Este artículo se publicó hace 2 años.
El balance de tres meses de guerra en Ucrania
La Base
Madrid-
Ayer nueve de mayo fue el conocido como día de la victoria en Rusia en el que se conmemora la victoria del ejército soviético sobre los nazis en 1945 que supuso el final de la II Guerra Mundial. Como cada año, este día se celebra con un gran desfile en el que Rusia exhibe su fuerza militar y en el que Putin suele hacer un discurso que este año se ha mirado con lupa.
Ayer como era previsible, Vladimir Putin dedicó parte de su discurso del día de la Victoria a justificar la invasión de Ucrania. Aseguró que los países de la OTAN se están negando a escuchar a Rusia y justificó lo que denomina una operación militar rusa en Ucrania diciendo que la OTAN se preparaba para atacar Crimea.
Putin dijo que esta intervención militar fue obligada, una decisión de un país fuerte, soberano e independiente.
En este desfile cabe destacar que han participado tan solo 11.000 militares, una cifra menor a lo normal. Este año en el desfile no hubo helicópteros ni aviones.
Hagamos ahora un balance de todas las consecuencias que está teniendo esta guerra desde que comenzó el pasado 24 de febrero, casi tres meses de contienda.
Lo primero es hablar de los civiles muertos. Naciones Unidas cifra en su último informe del pasado domingo en 3.300 civiles muertos, 235 de ellos son niños.
La mayoría de muertes se concentran en el Donbás, pero es importante tener en cuenta la cantidad de muertos que ha habido en esta región desde el año 2014 en el que comenzaron los enfrentamientos militares entre Ucrania y los separatistas prorrusos. Se estima que unos 14.000 civiles murieron en la guerra del Donbás antes de la invasión rusa. Unos 11.000 son soldados y unos 3.500 fueron civiles.
En lo que respecta a los últimos tres meses de guerra la cifra de militares rusos muertos según la OTAN está en una horquilla de entre 7.000 y 15.000 mientras que Ucrania los cifra en 23.000 y el Kremlin tan solo en 1.350.
Entre las filas ucranianas el dato de Rusia es de 14.000 soldados muertos mientras que Zelenski asegura que han muerto solo unos 3.000, cifra similar a la que ha dado Estados Unidos.
Además de las pérdidas humanas, de esta guerra queda un país prácticamente destruido. Una economía que bajará hasta el 45% su PIB. Más de 32 millones de metros cuadrados de edificios residenciales han quedado destruidos. En ciudades como Irpin o Hostomel ha quedado destruido cerca del 30% de la ciudad por no hablar de Mariupol, en la que toda la ciudad ha quedado reducida a escombros. En total, en todo el país más de 23.000 km de carreteras han quedado destruidas. Para que se hagan una idea, es como si nos hiciésemos la ruta de A Coruña a Huelva 20 veces. Se han destruido un total de 195 fábricas en todo el país.
Los daños en infraestructura se cifran en 90.000 millones de dólares y si añadimos el impacto de la guerra, la pérdida de mano de obra y el parón de la economía, las pérdidas se cifran en 600 mil millones de dólares, tres veces el PIB de Ucrania. Y es que con los puertos de Odesa y Nikolaev en el mar Negro bloqueados por la flota rusa y con los puertos del mar de Azov (Mariupol y Jerson) ocupados por las tropas rusas, Ucrania ha perdido su mayor filón, la exportación de grano.
En cuanto a la ocupación, prácticamente el 20% del país se encuentra ocupado, especialmente la zona este del país, que es donde Rusia decidió intensificar los ataques después de su retirada de Kiev.
En cuanto a la ayuda militar, Estados Unidos es el país que más ha enviado a Ucrania, en torno a 3.000 millones de dólares, la mitad del total recibido por Ucrania, seguido de lejos de Polonia con 1.469 millones de dólares. En tercer y cuarto lugar tenemos a Canadá y Reino Unido.
Estados Unidos principalmente ha enviado unos 17.000 sistemas antiblindaje, más de 1.700 armas pequeñas de rondas de munición, 200 vehículos blindados de transporte de personal, 90 obuses con más de 184.000 proyectiles de artillería y unos 16 helicópteros.
Se calcula, además, que Rusia ha recibido un total de 5.740 sanciones, 1.082 de Estados Unidos, 946 de Reino Unido y 748 de la Unión Europea, entre otras. De entre todas las entidades sancionadas, las más importantes han sido SberBank, la principal institución financiera del país, y el Banco Central de Rusia. Además, más de 700 compañías han suspendido sus operaciones en el territorio ruso o, directamente, han abandonado el país que está atravesando su mayor inflación en 20 años, con un aumento de precios del 17,3% en el mes pasado. Sin embargo, el Kremlin ha logrado aguantar la tormenta financiera mejor de lo que se esperaba, en gran medida gracias a los enormes ingresos que sigue percibiendo de las exportaciones de energía, las cuales continúan relativamente estables. De hecho fue Rusia quien decidió cortar el suministro de gas a Polonia y Bulgaria por negarse estos a pagar en Rublos.
En cuanto a refugiados, la ONU calcula que trece millones de personas se han visto obligadas a dejar sus casas. De ellas, más de cinco millones se han marchado a países vecinos. El primer país receptor de estos refugiados es Polonia, que ha recibido más de tres millones de personas, seguido de Rumanía con 800.000, la propia Rusia con 714.000, Hungría con medio millón de refugiados, Moldavia con una cifra parecida al anterior Eslovaquia con 388.000 y en último lugar y con cifra mucho menor, Bielorrusia con 25.000 refugiados.
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