El prisionero 3.799 de Mauthausen, el cordobés de Torrecampo Juan Romero Romero, vive en una localidad con nombre de quejío, Ay, en Francia. Tiene 101 años. Según esta crónica del periodista Alejandro Torrús, es el último superviviente de los republicanos españoles que sufrieron los campos de exterminio nazis.

Romero sobrevivió a la guerra civil, que comenzó cuando tenía 17 años. Los datos disponibles sobre su vida indican que perteneció a la 33 brigada del XV Cuerpo de Ejército. Luchó en la sierra de Guadarrama, Brunete, Guadalajara y Teruel. Romero resultó herido en la batalla del Ebro. Después de recuperarse en un hospital, regresó con su brigada. En febrero de 1939, tras la caída de Catalunya, pasó la frontera francesa por Puigcerdà.

Las autoridades francesas le internaron en el campo de concentración de Vernet d' Ariège. Allí, en abril, se alistó en la Legión Extranjera. Un año más tarde Alemania invadió Francia. Romero fue hecho prisionero cerca de Épinal, junto a un importante número de republicanos españoles. Le trasladaron primero al stalag III-A, un campo de concentración en Luckenwalde, al sur de Berlín. Allí permaneció un año hasta que los nazis le deportaron a Mauthausen.

Este miércoles, la memoria de la vida de Romero llegó al Parlamento de Andalucía. Adelante, la coalición de izquierdas y andalucista planteó en una Proposición No de Ley (PNL) que se declarase a Romero Hijo Predilecto de Andalucía, la mayor distinción que otorga la Junta, el año próximo. La iniciativa salió adelante con los votos a favor de PSOE y Ciudadanos, además de los de Adelante. Hace unas semanas, la vicepresidenta Carmen Calvo (PSOE) se desplazó a Francia a rendir homenaje a Romero. 

El PP se abstuvo, no por razones de fondo, sino por razones formales, según manifestó su diputado Adolfo Molina, porque considera que esa decisión compete al Gobierno y no al Parlamento, en resumen.

Sin embargo, poco antes, el PP había votado a favor de una PNL de Vox –aprobada por unanimidad– que reclamaba declarar a título póstumo Hijo Predilecto a Bernardo de Gálvez (1746-1786), nacido en Málaga, virrey de Nueva España, que participó y apoyó a EEUU en la guerra de la Independencia. En este caso, al contrario que con la de Romero, el PP no tuvo cautela alguna de tenor formal a la hora de votar.

Gulag

Vox, aunque apoyó el punto dos de la PNL –aprobado por unanimidad– que aboga por "impulsar políticas públicas para el reconocimiento y reparación a la figura de Juan Romero Romero, último español superviviente del campo de exterminio nazi de Mauthausen", votó, sin embargo, en contra de la declaración de hijo predilecto.

El partido de ultraderecha también rechazó en solitario –el PP lo apoyó– el primer punto de la PNL, que instaba a cumplir con la Ley de Memoria Histórica y a reconocer y reparar a las víctimas que, "debido a su compromiso con los derechos y libertades democráticos, y para defender su pervivencia en la sociedad española y europea, padecieron deportación, confinamiento, torturas, y en muchos casos, la muerte, incluidas todas aquellas personas que, tras huir en 1939 debido al final de la guerra civil, fueron confinados en campos de concentración nazis en Europa y en aquellos otros pertenecientes en territorio colonial francés en el Norte de África".

El diputado Benito Morillo defendió la posición de Vox y, aunque manifestó que su intención era "reconocer la figura de Juan Romero y de todas las víctimas del totalitarismo del siglo XX" y agregó que no quería que hubiera "ninguna duda del compromiso de mi partido con la libertad y la democracia", su partido quiso transformar mediante enmiendas de supresión la iniciativa de Adelante en otra cosa, muy diferente.

Esto es lo que pretendía Vox que se votara: "En base al espíritu de concordia y reconciliación nacional que propició la transición y la llegada de la democracia a España, reconocer a Juan Romero Romero así como a todos los españoles que independientemente del bando de la Guerra Civil en el que lucharan, lo hicieron pensando en España y en legarles una patria más grande a sus hijos. Así como reconocer a todos los españoles que fueron víctimas de campos de concentración y gulags en Europa antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial". 

La cantera de Mauthausen

 La parlamentaria por Córdoba, Ana Naranjo, defendió la proposición de Adelante, en la que se glosa, en la exposición de motivos, de esta manera la vida de Romero, después de que fuera deportado a Mauthausen: "Juan trabajó en condiciones infrahumanas en la cantera, donde sufrió un accidente que, a la postre, le acabaría salvando la vida. Una vez restablecido de las lesiones, se integró en un grupo de trabajo dedicado a la desinfección de las ropas de los presos que iban llegando al campo. A veces encontraba algo de comida escondida en la ropa, y trabajaba a cubierto la mayor parte de la jornada, condiciones que le permitieron sobrevivir tres años, hasta que tropas estadounidenses liberaron el campo de concentración. Un cartel escrito en castellano recibió a las tropas aliadas: Los españoles antifascistas saludan a las tropas libertadoras".

Adelante recoge además, en el texto de la PNL, estas reflexiones. Por un lado: "Como es fácil imaginar, aquella liberación no pudo suponer el retorno de los prisioneros españoles a España, porque en España seguía la dictadura franquista y aquí les esperaba el encierro y, posiblemente, la muerte".

Y, por otro: "Es importante resaltar que el régimen franquista tuvo en su mano la posibilidad de que Juan Romero [y otros compatriotas] jamás acabasen en un campo de concentración alemán. El régimen nazi preguntó al régimen franquista si querían que los ciudadanos españoles capturados en Francia fuesen devueltos a España, y Serrano Suñer [ministro franquista] decidió desentenderse de su suerte".