolencia. Su portada de hoy es una imagen horrorosa de Albert Rivera a toda sábana (con perdón). Cara de niño bueno, corbatita morada anti-Podemos, las manos cruzadas sobre el ombligo cual beato en trance de recibir la comunión, y sonrisa sin platos rotos. Bieito Rubido, en su astrolabio, deja clara cuál es la apuesta electoral de su diario: "El socialismo aun no tiene nada claro cuál es su papel en la defensa de la unidad de España. Rajoy y Rivera, sí". Al final van a conseguir que el PP fagocite a Ciudadanos. Si es que no nació ya fagocitado, como muchos sospechan.

La Razón se lleva la palma semanal a la mejor exclusiva. Titula a cinco esta mañana: El clan Pujol oculta 900 millones de su fortuna en Belice. Hacía ya demasiados meses que anhelaba felicitar una portada de esa némesis del periodismo llamada Francisco Marhuenda. La vida te da sorpresas / sorpresas te da la vida, que decía el Pedro Navaja.