Este artículo se publicó hace 15 años.
Amanece, que no es poco
La crisis del PP lastra a Rajoy y lo sitúa fuera de juego
Gonzalo López Alba
Cómo te va?", le preguntó ayer un veterano diputado del PSOE al ministro de Trabajo, poco antes de que diera comienzo el debate que tanto atañe a su negociado.
"Me va", contestó Celestino Corbacho, tan escueto como transparente.
Trillo acaparó los corrillos a cuenta de la trama que investiga GarzónCon lo cruda que está la cosa, el diálogo resultó evocador de Amanece, que no es poco, y algunos pasajes del debate volvieron a traer al recuerdo la película de José Luis Cuerda.
Arrancó Zapatero informando de que los parados españoles son "tres millones doscientas siete mil novecientas personas". En su esfuerzo por poner alma a las cifras y su empeño en demostrar que sabe de "la vida que se esconde debajo de los números", por un momento pareció que iba a decir uno a uno los nombres de todos los parados. Pero no. Como acostumbran los presidentes, soltó una retahíla de datos para apabullar a la oposición e insuflar confianza en que el país seguirá circulando por carreteras y no por las cunetas.
Cuando llegó el turno a Mariano Rajoy, soltó aquello de: "Cuanto más nos anuncia Zapatero el amanecer, más negro se pone todo". Y denunció que todas las medidas del Gobierno son "decorados de cartón piedra". No fue una de sus peores tardes. Pero arrastra Rajoy como un fardo la guerra que ha estallado en su partido y que se puso de manifiesto en pequeños detalles. Por ejemplo: la ausencia de Manuel Pizarro, el reclamo estrella de su campaña, que ahora milita con Esperanza Aguirre. Por ejemplo: cada diputado que descendía por la escalinata al borde de la que tiene su asiento el líder de la oposición, le propinaba una de esas palmaditas en el hombro que se dan a quien ha sufrido una desgracia o atraviesa por un tránsito difícil. Por ejemplo: el corrillo que más atención acaparó en los pasillos fue el de Federico Trillo, que explicó cómo se personará el PP en el sumario sobre la trama de corrupción que investiga el juez Garzón para así poder saber con qué se van a desayunar al día siguiente.
Duran, el postulanteCertificado ante los taquígrafos que Rajoy no acepta ser "cómplice" de una política que a su juicio disolverá España como un azucarillo, entró en escena Duran Lleida (CiU) como el hombre del pacto, con un esbozo de programa con el que, por momentos, pareció postularse para ministro de Economía. Desde la otra esquina ideológica, Gaspar Llamazares sacó a pasear el fantasma de la huelga general.
Al postre, puesto que ya todos le habían sacudido de lo lindo a Zapatero por su "falta de liderazgo" y sus donde dije digo, Rosa Díez se buscó su lugar al sol trastocando los términos de una de las frases más célebres de Amanece, que no es poco: "Presidente, que todos somos necesarios, pero tú eres contingente". Y quedaron en volver a verse.
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