La agenda de Villarejo habría dificultado su absolución en el espionaje al CNI: estos son los apuntes que no llegaron al juicio
La anulación de la prueba de las antenas en la sentencia del caso y que las agendas no se incluyeran en el sumario beneficiaron al comisario y a los otros acusados.
Pilar L. González de Lara
Madrid-
La Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto al comisario jubilado José Manuel Villarejo, a su mujer y al periodista Carlos Mier, los únicos acusados, en el juicio por la grabación ilegal a agentes del CNI y su posterior difusión.
Esta sentencia llega después de que se anulase una de las principales pruebas de cargo: los datos de tráfico de los teléfonos móviles de los presentes recogidos por las antenas BTS de los alrededores del lugar del encuentro.
Los jueces alegan que "subsisten dudas no explicadas respecto de cómo se realizó la grabación y respecto del contenido de la llamada realizada por el Sr. Mier". Es decir, la sala asume el argumento de "duda razonable" de que existan otros posibles autores de la grabación y la difusión, una estrategia que Público ya expuso como una de las planificadas por Villarejo y sus cómplices para conseguir la absolución en este juicio.
Pero estas no son las únicas cuestiones que han influido decisivamente en la sentencia. El hecho de que los magistrados no hayan contado con las agendas de Villarejo a lo largo de este juicio, al no haber sido incorporadas durante la fase de instrucción, también ha sido decisivo.
En los apuntes de estas guías de audios del comisario aparecen anotaciones que no sólo muestran el conocimiento que Villarejo tenía del encuentro y las conversaciones que tuvo en torno a la reunión, sino también la connivencia con periodistas involucrados en la difusión de la grabación a los que no se procesó.
Las agendas de Villarejo aportan contexto sobre la autoría de la grabación y sobre quién pudo ser el responsable de la difusión posterior. Hay que tener en cuenta que el primero en hacerse eco del contenido del encuentro y el que antes habla de la existencia de una grabación es Carlos Mier, el periodista de Información Sensible, el medio de Villarejo.
En la sentencia los jueces argumentan que la información publicada por Mier pudo llegarle por otros medios que no fueran la grabación porque "la noticia circulaba en otros medios".
Para ello, los magistrados ponen como ejemplo la revista Interviú. Sin embargo, al mencionar este semanal se omite que quien firma dichas informaciones en esta revista es Daniel Montero y se elude la responsabilidad que este periodista tenía como socio fundador junto a Villarejo de Información Sensible y que era también administrador de la web donde trabajaba y escribía Mier.
La información contenida en las agendas y que no se ha tenido en cuenta durante la instrucción y, en consecuencia, en el juicio, aporta datos que demuestran el grado de implicación de Mier y Montero en la grabación y su posterior difusión.
El día de la grabación (20 de octubre de 2014) Villarejo tenía programada, según su agenda, una reunión presencial a las 9.30 horas en su oficina de la localidad madrileña de Boadilla del Monte con el entonces presidente de Legálitas, Alfonso Carrascosa ("CAR").
En esa misma oficina trabajaba Carlos Mier, la persona que horas más tarde (17.53 h.) haría la única llamada igual o superior a 6.52 minutos (el fragmento difundido en audio) a uno de los asistentes a la reunión espiada y en el transcurso de ésta, según la prueba anulada de las antenas BTS.
Ese apunte del viernes 17 de octubre, tres días antes del encuentro, también evidencia el contacto continuo de Villarejo con el periodista Daniel Montero ("DANI"), que en el juicio declaró como testigo que se había desvinculado de Información Sensible en verano.
Si se analizan los apuntes del día de la reunión espiada se comprueba que la cita con Carrascosa efectivamente se produjo y que Villarejo mantuvo contacto presencial o telefónico con Mier. De hecho, el listado de llamadas entrantes y salientes del terminal de este último, solicitado por el juez del caso, demuestra que aproximadamente a las 20 horas, una vez terminada la reunión entre los policías y los agentes del CNI, Carlos Mier telefonea a Villarejo al teléfono fijo del domicilio del comisario situado también en Boadilla del Monte.
Los apuntes de los días posteriores a la reunión espiada
El 21 de octubre, Villarejo apunta que traslada una duda al abogado Ernesto Díaz Bastién ("HERNES") sobre si una materia puede ser considerada "revelación de secretos". Esta consulta se produce justo antes de que Mier publique sobre la reunión espiada en Información Sensible (a las 5 de la madrugada ya del día 22).
Los investigadores del caso, refiriéndose al artículo de Mier, hicieron constar en su informe que se trataba de un contenido que "de forma subrepticia desvela aspectos que sólo podría saber por haber tenido acceso al contenido de la grabación ilegal".
Mier publica, pues, tras que Díaz Bastién comunique a Villarejo que "no ve materia para revelación de secretos".
Junto a este apunte, nuevamente, se puede comprobar cómo justo antes de hablar con el abogado, Villarejo contacta con Daniel Montero para hablar sobre el caso Nicolás, el tema que se había tratado el día anterior en la reunión espiada.
