Recogida OlivaAsí son las duras y frías jornadas de recogida de la oliva en Ciudad Real
En estas fechas señaladas, la recogida de la oliva toma protagonismo en el medio rural y atrae a todo el que vive del cultivo del árbol del que nacen bienes tan preciados como las aceitunas y el aceite.
Alcázar De San Juan (Ciudad Real)&Nbsp;-
El trabajo duro quita el frío
La luz de La Mancha invernal calienta un poco los huesos, pero lo mejor para no tener frío es no parar de trabajar desde que sale el sol.
La hora del almuerzo
Como en un cuadro de Antonio López Torres, la hora del almuerzo es fundamental para un labriego. A día de hoy, se realiza junto a una vieja C15 para protegerse del viento.
El momento del descanso
Después de horas de trabajo, y al haber terminado la comida, viene bien descansar un poco. A veces es suficiente con tumbarse sobre el abrigo al sol para no coger frío.
La religión en el trabajo
Las creencias religiosas siguen siendo muy fuertes entre las gentes de las zonas rurales. Aquí aparece una imagen del Cristo de Medinaceli, que acompaña a los trabajadores en su faena.
La faena entre historias y cuchufletas
Aunque está para vigilar el trabajo, Deogracias Trabuco cuida al resto de labriegos y les hace más entretenida la jornada con sus anécdotas y bromas.
El paisaje manchego entre caminos
Con la Cequi, los labriegos se mueven hasta la cooperativa por los campos de La Mancha. En la imagen los molinos de Campo de Criptana.
Descarga de la oliva
El trabajo no termina en el olivar. El fruto recogido se descarga en la cooperativa a mano directamente del remolque.
Revisión de la oliva
El fruto recogido se inspecciona en la tolva para asegurar que todo está en orden y no hay ningún inconveniente con el trabajo realizado.
El cálculo de la cosecha
Las cuentas también se hacen a mano, como antaño, aunque calcular tantos kilos no es cuestión liviana.
Los utensilios de trabajo
Las herramientas, año tras año, acompañan en las tareas. La vara, el capacho y el manto son otras protagonistas de este ritual.
Si el frío aprieta, nada mejor que acercarse a la chimenea
Los días de más frío, los labriegos entran en el cocero para encender el fuego, comer algo y reponer fuerzas.
Las tradiciones son fundamentales
En esta tierra, tradiciones como San Antón se siguen celebrando aunque esté lloviendo. Las tradiciones y el contacto directo con los animales es importante para los habitantes del lugar, así no se olvida cuál es la verdadera esencia de la vida: la naturaleza.
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