Este artículo se publicó hace 4 años.
Ayudas anticovidEspaña ve con buenos ojos la solución de Merkel para que Polonia y Hungría desbloqueen las ayudas anticovid
La canciller alemana presenta un texto de consenso para salvar su presidencia y sacar adelante el paquete presupuestario y el mecanismo del Estado de Derecho.
Irene Sánchez Artero
Bruselas-
Los jefes de Estado y de Gobierno decidirán este jueves en una nueva cumbre presencial en Bruselas si apoyan el texto que ha acordado Angela Merkel con Polonia y Hungría para que sendos países levanten su veto al paquete presupuestario que tienen secuestrado desde hace un mes. Un paquete que incluye el presupuesto comunitario para los próximos siete años, dotado con 1,0744 billones de euros, y los 750.000 millones de euros del fondo anticrisis, para hacer frente a los estragos de la pandemia.
Budapest y Varsovia mantienen desde hace semanas un pulso con el resto de capitales por su rechazo a aprobar un mecanismo que condicione el respeto al Estado de Derecho al acceso a este dinero. Con ello está paralizada la aprobación del fondo que busca sacar del barro a los países que más están sufriendo las consecuencias del paso de la covid-19 por Europa, como es el caso de España. La canciller alemana, en vistas de que el tiempo apremia, ha lanzado una propuesta a los dos países díscolos en la que añade ciertos compromisos que reclamaban ambas capitales sin modificar la regulación original.
Mateusz Morawiecki–primer ministro polaco, y Victor Orban– primer ministro húngaro, podrían detener el secuestro del fondo anticrisis a cambio de una declaración interpretativa que ajuste el ámbito del mecanismo del Estado de Derecho. Según el texto propuesto por la presidencia alemana, "la aplicación del mecanismo de condicionalidad debe de ser objetivo, justo, imparcial y basado en hechos, asegurando que el proceso sea no discriminatorio y garantice un trato justo entre los Estados Miembros". Así, defiende que las medidas del mecanismo "deberán de ser proporcionales al impacto de las infracciones del Estado de Derecho" y que "la mera constatación de que se ha producido una infracción del Estado de Derecho no basta para activar el mecanismo".
La novedad propuesta por Berlín es que Bruselas no podría sancionar económicamente a ningún país hasta que el Tribunal de la UE determine si puede ligarse el mecanismo a los fondos o no. El texto reza que, "en el caso de que se interpusiera un recurso de anulación en relación con el Reglamento, las orientaciones se ultimarán tras la sentencia del Tribunal de Justicia para incorporar los elementos pertinentes derivados de dicha sentencia". "Hasta que se finalicen dichas directrices, la Comisión no propondrá medidas con arreglo al Reglamento", concluye el párrafo.
Este miércoles ha tenido lugar una nueva reunión de Coreper, que es así como se llama el encuentro entre embajadores en jerga comunitaria, donde han estudiado el texto que les ha facilitado la presidencia de Alemania. Según un diplomático, en esta primera toma de contacto ha habido una respuesta "mayoritariamente positiva", dentro de los que estaría España. Otra fuente consultada explica que han analizado la propuesta "bastante extensamente", con los asesores legales, para asimilarla y tomar una decisión. El cuerpo diplomático deja el balón en el tejado del Consejo Europeo y deja en manos de las capitales la decisión sobre el texto.
Será este jueves cuando los líderes aborden este asunto, después de hablar sobre la situación europea en materia de lucha contra la pandemia. Desde algunas capitales temen que los países que más lucharon por ligar el fondo anticrisis al respeto del Estado de Derecho puedan vetar este texto si lo entienden como un paso atrás. Fuentes de uno de los países implicados reconoce que estarían dispuestos a "bloquear la propuesta si supusiera un retroceso".
Insisten en el hecho de que, al ser un añadido al texto acordado con el Parlamento Europeo, debe de que tener el respaldo de Comisión, Parlamento y Consejo. Así, en lo que coinciden varias fuentes consultadas es en que la presidencia alemana haya hecho un "trabajo decente" sobre el que trabajar. Un punto de partida.
Los ánimos en Hungría son más que positivos. Judit Varga, ministra de Justicia en el Ejecutivo de Victor Orban, ha publicado en Twitter un mensaje en tono épico "¡Victoria! Logramos separar las expectativas ideológicas de las ayudas económicas durante la pandemia, y así evitamos un chantaje político. Tratados y nuestra identidad nacional, ¡otro triunfo para el partenariado Hungría-Polonia!".
Si los líderes dan luz verde al texto en la reunión de este jueves, los embajadores el viernes podrían continuar con el proceso, que consiste en aprobar el tema de recursos propios y lanzar el procedimiento escrito sobre el mecanismo del Estado de Derecho. Por lo que respecta al primer punto, después deberá de aprobarse en los parlamentos de los Estados miembros, mientras que el tema del Estado de Derecho deberá de recibir el visto bueno de la Eurocámara.
El fantasma del Brexit
Entre los temas a tratar según la carta que ha remitido el presidente del Consejo, Charles Michel, a los Veintisiete están el cambio climático, seguridad y relaciones internacionales. En este último punto los líderes debatirán sobre su partenariado con Turquía, las futuras relaciones del bloque comunitario con el nuevo presidente americano y la dimensión de la vecindad sur.
A pesar de que queda menos de un mes para que concluya el plazo para un divorcio en buenos términos entre la UE y Reino Unido, éste no será uno de los puntos en la agenda. O al menos no de forma oficial, ya que todavía no se ha logrado un mandato común y las conversaciones siguen encalladas.
Sin embargo, sí hay prevista una comparecencia de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para informar a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE sobre su encuentro con el primer ministro británico este miércoles por la noche.
Todas las fuentes consultadas apuntan a que, aunque Boris Johnson y Von der Leyen llegaran a un acuerdo, "ese pacto debería de analizarse con calma por parte de las capitales". Un acuerdo para el que no sería jurídicamente necesaria una nueva cumbre europea, ya que podría hacerse a través de un procedimiento escrito en Coreper y, "en tiempos de covid, no se justifica una nueva cita presencial".
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