Un país apasionado por el fútbol donde sólo los abonados a la televisión por cable pueden ver los partidos. Los demás tienen que esperar a que salga un resumen de goles en un canal que es propiedad de los mismos dueños que los derechos de la transmisión. Más o menos así describió la ex presidenta argentina, Cristina Kirchner, el modelo de transmisiones de partidos de fútbol por canales privados que existía en Argentina desde los 90 hasta 2009 y que continúa hasta hoy. 

¿Cómo solía funcionar? Las cadenas privadas de televisión contrataban con la Asociación de Fútbol Argentina, AFA, las transmisiones de los partidos por mucho dinero. La que monopolizó todos los derechos de transmisión era la empresa llamada Televisión Satelital Codificada que le pertenecía a TyC (Torneos y Competencias) y a un grupo mediático, Clarín.

El monopolio de TyC y Clarín sobre las transmisiones de los partidos hizo que la comercialización de imágenes futbolísticas a otros canales se hiciera a precios muy elevados y el fútbol -que ya saben la importancia que tiene en Argentina- se convirtiera en un deporte de élite. 

A finales de 2009 los clubes quedaron con una deuda de unos 180 millones de dólares con dirigentes y futbolistas y necesitaban más dinero. Entonces la AFA pidió a la Televisión Satelital Codificada más dinero para saldar esas deudas, cosa que la Televisión Satelital Codificada rechazó. A partir de ahí empezaron a surgir rumores sobre una negociación entre Julio Grondona, presidente de la AFA, y el Gobierno. Rumores que unos días después se confirmaron. 

Así nació el programa Fútbol para todos. El anuncio lo hizo la propia CFK acompañada de Grondona y Diego Maradona. El convenio consistió en otorgarle a la AFA unos 150 millones de dólares anuales de los fondos públicos a cambio de los derechos para la transmisión de partidos de fútbol por televisión abierta y gratuita, disponible en todo el territorio del país. De esa manera, los clubes pagaban sus deudas, la etapa del 'secuestro de los goles' por Clarín y TyC, como la denominó la propia CFK, se cerraba. Se estableció que las ganancias publicitarias se destinarían a apoyar el deporte olímpico. 

El programa tuvo bastante rechazo en los círculos de la oposición y en el seno del Clarín, por supuesto. En general fue muy cuestionado por los grandes medios argentinos, pero bueno, llevamos en este programa hablando mucho sobre los grandes medios argentinos, mexicanos, españoles... Así que se pueden hacer una idea sobre sus motivos. 

El argumento principal era que se trataba de un proyecto populista y que, en lugar de destinar fondos públicos a escuelas y hospitales, se usa para las transmisiones futbolísticas. 

Obviamente la sanidad y la educación les vinieron muy bien para defender sus intereses empresariales. En este caso decenas de millones de dólares al año que perdían junto con los derechos de transmisión.  A estos sectores les contestaba en una entrevista a Página12 el ex coordinador del programa, Gabriel Mariotto. Aseguraba que lo que se invertía en el Fútbol para todos representaba 0,01% de todo el presupuesto nacional. "Es el 0,01% al que le asignan todos los males del funcionamiento del Estado. Si falta gas en un hospital, la culpa es de Fútbol para Todos. Si falta un tomógrafo, también. Si falta un vidrio en una escuela, igual. Y nadie se fija en el 99,99 % del presupuesto". 

Inicialmente se ofrecían espacios publicitarios a privados, pero en 2010 ese contrato se canceló unilateralmente. El único anunciante privado que quedó fue el fabricante de camiones, Iveco. El resto del espacio quedó para la comunicación pública, con lo cual desde la oposición se acusó al gobierno de usar tandas publicitarias entre tiempos para su propaganda institucional. 

Lo desmantela Mauricio Macri, al igual que la Ley de Medios y al igual que muchas otras iniciativas del gobierno kirchnerista. Durante su campaña ha sido cauteloso con el Fútbol para Todos, prometió mantenerlo, pero la promesa duró tan solo unos meses.

A finales de febrero de 2017 se rescindió el contrato, que iba a terminar en 2019. Así finalizó el programa luego de 8 años de emisiones gratuitas por canales públicos. Los derechos de transmisión los compró la alianza Fox-Turner.

Pero no acabó allí, pues sabemos que durante el mandato de Macri se intensificó la lucha contra la corrupción de alta precisión. 

Al inicio de esa lucha se abrieron casos contra tres ex jefes del gabinete de CFK por presunto fraude a la administración pública y supuesto lavado de dinero en la compra de los derechos de transmisión de los partidos de fútbol. La investigación duró años y terminó suspendida por un juez en 2019 por "inexistencia del delito". No se pudo demostrar el perjuicio para el erario público. 

En 2021 Alberto Fernández escribió en Twitter que el fútbol es mucho más que un negocio: "Es pasión de millones de argentinos y argentinas". Así anunciaba el regreso del fútbol a la TV Pública que empezó a transmitir dos partidos por fecha durante campeonatos de primera división. 

Hace unos meses, los dirigentes más cercanos a CFK presentaron un proyecto de ley en la Cámara Alta para el regreso definitivo de Fútbol para todos. Propusieron que se transmitiera por la TV en abierto al menos cuatro partidos de primera división por fecha para - cito - "darles una pequeña alegría a los argentinos". De momento, no ha ido más allá la iniciativa.