Público
Público

Ciudadanos propone equiparar a hombres y mujeres en la ley de violencia de género

Rivera aboga en Málaga por un Pacto de Estado, pero pretende acabar con “la asimetría penal por cuestión de sexo” reconocida por el Constitucional y proclama que los asesinatos machistas "no se pueden consentir, porque cuando matan a una mujer, no matan a una mujer del PP, del PSOE o de Podemos; matan a una española y eso es intolerable”

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, durante el mitin electoral que ha celebrado hoy en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga. EFE/Jorge Zapata.

PAULA DÍAZ

Lugar: Palacio de Congresos de Málaga.
Intervinientes: Juan Marín, portavoz de Ciudadanos en el Parlamento andaluz; Irene Rivera, candidata al Congreso por Málaga; Inés Arrimadas, portavoz de Ciudadanos en el Parlament de Catalunya; y Albert Rivera, presidente del partido y candidato a la Moncloa.
Asistentes: 900 personas. Aforo lleno.
Incidencias: Retraso. Mala organización (los periodistas necesitaron sillas adicionales). Una bebé que resultó ser familiar de Rivera no dejó de llorar, precisamente, hasta que su primo subió al escenario.

MÁLAGA.- Un Pacto de Estado por la Violencia de Género. Esa fue la medida que hoy introdujo Albert Rivera en campaña, más allá de repetir su mensaje de “igualdad entre españoles” y “lucha contra la corrupción” habitual. Y eso que su partido propone también una polémica medida para anular “la asimetría penal por cuestión de sexo” reconocida en la ley integral contra la violencia de género y avalada, incluso, por el Tribunal Constitucional.

“En cuanto a la ley actual contra la violencia de género e intrafamiliar, en Ciudadanos pensamos que debe ser modificada para acabar con la asimetría penal por cuestión de sexo y la ineficacia de la propia ley”, reza el programa del partido, a pesar de que el Alto Tribunal avaló que las penas sean mayores en el caso de las agresiones de hombres contra mujeres porque, en dichos casos, existe un agravante por “machismo”.

El líder de Ciudadanos reniega siempre de la política de “eslóganes”, pero lo cierto es que fue él quien aprovechó el día de hoy, en que una víctima ha sido asesinada en la localidad sevillana de Lebrija y en que las organizaciones feministas han arremetido contra el PP por mentir en los datos ofrecidos al respecto en campaña, para tratar también este tema.
“Todos estamos de acuerdo en que tenemos que hablar para poder ganar la partida a los maltratadores. Hagámoslo”, sentenció

“Es necesario un Pacto de Estado para tomarnos en serio de verdad la lucha contra la violencia de género porque lo peor no es que a la víctima de Lebrija la haya asesinado su pareja, sino que su pareja ya tenía antecedentes”, agregó. “Y eso no se puede consentir, porque cuando matan a una mujer, no matan a una mujer del PP, del PSOE o de Podemos; matan a una española y eso es intolerable”, concluyó entre los aplausos del público a pesar de haber olvidado a las víctimas que no son españolas.

También explicó sus posibles soluciones: “Aplicar con firmeza la ley, usar hasta el último dispositivo de alejamiento, compartir información entre comunidades sobre antecedentes penales, educar”. “Y si hay que cambiar las leyes, se cambian. Todos juntos, sin politizar este tema, sin llevarlo a debates de partido, como pretenden algunos”, mitineó. Pero él estaba haciendo lo mismo. “No vale decir que eso es muy difícil, estoy harto. Es muy difícil si ganan PP o PSOE, que no quieren cambiar las cosas. Si ganamos nosotros, no lo será”, cerró el tema.

El público, entregado a su discurso, aplaudió y aplaudió sin parar. No faltaron los gritos de “presidente, presidente” ni los intentos por llegar al escenario a hacerse una foto con su líder. No lo consiguieron. Rivera se marchó pronto. Estaba en su tierra, con su familia –sus cuatro abuelos eran malagueños, se encargó de recordar-, y sus primas le esperaban. A ellas les dedicó su saludo inicial, un acierto, teniendo en cuenta que con su deferencia –casualidad o no- consiguió callar a un bebé que no había dejado de llorar durante todo el inicio del acto.

Antes de eso, Inés Arrimadas –que había conseguido hacerse escuchar entre los ‘pucheros’ de la prima de Rivera- también mandó un saludo a la familia de la última asesinada por violencia machista. Después, resaltó su faceta de andaluza residente en Catalunya para incidir en la idea de que “Ciudadanos es necesario en toda España”. También usó el populismo que tanto critican para esgrimir que “los que roban a los catalanes no son los andaluces, sino los Pujol, los corruptos”, dijo arrancando la ovación de casi el millar de personas que acudieron a verles.

La misma ovación –o mayor- recibió Rivera cuando recordó que este miércoles era el Día mundial contra la corrupción. “Se podía celebrar una cumbre en España”, bromeó. Y aprovechó para arremeter, de forma especial, contra el PP. “Por eso Rajoy no vino al debate, porque saqué una portada que le ligaba al caso Bárcenas. Eso se ha acabado. En la nueva legislatura nadie podrá blindar comisiones de investigación. Hay que reformar la ley electoral, despolitizar la justicia… Y esto no lo puede hacer Rajoy porque podría haberlo hecho son su mayoría absoluta y no lo ha hecho; lo único que ha hecho es subir los impuestos”, sentenció el presidente de Ciudadanos, en su empeño por intentar acallar a quienes aventuran que pactará con la derecha tras el 20 de diciembre.

"Sólo nos queda un coche por adelantar"

“- Yo creo que lo normal será que el PSOE apoye a Ciudadanos antes que dejar que gobierne el PP otra vez. –Sí, pero para eso Ciudadanos tendría que quedar segundo. –Yo creo que si queda tercero, Rivera hará acuerdos puntuales y, entonces, claro, gobernará Rajoy otra vez”. Ese era el debate que mantenían una hora antes tres malagueños entre café y chupito en un bar cercano al Palacio de Congresos donde Ciudadanos celebraba su mitin de esta tarde. Pero, para su desdicha, Rivera no despejó sus dudas.

Es más, volvió a verse como el caballo ganador que ocupará el Palacio de la Moncloa. Quedándose con el resultado de las encuestas que le ofrecen el segundo puesto –y no el tercero, como muchas otras- centró su discurso en intentar dar el ‘sorpasso’ al PP, obviando casi tanto a PSOE como a Podemos, a quienes apenas les atizó por proponer soluciones distintas para Catalunya. El centro de su diana fue, por tanto, el partido del Gobierno. “Necesitamos un Gobierno serio. ¿Y acaso es serio las tarjetas black, los aeropuertos sin aviones, prometer bajar IRPF y subirlo luego, enviar a Bruselas unos Presupuestos con un agujero de 7000 millones de euros y no ir a un debate entre presidentes?”, se preguntó. “España se tiene que rebelar votando naranja”, mitineó.

Y, sintiéndose grande en un escenario en el que el único acompañamiento que tenía era el de una pantalla donde se proyectaron los vídeos de campaña, Rivera arengó a los suyos a continuar con fuerzas en la carrera en la que según, él, van segundos. “Nos queda un coche (por adelantar) para ganarla. Todavía quedan curvas, pero nosotros no queremos ganar. Queremos transformar España. Y España ya está cambiando y estoy seguro de que pide cambio”, concluyó.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias