Este artículo se publicó hace 2 años.
¿Deporte o negocios?
Pablo Iglesias
Madrid-
Que el futbol es ante todo un espectáculo y un negocio antes que un deporte ya lo sabíamos. Las pasiones, ciertamente, son incluso más mercantilizables que otras necesidades más prosaicas. Pero la dimensión de negocio estratégico -de importancia política crucial- que está adquiriendo el fútbol, es algo que se ve claramente con la polémica que ha generado la nueva Ley del Deporte que podría provocar nada menos que la paralización de LaLiga de fútbol.
Como será la cosa que hasta el hecho de que País Vasco y Catalunya vayan a poder competir internacionalmente con selecciones propias en algunos deportes está pasando desapercibido en un país en el que la plurinacionalidad se ha convertido en el artefacto político más emocional de los últimos años y que ha transformado, además, el sistema de partidos. ¿Apoyará el vasco Santi Abascal a la selección de pelota de Euskadi? En otro momento esto habría sido un tema de debate en los medios, pero hoy parece que no.
Aquí de lo que parece que se habla es de negocios, y parece que la inmensa mayoría de los equipos de fútbol de primera y segunda división ven la mano del todopoderoso Florentino Pérez teledirigiendo al PP y al PSOE para que la Ley del Deporte le favorezca. Hoy en La Base hablamos de la larga mano de Florentino en la nueva Ley del Deporte.
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