Este artículo se publicó hace 3 años.
El Ayuntamiento de Barcelona permitirá de forma definitiva que los bares instalen terrazas en la calzada
A partir de junio del año próximo, los establecimientos que quieran colocar mesas en la calzada deberán instalar una plataforma de los siete modelos que ha homologado el Ayuntamiento de Barcelona.
El Ayuntamiento de Barcelona ha iniciado el proceso de modificación de las ordenanzas municipales para permitir a bares y restaurantes instalar terrazas en la calzada, una medida que se acordó a raíz de la pandemia de coronavirus y que ahora se convertirá en definitiva.
Según han informado fuentes municipales, la nueva normativa permitirá renovar de forma automática las licencias de ampliación de terrazas que el Ayuntamiento de Barcelona concedió para facilitar la actividad de los locales, afectados por las restricciones que limitaban el uso de sus espacios interiores.
En total, el Ayuntamiento ha concedido 3.688 licencias extraordinarias de nuevas terrazas o ampliaciones durante la pandemia, lo que, según un estudio de la Universidad de Barcelona citado por el consistorio, ha permitido salvar 1.875 empleos.
Concretamente, 1.588 de los nuevos permisos autorizaban a los restauradores a utilizar cordones de aparcamiento, carriles y chaflanes para instalar mesas, unas licencias que el Ayuntamiento de Barcelona quiere convertir ahora en definitivas para "dar continuidad a la actividad económica que genera", según Colau.
A partir de junio del año próximo, los establecimientos que quieran colocar mesas en la calzada deberán instalar una plataforma de los siete modelos que ha homologado el Ayuntamiento de Barcelona, tras poner a prueba en las últimas semanas varios prototipos en los barrios del Eixample, Ciutat Vella y Nou Barris.
Esas plataformas para ampliar las aceras -que permitirán sustituir los bloques de hormigón y los pivotes amarillos que ahora delimitan provisionalmente las terrazas- han sido diseñadas por el Ayuntamiento de Barcelona, en colaboración con cuatro empresas del sector.
La reforma de la ordenanza supondrá una regulación del uso de las terrazas en la calzada, que no podrán impedir el paso de los servicios públicos ni invadir carriles bici y deberán garantizar distancias de seguridad: los parasoles, por ejemplo, no podrán estar situados a menos de veinte centímetros del límite exterior de la plataforma.
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