El Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid (Madrid), gobernado por Izquierda Unida (IU), anunció este pasado martes por la tarde la cancelación del acuerdo que mantenía con la promotora musical ShareMusic! para la cesión durante los próximos años del Auditorio Miguel Ríos de la población, tras conocerse su vinculación con el fondo proisraelí KKR, un fondo de inversión estadounidense vinculado a asentamientos ilegales en Palestina. Rivas Vaciamadrid atiende así la petición de la Asamblea de Rivas por Palestina, que había exigido que se anulara el acuerdo con la promotora.

ShareMusic! pertenece a Superstruct Entertainment, plataforma que organiza festivales en todo el mundo y que cuenta con la participación de KKR. ShareMusic! es propietaria de los derechos de los festivales I Love Reggaeton, Love the 90s y Love the Twenties, eventos que se celebrarán este próximo junio en Rivas. 

El Ayuntamiento no ha podido cancelar estos tres eventos porque, según explica en una nota de prensa, "por responsabilidad institucional hacia las decenas de miles de personas que ya han adquirido sus entradas, por respeto a los más de 1.500 trabajadores y trabajadoras contratados para su desarrollo, así como a toda una relación de pequeñas y medianas empresas. También por ser más de 130 los y las artistas contratados".

Según el Ayuntamiento de Rivas, esta decisión responde al  "compromiso con los derechos humanos y a su larga trayectoria de apoyo institucional y de la ciudadanía al pueblo palestino". 

La Asamblea de Rivas por Palestina difundió el pasado lunes una carta entre diversos colectivos sociales del municipio madrileño contra "el genocidio que está cometiendo Israel contra el pueblo palestino y la implicación del fondo KKR en este crimen". En esa misiva se exigía al Ayuntamiento de Rivas la inclusión de "cláusulas éticas y de derechos humanos vinculantes en todas las futuras concesiones de uso de espacios públicos". 

Aunque ShareMusic! condenó este pasado martes el genocidio de Israel en Gaza, el Ayuntamiento de Rivas considera que, mientras persistan dudas sobre la estructura empresarial que sostiene estos festivales y sus posibles conexiones con fondos que avalan la matanza, "no se dan las condiciones para mantener una relación estable de colaboración".