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Bono y la madrastra de Blancanieves

El presidente del Congreso presenta la hagiografía de Pedro José Ramírez

G. LÓPEZ ALBA

Porque quiere y porque puede. Así justificó el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, el que oficiara de presentador de la 'biografía autorizada' de Pedro José Ramírez, director de El Mundo (Tinta en las venas, Eduardo Martínez Rico, Plaza y Janés).

No ocultó Bono 'un afecto que ha podido degenerar en amistad' hacia el protagonista de la hagiografía, pero quiso y supo ser fiel a su aserto de que la relación entre políticos y periodistas 'no puede ser estar de espaldas ni de rodillas'.

Ensalzó Bono su 'inteligencia embadurnada de astucia y sentido común', pero destacó también su ambición de ser 'mucho más que un periodista', pues 'no se conforma con informar, quiere influir, ¡qué digo influir!, quiere decidir'. Hubo un tiempo -recordó- en que podía decir 'Jose, ven a casa' y el presidente del Gobierno acudía sin dilación. No dijo, pues es norma de elemental urbanidad no ofender al anfitrión, que quien ha querido pasar a la historia por poner y quitar presidentes no parezca hoy capaz de decidir quién ha de ser el líder de la oposición.

Pero el que posiblemente sea el mejor retrato de Ramírez lo trazó Bono con una versión sui genéris de Blancanieves: 'En cada homilía dominical, pervierte el cuento de Blancanieves. Se presenta unas veces de bruja, otras de madrastra, casi siempre de reina, sin soportar que ninguna Blancanieves le gane en belleza, aunque arriesga poco, pues él mismo se coloca su propio espejo: El Mundo'. En el cuento, como es sabido, un día el espejo revela a la reina, que es la madrastra y que se disfrazará de bruja, que hay otra más bella.

Para lo que no hace falta espejo mágico es para apreciar que Bono parece haber encontrado un traje a su medida como presidente del Congreso, un pedestal en el que para mantener la figura ha de imitarse a Salomón.

La penúltima vez que ofició de presentador, antes de convertirse en la tercera magistratura del Estado, armó un revuelo que le convirtió en protagonista al decir que José Luis Rodríguez Zapatero le había hecho la confidencia de que planea retirarse en 2012. Ayer, mientras salía escopetado hacia el funeral de Estado por el ex presidente Leopoldo Calvo-Sotelo, dio un pase de pecho a la polémica.

-¿Le sugiere algo que Julio Feo escriba que usted podría ser el sucesor de Zapatero?

-No me lo podía imaginar...

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