Albares señala que la cumbre de la OTAN de Madrid será "histórica" por la adhesión de Finlandia y Suecia

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha subrayado este lunes que la cumbre de la OTAN en Madrid será "histórica" por la adhesión de Finlandia y Suecia, un paso que ha apoyado también el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell.

"La palabra que más se repitió sobre lo que va a ocurrir en la cumbre de Madrid es histórico", ha asegurado Albares sobre la reunión informal este domingo de ministros de Exteriores aliados en Berlín, Alemania, en la que los miembros de la organización militar mayoritariamente mostró su beneplácito al ingreso de los dos países nórdicos.

El titular de Exteriores español ha afirmado que "casi con toda seguridad" la OTAN tendrá nuevos miembros de cara a la cumbre en Madrid, pese a que la ratificación llevara luego meses. "Finlandia y Suecia son bienvenidas en la familia de las democracias que es la alianza de la OTAN", ha recalcado, antes de reunirse con sus homólogos europeos en Bruselas.

Además, Albares ha recordado que en Madrid se acordará el nuevo concepto estratégico que marca las prioridades de seguridad y "regirá la vida de la organización la próxima década", en el que se espera que haya menciones a Rusia y China como principales amenazas para los aliados.

En declaraciones a su llegada a la reunión, Borrell ha expresado su "fuerte apoyo" al paso de Suecia y Finlandia. "Creo que los estados miembro respaldarán esta decisión y espero que podamos superar la oposición de algunos miembros de la OTAN", ha indicado el jefe de la diplomacia comunitaria.

Suecia se unió este domingo a Finlandia, cuyo proceso está más avanzado, al declarar el gobernante Partido Socialdemócrata oficialmente su intención de ingresar en el bloque. Se espera que ambos países presenten conjuntamente su solicitud a entrar en la OTAN, la llamada 'carta de intención', los próximos días.

Sin embargo, Turquía amenaza con demorar la entrada de ambos en la Alianza Atlántica por los recelos que mantiene alegando los vínculos entre ambos países y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado por Ankara como una organización terrorista.