Esta es la única ocasión en la que Villarejo demuestra en sus agendas que ve un riesgo claro y decide hacer este tipo de consulta, a pesar de que durante los diez años que cubren estos apuntes filtra informaciones continuamente a periodistas y otros personajes comprometedores.
Ese mismo día 21, que es cuando se crea el archivo con el fragmento de audio de 6:52 minutos que se difunde posteriormente, Villarejo convoca de urgencia en sus oficinas al periodista de El Mundo Esteban Urreiztieta (al que apoda "INDA ESTEB"), aunque lo habitual era que este tipo de encuentros se produjeran en una cafetería.
Dos días más tarde, el jueves 23, Villarejo escribe en su agenda un apunte en el que da por hecho que Urreiztieta "va a sacar el tema CNI el LUNES sobre NICOLAS" [lunes día 27 de octubre].
No obstante, la publicación no se produjo. El compañero de Urreiztieta en El Mundo en aquella época era Eduardo Inda. Ambos se reunían y trataban con Villarejo. En sede judicial, Inda aclaró que no sacaron la grabación porque el asesor legal de El Mundo desaconsejó su difusión por tratarse de secreto oficial.
Ese mismo 23 de octubre también aparece otro apunte relacionado con Daniel Montero en el que se señala que Villarejo y el periodista tratan "datos sobre CNI-NICOLÁS".
En el siguiente número de Interviú, Montero publicaría en portada el artículo titulado "Nicolás: 'Vente conmigo a Guinea y te hago ministro'" en el que se hacían referencias claras a la conversación que se mantuvo en la reunión espiada. De hecho, los investigadores del caso, escriben en sus informes que "se evidencia su conocimiento del contenido de la grabación ilegal".
Las agendas dejan claro el interés que Villarejo tenía en la reunión espiada
La sentencia también recoge que "no resulta acreditado que el Sr. Villarejo tuviera interés directo o indirecto en la investigación desarrollada respecto de D. Francisco Nicolás Gómez Iglesias".
Las agendas demuestran que el comisario estaba interesado en la reunión, como ya explicó Público, porque la detención de Francisco Nicolás podía poner en serios aprietos a su amigo, el empresario Adrián de la Joya, que estaba involucrado en el asunto que llevó a la detención del joven: el caso de la finca toledana de La Alamedilla.
Pero los apuntes de Villarejo también muestran otro interés del comisario (y de la cúpula corrupta policial) en esa reunión: la Operación Cataluña.
Un mes y medio antes de que la reunión con el CNI sea espiada, las agendas registran contactos de Villarejo con Josep Pujol ("PUJOL JOSEP") para presionar al hijo del expresident de la Generalitat de Catalunya.
Este apunte aparece el 4 de septiembre de 2014, pocos días antes de que, según el sumario del caso 'Nicolás', Francisco Nicolás y Javier de la Rosa visiten al abogado Cristóbal Martel y a Oriol Pujol con fines similares a los que llevó a Villarejo a contactar con el otro hijo del expresident.
El 8 de octubre Villarejo habla con su socio e íntimo amigo José Luis Olivera (entonces director del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado - CITCO) y apunta "OLI, preocupado por la tensión con CNI".
Esta anotación se produce dos días después de que el Director Adjunto Operativo (DAO) Eugenio Pino informe al entonces jefe de Asuntos Internos, Marcelino Martín-Blas, (por correo ordinario y por vía telefónica) de que la Vicepresidencia del Gobierno ordena investigar al Pequeño Nicolás y le mande reunirse con el CNI para compartir información sobre el desarrollo de la investigación al joven.
Para encontrar comentarios anteriores sobre el CNI en las agendas hay que remontarse al 16 de septiembre y al mes de agosto de ese año 2014. En esa época, los apuntes sobre los servicios secretos estaban relacionados con las investigaciones de Asuntos Internos sobre filtraciones a la prensa de documentos policiales (operación Colombo) y asuntos de Catalunya.
Las agendas (y también los cuadernos de trabajo de su equipo que fueron incautados) prueban que Villarejo estaba informado en tiempo real y desde el inicio de todo lo que acontecía en torno a la investigación sobre Francisco Nicolás.
Gracias a esta guía de audios (las agendas) se confirma que las largas llamadas que constan en el sumario de 'Tándem' (o caso 'Villarejo') entre el comisario y el secretario de Estado del Interior Francisco Martínez ("CHISCO" en las agendas) de los días de la detención y del registro de Francisco Nicolás (14 y 15 de octubre de 2014) son para hablar de todo lo de que se refería al joven.
El 14 de octubre, en un apunte asignado a la conversación con el secretario de Estado del Interior, Villarejo hace referencia a Francisco Nicolás Gómez Iglesias como uno de los temas tratados, justo el día de su detención.
