Público
Público

Ayuso arremete contra Iglesias mientras la izquierda apura sus posibilidades

Las palabras de Ayuso fueron: "Nació del mal para hacer el mal". Ayuso manifestó que Unidas Podemos mueve el "espantajo del odio" cuando "los únicos que odian son ellos". Iglesias replicó: "Si mi familia no estuviera amenazada de muerte me lo tomaría a risa, pero decir esto en un contexto de amenazas y tensión, esto es de una irresponsabilidad absoluta. Cuando la diferencia ideológica se lleva al ataque personal se abre la puerta al fascismo y la violencia".

el candidato de Unidas Podemos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias aplauden durante un acto del partido en el Polideportivo municipal Cerro Buenavista de Getafe, a 27 de abril de 2021.
el candidato de Unidas Podemos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias aplauden durante un acto del partido en el Polideportivo municipal Cerro Buenavista de Getafe, a 27 de abril de 2021. A.Ortega.POOL / Europa Press

La campaña de los sobres y las balas entró este jueves en su recta final. A cinco días de la votación, se escucharon las feroces críticas de la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, candidata del PP a la reelección, a Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos, y también su nuevo blanqueo de la ultraderecha xenófoba con la que pretende entenderse, llegado el caso, tras el 4 de mayo, martes.

Las palabras de Ayuso sobre Iglesias fueron estas, según las recogió Europa Press: "Nació del mal para hacer el mal". Ayuso manifestó que Unidas Podemos mueve el "espantajo del odio" cuando "los únicos que odian son ellos".

"En ese sentido –prosiguió– no puedo ser equidistante. No he escuchado al resto de partidos hablar de la guillotina, de los escraches, de reventar cajeros, pegar a policías y a guardias civiles o reventarle también, por ejemplo, los escaparates de Madrid y Barcelona". La presidenta remachó: quien "habla siempre de la violencia, quien parte de la violencia, es Pablo Iglesias".

Iglesias replicó mediante una reflexión en su cuenta de Twitter: "Si mi familia no estuviera amenazada de muerte me lo tomaría a risa, pero decir esto en un contexto de amenazas y tensión, esto es de una irresponsabilidad absoluta. Cuando la diferencia ideológica se lleva al ataque personal se abre la puerta al fascismo y la violencia".

Mientras Díaz Ayuso que, según todas las encuestas, va en cabeza y, junto con Vox, podrá gobernar cómodamente, la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, junto a su candidato a la presidencia, Edmundo Bal, cuyo partido se juega la vida en estos comicios –y que también quiere gobernar con el PP–, desplegó una lona del tamaño de un edificio en la plaza Felipe II de Madrid en la que se podía leer la palabra "fascista", junto a otras palabras utilizadas en la campaña como "traidor, amargada, parásito, rata", como si de una retahíla de insultos del inolvidable capitán Haddock se tratara. Con ello, aun igualando palabras que podría cuestionarse que sean igualables, Arrimadas pretendía proclamar que Ciudadanos era el "antídoto contra los insultos".

En medio del ruido y la crispación, los partidos de izquierda apuran sus posibilidades. Una histórica participación, junto al perfil unido que han mostrado PSOE, Más País y Unidas Podemos, calculan en sus cuarteles generales, les dan una posibilidad de darle la vuelta a un partido que arrancó con Díaz Ayuso en cabeza.

Más País es el partido al que mejor le ha sentado la campaña y se acerca al PSOE, según las encuestas. García afirmó que "en Más Madrid llevamos dos años intentando reconciliar a la gente de los barrios humildes y trabajadores con la política porque es la política la que de verdad les va a ayudar. Llevamos dos años recorriendo los barrios, hablando con los vecinos, con las asociaciones, con los comerciantes, con las Asociaciones de Madres y Padres porque la política que es útil, como nos ha enseñado la pandemia, es la política de lo que importa", dijo.

Sondeos, PSOE y Unidas Podemos

Aunque los sondeos no dan ese escenario y el PSOE aparece como primera fuerza de la izquierda, Ángel Gabilondo, el candidato socialista, tuvo que responder preguntas sobre si le da miedo un supuesto sorpasso.

"Qué va; yo creo que no se produce eso. Los datos que tenemos son de que la mayoría de progreso y conservadora están muy próximas. En Madrid se dirime todo con uno o dos escaños, no hagamos otras fantasías", dijo Gabilondo.

Al PSOE, o al menos, a un sector, sin embargo, parece no gustarle del todo el cariz que está tomando la campaña. El presidente Sánchez no ha estado muy presente en los actos y ha dejado su espacio a Gabilondo, que lo ha reclamado a su manera y, aunque la implicación del Gobierno y del partido en los comicios ha sido amplia, este miércoles el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, dijo en Jaén que la campaña de Madrid era autonómica, según recogió Europa Press: "Ahora mismo tenemos unas elecciones en Madrid que son de comunidad, pero que algunos se han empeñado en que sean como muy españolas y realmente no es el momento".

Iglesias, por su parte, pidió por primera vez en toda la campaña el voto para Unidas Podemos. Hasta el momento, informa Alexis Romero, Iglesias había optado por una estrategia basada en la movilización del electorado progresista. Desde el principio de la campaña, Iglesias se había marcado como objetivo movilizar a un conjunto de votantes que históricamente han sido reticentes a ir a votar y, por este motivo, en los actos del partido se había centrado en pedir movilización, sin solicitar expresamente el voto para Unidas Podemos.

Sin embargo, este jueves el líder de Podemos pidió expresamente el voto: "Hoy si quiero pedir el voto para Unidas Podemos y dirigirme a la gente que está dudando entre las opciones progresistas". "Con nosotros lo que se firma, se cumple. Para ganar a la derecha en la Comunidad de Madrid hace falta poner encima de la mesa firmeza y valentía, y después en ese Gobierno no podemos estar dormidos dos años", remachó.

Este jueves, la campaña dejó también la implicación del presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo (PP), y del expresidente del Gobierno Felipe González (PSOE). El primero tachó la campaña de "lamentable": "prefiero que esta sea una campaña para no imitar". Y el segundo, en un podcast manifestó que "una de las palabras que más se usa en cualquier tipo de caudillismo populista es la libertad", aunque esta "nunca se refieren a la de los otros" sino a "la de ellos".

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias