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Un airado Rajoy acusa a Sánchez de aliarse "con extremistas a las órdenes de Venezuela"

El presidente del Gobierno lanza contra el líder socialista el ataque más duro en lo que va de legislatura, justo después de haber perdido la mayor parte de poder local y autonómico.

Rajoy y la vicepresidenta tras la intervención del primero en el Congreso. / ANDREA COMAS (Reuters)

JUAN ANTONIO BLAY

MADRID.- La sesión de control al Gobierno de este miércoles en el Congreso de los Diputados ha puesto de manifiesto que el PP, pese a ser el partido más votado en los pasados comicios municipales, ha sufrido una tremenda derrota electoral. Y lo ha hecho el propio presidente del Gobierno y líder del partido conservador, quien, literalmente, ha respirado por la herida abierta en su organización. Una herida de gravedad a juzgar por sus propias palabras.

Rajoy se ha sentado en su escaño con la evidente satisfacción de haber complacido a sus correligionarios en un momento delicado para su formación política

"El único cambio que no esperaban los españoles que usted, después de haber repetido en todos los foros en los que intervino, que no se juntaría con un partido de radicales y extremistas a las órdenes de Venezuela se ha aliado en toda España, saltándose la voluntad democrática de los españoles que votaron al PP en las grandes ciudades, para darles el poder y dar el espectáculo que ya están dando en el Ayuntamiento de Madrid. Los responsables no son ellos, es usted", ha bramado Rajoy en su enfrentamiento dialéctico con Pedro Sánchez, líder de la oposición.

 

El presidente del Gobierno ha empleado un tono alto para pronunciar esta frase y otras para lanzar sus acusaciones contra Sánchez, quien le ha recriminado gobernar "en solitario y en contra de la mayoría de los españoles" con la reforma laboral, la de la ley del aborto, la falta de voluntad para combatir la corrupción y su negativa a dar explicaciones en sede parlamentaria o la LOMCE.

Sánchez le ha afeado sus intenciones de cambiar su Ejecutivo cuando apenas quedan pocos meses para acabar la legislatura. "Eso no les interesa en absoluto a los españoles: el único cambio que desean es el suyo como presidente del Gobierno", ha afirmado el líder socialista que también ha empleado un tono elevado a la hora de pronunciar sus palabras. Previamente Sánchez criticó la declaración del presidente de Radiotelevisión Española (RTVE), José Antonio Sánchez, quien en sede parlamentaria aseguró que era votante del PP y que siempre lo sería.

"Hay libertad de expresión y de voto en España, señor Sánchez", contestó Rajoy un tanto alterado. Y completó su argumento diciendo que las opiniones del directivo del ente público "no afectan para nada a la independencia" de RTVE. El presidente no consideró agregar ninguna otra explicación a la declaración política del polémico presidente de la cadena pública, creando una situación que no tenía precedentes.

Tras asegurar el líder socialista que esa explicación "ofende a los españoles", entre otras razones —dijo— "porque en RTVE usted ha hecho lo mismo que en toda su acción de Gobierno, actuar en solitario en contra de la mayoría de los españoles", momento en el que le ha recordado los hitos más polémicos de la legislatura que se acaba.

El presidente del Gobierno, que sin duda se ha encontrado molesto en la sesión de esta mañana, ha utilizado su segundo turno para lanzar sus andanadas a Sánchez y al PSOE para acusarles de aliarse con "radicales y extremistas". Necesitaba hacerlo y ha utilizado su tribuna parlamentaria para realizar el ataque político más duro a su contrincante en lo que va de legislatura.

Y su propia bancada también necesitaba ese "chute" de coraje porque ha respondido, enrabietada, con una fuerte salva de aplausos como hacía tiempo no se escuchaba en el hemiciclo desde la bancada popular, y eso que está acostumbrada a chocar sus palmas con fruición. El caso es que el propio Rajoy se ha sentado en su escaño con la evidente satisfacción de haber complacido a sus correligionarios en un momento delicado para su formación política.

Más tensión

La tensión política que se ha soltado en esta sesión de control parlamentario ha tenido su continuidad en el rifirrafe que han mantenido a continuación el portavoz del grupo parlamentario socialista, Antonio Hernando, con la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, quien de forma significativa ha tenido a su lado al presidente del Gobierno en una clara muestra de apoyo a su mano derecha en el Ejecutivo.

Aunque no es la primera vez que lo hace en esta ocasión, con una remodelación del Ejecutivo en ciernes, esta circunstancia tiene un valor añadido.

Hernando y la vicepresidenta han mantenido el tono duro del enfrentamiento previo. El socialista le ha acusado de presionar a las televisiones privadas con la concesión de nuevas licencias de TDT en línera con la frase de Rajoy que atribuyó los malos resultados electorales al "martilleo" de la corrupción en las televisiones. Sáenz de Santamaría lo negó y le recordó que el anterior Gobierno fue rectificado por los tribunales cuando realizó concesiones por decreto.

Este clima hizo que pasara casi inadvertida la afirmación realizada por Rajoy en el sentido de que no iba a subir los impuestos. "Al contrario, los he bajado en este año de 2015 y seguirán bajando en 2016", dijo en su enfrentamiento con Cayo Lara, portavoz de La Izquierda Plural, quien le reprochó que siga las directrices del Fondo Monetario Internacional (FMI), una institución que "solo busca proteger a quienes quieren cobrar la deuda". Lara también le recriminó su política económica "que ha empobrecido a los españoles".

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