El apunte del 15 octubre con "CHISCO" revela, además, que Villarejo podía conocer los movimientos del Pequeño Nicolas vía "JR", el acrónimo con el que nombra a Javier de la Rosa, ya que este empresario es el acompañante e introductor de Francisco Nicolás para el letrado de los Pujol y de la familia Núñez.
Carlos Mier dio la exclusiva de la detención del Pequeño Nicolás el 15 de octubre a las 14:26 horas. El periodista amplía la información del caso trece horas más tarde, justo después de que Villarejo comente el contenido publicado con el secretario de Estado.
En el sumario, los investigadores recalcan que el artículo del día 15 de Mier, en el que ofrece la exclusiva de la detención, "revela aspectos de la detención de Fco. Nicolás y de su presunta actividad delictiva mientras éste todavía estaba detenido en sede policial y ni siquiera había prestado declaración". Sobre el contenido publicado trece horas después escriben: "Continúa desvelando datos que sólo Francisco Nicolás y la Policía podrían saber, dado que el joven continuaba detenido".
Al no estar los apuntes incorporados al sumario, los jueces plantean que "es creíble" que Mier "supo del hecho por el 'entorno' del detenido", es decir, de Francisco Nicolás, que estaba en el calabozo pero no incomunicado.
Otro claro indicio de que Villarejo es la fuente de Mier es la preparación de la exclusiva de la detención, horas antes de que el periodista la publique, según se comprueba en uno de los cuadernos de trabajo incautados a Gemma Alcalá, la mujer del comisario, o a otra empleada de su empresa privada CENYT, con la nota "que se meta rápido". Esta expresión periodística significa "que se publique ya".
El texto coincide con lo publicado por Mier:
"Francisco Nicolás Gómez Iglesias. Detenido ayer x hacerse pasar x un tío del CNI en Cataluña, intenta sacar pasta a PUJOL. A un vejete le ha sacado 20k €. Tiene facebook. Le han trincado x estafador. Que se meta rápido. Intento de estafa relativo al independentismo. Se ha entrevistado con abogado Cristobal Martell y decía que iba de parte de Vicepresidencia con fondos reservados CNI".
Las agendas también son clave para comprobar la implicación de la pata mediática
Según declara en el juicio el entonces jefe de Asuntos Internos, Marcelino Martín-Blas, el 15 de octubre de 2014 informó al DAO Eugenio Pino del día, la hora y el lugar de celebración de la reunión espiada (20 de octubre a las 17:30 en el despacho del comisario de Asuntos Internos).
Al día siguiente, el jueves 16, según las agendas, Villarejo conversa con Eduardo Inda acerca de los contactos que el entonces periodista de El Mundo está manteniendo con el programa de la productora Mandarina, 'Un Tiempo Nuevo'. En este programa será, precisamente, donde se reproduzca en diciembre de ese año la grabación ilegal en audio y sin distorsionar la voz de los agentes del CNI, horas después de que se difundiera también en el diario digital Infolibre.
A partir de aquí son continuos los apuntes que muestran nítidamente concertación policial y mediática con relación a todo el desarrollo de la investigación en la que Villarejo acaba imputado y luego procesado.
Aparecen anotaciones que refieren contactos con policías como el DAO Eugenio Pino, con José Ángel Fuentes Gago (jefe de gabinete del anterior), Enrique García Castaño (jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo -UCAO-) y José Luis Olivera (director del CITCO).
En cuanto a la pata mediática, los contactos más frecuentes para tratar este caso se producen con Daniel Montero, Mauricio Casals (Atresmedia), Eduardo Inda, Esteban Urreiztieta, Alfonso Rojo (Periodista Digital), Ana Rosa Quintana y José María Olmo (El Confidencial), entre muchos otros.
Ni agendas, ni antenas: ¿por qué no pudieron tenerlas en cuenta los jueces?
No es lo mismo la verdad que la verdad jurídica (la que se construye en las sentencias).
En el mundo de la instrucción judicial, de lo que no se habla en el sumario, no existe. A la hora de redactar el auto de procesamiento que da paso al juicio oral, sólo se puede tener en cuenta lo que ha quedado recogido en el sumario. Y esto supone también que los jueces solo pueden tener en cuenta para su sentencia los hechos y personas que aparecen en dicho auto. Nada más. Por eso es tan importante el papel de la fiscalía y de las acusaciones, que son los encargados de solicitar que se incluyan las pruebas necesarias.
Del mismo modo, pruebas que constan en el sumario, pero que son anuladas como "cuestión previa" en la redacción de una sentencia, tampoco existen a la hora de razonar los fallos. Estas pruebas se pueden anular porque se cuestione su idoneidad o por la forma en la que fueron obtenidas. Da igual. Si los magistrados las anulan, no se pueden tener en cuenta para el fallo.
En este caso, tal y como analizó Público, la Audiencia Provincial absolvió a Villarejo y los otros dos acusados porque en la sentencia se anuló la prueba de las antenas BTS en cuestiones previas y porque en el sumario no se incluyeron los datos de las agendas del comisario.
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