El funcionamiento del mundo moderno depende de unos elementos electrónicos llamados 'chips'. La escasez global de chips amenaza con frenar la recuperación económica tras la pandemia.

¿Todas las cosas usan chips para funcionar?

Casi todas las cosas que te rodean llevan uno o varios chips. Desde la lavadora (así gestiona los diferentes programas de lavado) a la báscula del baño (gracias a un chip recuerda tu peso anterior) al teléfono móvil (que necesita chips para hacer fotos, comunicarse con la red móvil o ejecutar las apps que tengas instaladas) al coche (que usa decenas de chips para gestionar el motor, la transmisión o el freno) pasando por cualquier máquina industrial.

En cierta manera, nuestra civilización necesita chips.

Todo empieza por el 'diseño' de un chip

El proceso de fabricación de un chip es una operación de enorme complejidad, pero vamos a intentar explicar los pasos principales:

1.- Diseño.- Según el problema que quieran resolver, los ingenieros electrónicos diseñarán un chip u otro.

La mayoría de las compañías de tecnología (eg. Apple, Nvidia, Google o Facebook) diseñan sus propios chips, pero no los fabrican físicamente. Una vez tienen un diseño, envían esos 'planos' del chip a las empresas que los manufacturan.

¿Cómo se fabrica físicamente un chip?

Los chips están basados en silicio, un material semiconductor que se extrae de la arena. (El silicio es uno de los elementos químicos más comunes en nuestro planeta).

Así que lo primero es conseguir un lingote de silicio de altísima calidad (eliminando todas las impurezas):

Esos lingotes se transforman en obleas:

Y ahora viene el proceso más crítico en la fabricación: sobre esa oblea hay que 'imprimir' el diseño del circuito. Para eso se usan rayos láser que permiten 'quemar' tu diseño sobre la oblea.

Ya sólo nos faltaría 'cortar' los diferentes chips que hemos conseguido sobre la oblea y testearlos para estar seguros de que funcionan como deben.

¿Por qué hay escasez de chips?

Porque cada vez hay más demanda de productos con componentes electrónicos y sin embargo, sólo existen un puñado de países que tienen los conocimientos y las instalaciones para su manufactura.

Además se ha desatado una especie de 'tormenta perfecta':

1.- Cuando se desató la pandemia, los fabricantes de coches anularon la mayoría de sus pedidos de chips temiendo un hundimiento en la venta de automóviles. Las ventas de coches se recuperaron sin embargo rapidísimo. Cuando el sector automovilístico, uno de los principales consumidores de electrónica, se dio cuenta del error, las cadenas de suministro comenzaron a saltar por los aires.

2.- El surgimiento de las criptomonedas estos últimos años ha disparado la demanda de los chips más avanzados para 'minar bitcoins'.

3.- EEUU impuso sanciones a algunas empresas de China, de manera que la única opción que les quedó a muchas empresas estadounidenses fue recurrir a las empresas de Taiwan (sobre todo TSMC).

4.- Una sequía histórica en Taiwan. Este país asiático ya fabricaba el 50% de todos los chips vendidos en el mundo. Pero estas fábricas necesitan muchísima agua para limpiar las obleas. La sequía que sufrió Taiwan.en 2020 provocó que la producción se ralentizarse.

Si hay escasez de chips, ¿por qué no se abren nuevas fábricas y problema solucionado?

Porque las fábricas que hacen chips son extraordinariamente complejas y requieren de una enorme inversión de capital.

Las fábricas que se están construyendo hoy no estarán en pleno funcionamiento hasta dentro de un par de años.