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Alonso lidera la carrera del PP para entrar en el próximo Gobierno

En el PP creen que el portavoz en el Congreso representa el perfil político que necesita Rajoy en el Consejo de Ministros para afrontar la segunda parte de la legislatura. La vieja reivindicación de un ministro del partido de Euskadi podr

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"Podría sustituir a Wert; representa el perfil exactamente contrario", apuntan desde el PP. Alfonso Alonso, ex alcalde de Vitoria (1999-2007), presidente del PP de Araba y, sobre todo, portavoz del Grupo Parlamentario Popular, se ha convertido en una de las voces imprescindibles de los conservadores, aun teniendo un puesto, destacan sus compañeros, en el que no cabe lucirse demasiado, pues el grueso de las consignas y las decisiones llegan del partido y el Gobierno.

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"Al portavoz parlamentario le toca, probablemente, hacer el trabajo más ingrato de un partido que gobierna: lograr el máximo número de apoyos de la oposición a las medidas del Ejecutivo", razona un diputado. En este sentido, no se puede decir que Alonso haya tenido demasiado éxito, pues el PP ha resuelto prácticamente en solitario con su mayoría absoluta los proyectos más importantes de la mitad de la legislatura. Sin embargo, los conservadores destacan las relaciones fluidas y constantes de su número uno en la Cámara Baja con todos los partidos del arco parlamentario.

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El jefe del PP en el Congreso de los Diputados (al que ya se apuntó como ministro cuando Mariano Rajoy ganó las elecciones generales en noviembre de 2011) ha sabido encontrar su lugar y una voz propia en la primera fila de los conservadores, más allá de lo que se espera de un puesto como el suyo y "eso tiene que tener un reconocimiento", admiten las fuentes.

En este sentido, destacan el aprecio y la excelente valoración que de Alonso tienen tanto el presidente del Gobierno como la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, de quien el vasco fue mano derecha en el Parlamento, como portavoz adjunto del Grupo, durante la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero.

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Por su trabajo parlamentario y porque no se les escapa que, por ejemplo, y ante el silencio que llegaba de la sede de la calle Génova cuando el caso Bárcenas reventó en su peor faceta, la publicación de los papeles con la contabilidad B, Alonso dio la cara puntualmente en el Congreso ante la prensa, además, sin ocultar su malestar por un asunto de corrupción que tiene los miembros del PP de su generación (particularmente a los de Euskadi, por las dolorosas connotaciones de su dedicación allí) muy molesta. "Hizo un más que logrado equilibrio entre la defensa de la honradez del presidente y la denuncia de ciertos comportamientos innegables", subrayan las fuentes parlamentarias. La prueba, el abrazo que Rajoy le dio el 1 de agosto, cuando el jefe del Ejecutivo compareció en la Cámara Baja para dar explicaciones sobre el caso Bárcenas.

La de que haya un ministro del PP de Euskadi en el Consejo es una vieja reivindicación, sobre todo, ahora que el partido ha comenzado allí una nueva etapa con Arantza Quiroga al frente. El ministro de Defensa, Pedro Morenés -vizcaino- no cuenta, por su "nulo perfil político", aclaran. Quiroga, del círculo de Alonso, podría ser esa ministra, apuntan también los conservadores, pero la opción del actual portavoz parlamentario parece más factible y más lógica, pues el presidente del PP de Araba -"Sin descuidar su feudo"- lleva desde 2008 volcado en la política nacional.

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"Es ambicioso, desde luego, pero que tire la primera piedra el político que no lo sea", ironizan sus compañeros. No se le conocen enemigos internos y sí se le reconoce don de gentes y cintura política, a pesar de aquel episodio que tanta sorpresa causó en los medios y hasta en los suyos cuando en una reunión de la Diputación Permanente de julio sacó una dureza inusitada en él -en las formas y en el fondo- y acusó al PSOE de "estar apadrinando a un delincuente" en referencia al extesorero del PP y con la que desmontaba sus propias tesis de moderación y rechazo absoluto a Bárcenas.

Desde que la posibilidad de una inminente crisis de Gobierno ha vuelto a cobrar fuerza en el seno del PP, tras el último dislate del ministro José Ignacio Wert a costa de las becas Erasmus, las quinielas de salida entre los conservadores cobran más fuerza que las de entrada, siempre más difíciles de acertar.

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Pero hay nombres que suenan más que otros, reconocen en el partido del Gobierno: ahí está Alonso, pero también María Dolores de Cospedal (si las encuestas en Castilla-La Mancha siguen tan a la baja como ahora), Josep Piqué (aunque el exministro ya ha dicho por activa y por pasiva que diría que no a un Ministerio), Antonio Basagoiti (que tendría que dejar la privada recién llegado) o Sandra Moneo (cuyo papel de responsable de Educación en el partido, "teniendo en cuenta al ministro de ramo", debería ser reconocido).

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