Público
Público

Bola de Oro, un polideportivo símbolo de la resistencia vecinal en Granada contra las privatizaciones del PP

Los vecinos se movilizan y recogen miles de firmas frente al intento del Ayuntamiento de concesionarla. El Ayuntamiento niega que se trate de una "privatización" y prefiere hablar de "colaboración público-privada".

Concentración en defensa del polideportivo Bola de Oro, en Granada, el viernes pasado.
Concentración en defensa del polideportivo Bola de Oro, en Granada, el viernes pasado. Cedida / Público

Esta, la del polideportivo Bola de Oro en Granada, es en realidad una historia sencilla. En tiempos de profunda mercantilización de los espacios, de las instituciones y de los servicios públicos, un grupo de vecinos se une para defender lo que sienten que funciona bien, lo que permite completar objetivos comunes.

En este caso, "la plaza del barrio", donde, a la entrada del polideportivo, se unen por las tardes las familias con niños, y un lugar donde hacer deporte y socializar a un precio ajustado. "Es muy importante la cantidad de personas mayores que van. Sirve también para el mantenimiento de salud", argumenta Pablo Flores, vicepresidente de la Asociación de Vecinos.

Así, la intención del Ayuntamiento de Granada, que gobierna en solitario el PP, de entregar a una empresa privada, mediante una concesión administrativa, la gestión del complejo polideportivo Bola de oro, una infraestructura clave para el barrio homónimo de Granada, de unos 3.500 habitantes, ha movilizado al vecindario y a parte de la ciudad en la defensa del status quo.

Han organizado concentraciones, la última el viernes pasado, y han recogido firmas —online, a través de un change.org y presenciales—, que entregaron en el consistorio a finales de abril, más de 5.500

En el plan de contratación de la concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Granada para el año 2024 está recogido un "contrato de concesión de servicios del complejo deportivo Bola de Oro que conlleva la construcción de un edificio de usos múltiples".

El valor estimado del contrato es de 4,25 millones de euros y el plazo de ejecución previsto es de 15 años. En el documento, al que ha tenido acceso Público, se recoge que el trimestre previsto para el inicio de la licitación es el primero del año. 

El edil de Deportes, Jorge Iglesias, atendió a Público por teléfono y manifestó sobre los plazos lo siguiente: "Estamos todavía en un proceso de génesis, estamos en la etapa de elaboración de pliegos. Vamos con tiempo. Estamos trabajando en muchas cosas a la vez. Procuramos seguir un orden: hay que tener en cuenta que es un proyecto importante y que todavía se va a llevar un tiempo considerable".

Privatización o colaboración público-privada

Iglesias niega a Público que una concesión administrativa suponga una privatización de servicios públicos y habla de "cogestión" y de "colaboración público-privada": "No es una privatización, sino que es una concesión administrativa. Tenemos alguna más, que funcionan muy bien, como el caso del O2". "Con esa colaboración público-privada podremos tener más instalaciones, mejores y seguir atendiendo a todo el mundo de igual manera", agrega.

En la web de la Concejalía de Deportes aparecen en lugares diferentes en la pestaña instalaciones las "deportivas municipales" y las "concesionadas". Por otra parte, más allá del debate semántico, está extendida, en efecto, en la doctrina jurídica la interpretación de que una concesión supone una forma de privatización. Así lo han considerado, en efecto, diferentes profesores y catedráticos de derecho administrativo.

Luego, el edil añade: "Aquí en la concejalía de deportes, tenemos un servicio que controla las concesiones. Tenemos una reunión mensual con ellos, con las concesiones. Con lo cual, evidentemente, si alguna vez se produce algún comportamiento impopular, o fuera de lugar, tenemos [el control]. Es muy importante. El Ayuntamiento desgraciadamente no suele tener medios económicos para establecer o crear nuevos equipamientos. Gracias a que podemos ir de la mano de las empresas, pues vamos a poder ofrecer a los ciudadanos aumentar los servicios que demandan".

El PSOE, único partido de la oposición a la izquierda en el ayuntamiento, está en contra de este plan. "Los vecinos están movilizados pues saben que podría pasar como con otros centros deportivos que se concesionaron y son de servicios poco sociales o están cerrados", afirma a Público el exalcalde socialista Paco Cuenca.

