Este artículo se publicó hace 4 años.
El conflicto de CatalunyaCatorce meses después de Pedralbes... empieza la negociación
Sánchez cree que es un“paso sustantivo”la reunión de los dos gobiernos en Moncloa el próximo miércoles. La oferta del Ejecutivo seguirá centrándose en mayor autogobierno, mientras el president de la Generalitat quiere plantear el derecho a la autodeterminación y la amnistía. El Gobierno quiere concretar un calendario de reuniones y de temas a abordar.
Manuel Sánchez
Madrid-
Catorce meses después de aquel encuentro en Pedralbes entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el president de Genetalitat, Quim Torra, ya hay fecha, lugar y equipos para afrontar la negociación de lo que se ha dado en denominar como el conflicto de Catalunya, y será el próximo 26 de febrero en el Palacio de La Moncloa.
Han tenido que pasar dos elecciones generales, una investidura fallida y sonados desplantes entre ambos presidentes -hasta para fijar la cita- para llegar a este punto de inicio que, según ha dicho Pedro Sánchez, es lo que estaban esperando millones de ciudadanos españoles y catalanes.
Para Sánchez es un “paso sustantivo”, aunque él mismo y el Gobierno es más que consciente de las dificultades que va a conllevar conseguir un acuerdo, así como del riesgo de que acaben rompiéndose las negociaciones y de volver al enfrentamiento y a un callejón sin salida.
Para que esto no ocurra y la mesa de negociación entre gobiernos tenga recorrido, el Gobierno irá con una táctica conservadora y prudente, de fijar objetivos posibles y alcanzables en una primera fase, antes de abordar los asuntos espinosos, es decir, el derecho de autodeterminación y el referéndum por la independencia que reclama la Generalitat.
Según fuentes del Ejecutivo, la oferta de Sánchez sigue pasando por ofrecer mayor autogobierno, en el marco de un nuevo Estatut y en una concepción de España dentro de un modelo federal, que es lo que defienden los socialistas en su programa electoral.
Además, esto irá acompañado de abordar otras cuestiones como las inversiones del Estado y cómo afrontar el sistema de financiación, así como completar algunas transferencias que todavía están pendientes de su desarrollo pleno. También se reforzarán las relaciones bilaterales entre ambos gobiernos.
No obstante, estas pretensiones del Gobierno chocan abiertamente con los objetivos que ya ha planteado por carta el presidente catalán: el derecho de autodeterminación y los indultos a los dirigentes independentistas condenados.
Que no se rompa la mesa
Con estos planteamientos tan alejados existe el temor de que la mesa de diálogo se pueda romper en la primera reunión, pero es algo que quiere evitar a toda costa el Gobierno y, en este punto, cuenta con la complicidad de ERC, que ha asegurado que en ninguna circunstancia piensa levantarse de la negociación y que, además, evitará que Torra dinamite la mesa.
Hay que tener en cuenta que de la continuidad de la mesa depende, en buena medida, el desarrollo de la legislatura, porque los republicanos catalanes han vinculado abiertamente el desarrollo de esta mesa de diálogo a su apoyo a los Presupuestos Generales de Estado que se presentarán este mes de marzo.
Por ello, la clave estará si de la reunión del próximo miércoles sale un calendario de reuniones y una agenda de temas a tratar a corto y medio plazo. Y ese es el primer objetivo que se ha planteado el Gobierno.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.