Cargando...

Barcelona ¿Ayudaría a rebajar la delincuencia en Barcelona un endurecimiento de las penas?

El conseller de Interior, Miquel Buch, anuncia que presentará una propuesta al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, para endurecer el Código Penal contra los ladrones.

Publicidad

Agentes de la Guardia Urbana en las inmediaciones de la Rambla, en el distrito barcelonés de Ciutat Vella, donde los vecinos conviven desde hace décadas con la inseguridad a la vuelta de la esquina. EFE/Alejandro García

BARCELONA,

El debate sobre la inseguridad en Barcelona ha sacado al conseller de Interior, Miquel Buch, de la calma veraniega con una polémica medida de choque. En declaraciones a Ser Catalunya, Buch ha anunciado que presentará una propuesta de "endurecimiento del Código Penal los próximos meses" para luchar contra los ladrones, "especialmente los multireincidentes", y permitir que los jueces puedan hacerlos entrar en prisión.

Publicidad

El conseller transmitirá esta propuesta al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, para que el Congreso de los Diputados pueda iniciar un debate sobre un cambio legislativo. Buch afirma que existe la sensación de que los delincuentes "entran por una puerta y salen por la otra". La sensación de inseguridad en la ciudad se enquista titular tras titular. ¿Ayudará a rebajar la delincuencia un endurecimiento de las penas?

Click to enlarge
A fallback.

"Esta puede ser una propuesta para intentar reducir la sensación de inseguridad. Pero, a efectos reales, no hay ninguna evidencia que endurecer las penas sea efectivo". Hablamos con el presidente de la comisión deontológica del Colegio de Criminólogos de Catalunya, Pedro Campoy, quien considera que la propuesta de Buch tiene un alcance muy limitado: "Lo que nos dicen diferentes estudios es que endurecer las penas solo disuade a las personas que están dispuestas a cumplir la ley".

Para el criminólogo es un error poner el foco en el castigo y no en las raíces del repunte de la delincuencia: "La cuestión es sacar a las personas del circuito delictivo. No son delincuentes violentos de alto riesgo. ¿De qué sirve encerrarlos 15 años en prisión? ¿Qué pasa con ellos después?".

Publicidad

"Hay que destinar recursos, pero no recursos en bruto, sino responder a las necesidades que tienen estas personas"

Pero, ¿cuáles son estos factores? Campoy no lo relaciona exclusivamente con la pobreza, a pesar de ser un elemento central de la pequeña delincuencia, puesto que el hurto es "el medio de vida" de estas personas: "Cuando tienes una serie de factores de riesgo y te juntas con personas que comparten estos valores, tienes un riesgo muy elevado de desarrollar una carrera delictiva y hacerla tu medio de vida", explica el criminólogo. Desde esta perspectiva, afirma, el trabajo penal pierde sentido: "Hay que identificar los elementos de riesgo y trabajarlos. Dar recursos, afrontar los riesgos de la vida, que haya acceso a trabajo y un buen acompañamiento".

Publicidad

Turismo, pobreza, policía y delincuencia

Estos elementos de riesgo no son nuevos de este 2019. ¿Entonces, por qué ha aumentado la pequeña delincuencia este año? Campoy plantea varias hipótesis, a pesar de que insiste que faltan análisis en profundidad en los barrios para corroborarlas. "Sucede muchas veces que, cuando haces una presión policial fuerte, como la que ha habido con los narcopisos y el mercado de la droga, detectas más delincuencia", por lo que por un lado, se podrían estar denunciando más hechos que ya ocurrían con anterioridad.

Pero por otra parte, esta presión policial se puede haber convertido en un arma de doble filo: "Si a esta población le sacas su medio de vida, el mercado de las drogas, puede ser que cambien de actividad". Campoy plantea la posibilidad de que varios pequeños delincuentes se hayan visto con la necesidad de pasar de la venta de drogas a los pequeños hurtos a causa de los grandes operativos policiales desplegados durante los últimos meses: "Los traficantes acostumbran a tener una red de apoyo. Esta red no ha desaparecido", explica.

Publicidad

Campoy añade la cuestión del turismo, un elemento marca Barcelona: "Es una ciudad con una población flotante muy elevada. El comportamiento de los delincuentes también tiene que ver con dónde se concentra la gente. No sólo se suspenden actividades delictivas como el mercadeo de drogas, también aumentamos la población target de posibles hurtos". Para Campoy, estas hipótesis tendrían que marcar el tipo de intervenciones: "Hay que destinar recursos, pero no recursos en bruto, sino responder a las necesidades que tienen estas personas. Si se valora que la ciudadanía se sentirá más segura endureciendo penas, de acuerdo, es una decisión política. Pero puedo decir con mucha certeza que no tendrá ningún efecto".

Publicidad