"La alcaldesa Marifrán Carazo privatiza servicios públicos, merma la oferta de actividades físico-deportivas a la ciudad, y pone en riesgo instalaciones. Quieren convertir una instalación deportiva que presta un servicio público en un gimnasio privado al uso de los que ya hay decenas en Granada", lamenta Cuenca, ahora portavoz de la oposición.

Función social

El polideportivo cumple una función social en Bola de Oro, según explica Flores: "El barrio está al borde del Río Genil, prácticamente en un extremo saliendo a la carretera de la sierra, es de casas bajas y hay mucho espacio que se ha municipalizado y convertido en parques".

"A la entrada —prosigue— el polideportivo tiene unas canchas, hay una mesa de ping pong. Y esta parte está abierta todo el tiempo que está en uso el polideportivo. La gente lleva a sus hijos al parque infantil, que también hay uno ahí y esta zona, la entrada, se ha convertido en una pequeña plaza del barrio. Es un lugar al que asisten muchos niños en las horas fuera del colegio".

La asociación de vecinos teme que el edificio de usos múltiples previsto en el documento de contrataciones del ayuntamiento "pueda ir ahí". En la conversación con Público, el edil Iglesias manifestó al respecto que aún están haciendo "planteamientos" y añadió que  había que ver aún "las posibilidades y realidades". No está cerrado aún, por tanto. 

"Estamos intentado preparar un anteproyecto para mandarlo a urbanismo y que nos den su aprobación. Se trataría de hacer un edificio donde podamos albergar deportes que no se practican en esa instalación y que tienen mucha demanda en otras instalaciones municipales", explica Iglesias. 

La lucha

Así cuenta Flores, de la asociación de vecinos, cómo comenzó la lucha por conservar el polideportivo en su forma actual: "Nos enteramos por los empleados, que son trabajadores del ayuntamiento. Unos son funcionarios y otros son monitores de actividades concertadas, únicamente para las actividades que desarrollan".

La lucha tiene componentes ideológicos —es en este caso contra una privatización de la gestión de un espacio—, pero no se comprende sin tener en cuenta la relevancia del componente material, que es decisivo. "Reconocemos que el PP tiene más predisposición a incorporar ciertos elementos de gestión privada, pero queremos marcar el debate a partir de lo que nos afecta fundamentalmente", afirma Flores.

"Hay una diversidad de interpretaciones —agrega— y hemos intentado que el proceso de reivindicación se manifieste a través de cosas materiales. Hemos vivido alternancias de formas de gestionar los propios recursos: el PSOE también ha acometido privatizaciones. En el asunto de la explotación de los polideportivos ha variado", puntualiza también el representante de la Asociación.

Aparcamiento y precios

¿Qué cuestiones cree la asociación que podrían perderse si el Ayuntamiento culmina la concesión? Flores, además del riesgo de que se pierda la "plaza del barrio", enumera también los siguientes asuntos.

Por un lado, el parking. "Hay problemas de aparcamiento serios. Mucha gente viene y deja el coche aquí, porque al centro de Granada se va caminando. Es una de las ventajas de este barrio. Nos tememos que ese parking, una explanada con las plazas marcadas, cuando se convierta en privado el polideportivo, sea el que la empresa ofrezca a sus usuarios y lo perdamos también".

Los vecinos temen además, que se encarezca el precio de las actividades y se modifiquen las costumbres también. Algo que el edil Iglesias, asegura a Público, no va a suceder. "El ayuntamiento va a controlar absolutamente todo. Al ser una colaboración público-privada, no vamos a permitir que se pongan los precios que se quieran, vamos a controlar los precios, vamos a controlar que todo el mundo tenga acceso el deporte que quiere, y eso lo vamos a mimar mucho".

Pero los vecinos temen que no sea así. "La gente asiste en la hora que le toca. Este no es un lugar donde te haces socio y puedes ir en cualquier momento, Los precios son adecuados. Podemos ver las condiciones de los que se han privatizado ya. El uso se hace a las horas fijadas. Así que nos cambian el modelo, y todo se encarece. Y a menos de un kilómetro tenemos uno privado, por lo que no es necesario un polideportivo privado", remacha Flores.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias