4.190.789,23 euros. Es lo que se gastó el Congreso de los Diputados en viajes y desplazamientos de los parlamentarios  dentro del territorio nacional en 2024. El Senado desembolsó 3.524.994,27. En total, casi ocho millones de euros. Las cifras globales se publican por trimestres desde 2015 en las dos cámaras, pero ninguna de ellas publica datos más detallados. Ni a qué parlamentarios se han costeado desplazamientos ni cuánto ha costado cada uno de ellos ni a dónde son los viajes ni cuál es el motivo de los mismos ni qué medio se ha utilizado.

Hay que partir de la base de que la Ley de Transparencia no obliga a ello. Sin embargo, el Consejo de Transparencia —un organismo independiente— sí observó en un informe publicado en 2017 precisamente que la información que aparece en el apartado "Viajes" de la web del Congreso "no aparecen identificados quiénes son los que viajan ni el coste de los desplazamientos". Y apostilla que, aunque no se trata de una información de obligada publicación —tampoco, y eso también hay que decirlo, el dato global, que sí se publica—, una vez hecho público el desembolso anual del Congreso en viajes, la información "debería mejorarse" aportando más detalles.

Pero ninguna de las dos cámaras ha atendido a la recomendación de Transparencia. En concreto, los únicos números que se aportan son los siguientes: el total del gasto en desplazamientos, el porcentaje que corresponde a viajes "oficiales", el que corresponde a viajes "parlamentarios" y el que corresponde a viajes "políticos". Nada más. 

Público se ha puesto en contacto con Transparencia y el órgano se ha ratificado en su recomendación, aunque ha recordado que los datos sobre los desplazamientos de los diputados "constituyen una información de transparencia voluntaria", con lo que no hay "amparo legal para exigirla", aunque el organismo insite en que considera "conveniente" su publicación.

Con los datos publicados actualmente es imposible saber qué diputado o senador ha realizado más desplazamientos en territorio nacional, con qué frecuencia o cuánto se gasta.

La norma que regula en el Congreso la información de los viajes que debe ofrecerse es una resolución de la presidencia de la cámara de noviembre de 2014. En el apartado de dicha resolución en el que se fija el criterio de "publicidad y transparencia" se concreta, por una parte, que la Cámara Baja publicará trimtestralmente los datos globales —así se hace desde 2015— y, por otra, que "los Grupos Parlamentarios realizarán un informe de la actividad de los diputados que ha originado la necesidad de dichos desplazamientos". 

No obstante, esa información, que sería útil para poner en conocimiento de la ciudadanía para que se usa exactamente el dinero invertido en viajes por parte de los parlamentarios, no está publicada en la pagina web del Congreso, tal y como han confirmado fuentes de la Cámara Baja a Público. Tanto dichas fuentes como sus homólogas en el Senado explican que no hay más datos disponibles sobre viajes dentro del territorio nacional que la información global ya mencionada.

Sí presentan un poco más de detalle los viajes internacionales. En ese caso, tanto el Congreso como el Senado detallan las fechas, el motivo de los desplazamientos y, en determinados casos, alguna información sobre quién realiza el viaje.

"Sorprendente que esa información no sea obligatoria"

El doctor en Derecho y experto en Transparencia Miguel Ángel Blanes, en conversación con Público, critica que la información concreta sobre los desplazamientos de diputados y senadores sea voluntaria. "Sorprendente que esa información no sea obligatoria", apunta. "No existe ningún motivo jurídico que impida que el Congreso [lo mismo ocurre con el Senado] facilite la información sobre los viajes y desplazamientos de los diputados, de forma individual, para saber quiénes son los representantes de los ciudadanos que viajan, cuándo lo hacen, con quién y por qué razón o justificación", abrocha.

En la resolución de 2014 mencionada, la presidencia del Congreso (por aquel entonces en manos del popular Jesús Posada), se especifica que, en atención a que los diputados gocen de libertad a la hora de llevar a cabo su labor política, "no deben establecerse mecanismos de control o autorización previa" de sus desplazamientos, "pero sí mecanismos de supervisión". Además, se concreta que el diputado en cuestión "debe utilizar de manera responsable los medios que la cámara pone a su disposición". No obstante, es imposible para el ciudadano en estos momentos saber si eso es así, toda vez que no aparecen en las webs de Congreso y Senado más que un dato global de los viajes, en lugar de los gastos desgranados.

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Ni rastro en el Plan de Parlamento Abierto

Una oportunidad para haber introducido una mejora en la transparencia del Congreso hubiera sido el I Plan de Parlamento Abierto que aprobó la Mesa de la cámara en marzo de este año. En él no aparece ninguna especificación en la línea de la recomendación del Consejo de Transparencia. 

"Sería más que conveniente añadir esta exigencia obligatoria en la primera actualización del Plan que se produzca", señalan en declaraciones para este medio fuentes de Political Watch, una entidad que vela por la buena salud de la democracia: "No se entiende por qué otros organismos del Estado lo abordan, y no se hace en el Congreso, cuyos miembros son los representantes directos de la soberanía popular". 

Las mismas fuentes lamentan que las recomendaciones del Consejo de Transparencia "no sean suficientes" para que "las instituciones adopten sus peticiones en materia de transparencia". Political Watch pone como ejemplo de buena prática en ese sentido al Parlamento británico.