Este artículo se publicó hace 11 años.
"El Estado español nos tortura cada día"
Víctimas del franquismo narran a la ONU el desamparo que sufren por parte del Estado español para buscar a sus familiares desaparecidos. La comisión de la delegación internacional ha asegurado a las víctimas que "
Alejandro Torrús
El abuelo de Isabel Fernández desapareció en Pedro Bernardo (Ávila) el 14 de septiembre de 1936. Fueron a buscarlo a su propia casa y tres días más tarde fue fusilado. En su acta de defunción se certifica el lugar y la causa de la muerte: "arma de fuego" y "la finca de la somadilla". Sin embargo, ni la dueña de la finca (una jueza de Coslada), ni el Ayuntamiento, ni la Junta de Castilla y León ni la Justicia española han escuchado las peticiones de Isabel de desenterrar a su abuelo y darle una sepultura digna.
Ayer, martes, el grupo de trabajo sobre desapariciones forzadas de la ONU sí que sentó con Isabel y decenas de familiares de víctimas de la dictadura para escuchar sus testimonios y dilucidar si el Estado español cumple con sus obligaciones internacionales de otorgar verdad, justicia y reparación a las víctimas. La respuesta de la ONU no podía ser más positiva para las víctimas. "Os comprendo. Tengo dos familiares desaparecidos por la dictadura argentina y sé el dolor que estáis pasando", aseveró un miembro de la delegación a las víctimas, quien también afirmó que el problema de las desapariciones forzadas no es un problema del pasado sino del presente y que la recuperación de los cuerpos no debe ser un problema de las familias sino del Estado.
Las víctimas, por su parte, trataron de trasladar al grupo de trabajo que el Estado no ha hecho prácticamente nada para solucionar su situación y recuperar los restos de sus seres queridos y que, muy al contrario, se han convertido en el principal obstáculo. "El Estado español torturó a mi abuelo y lo mataron. Torturaron a mi padre, que murió sin poder enterrar a mi abuelo y, ahora, me están torturando a mí. Cada día que pasa se hace más complicada la lucha por dar un entierro digno a mi abuelo", ha explicado a Público Isabel Fernández, que ha señalado que su única intención es acceder al cuerpo de su abuelo, dignificar su nombre y "que se sepa la verdad".
Junto a Isabel han acudido a la reunión con el grupo de trabajo de desapariciones forzadas de la ONU alrededor de una treintena de víctimas, miembros de la Plataforma por la Comisión de la Verdad y de otros colectivos como la Federación de Foros por la Memoria o Asociación Recuerdo y Dignidad. "Los jueces y los políticos no han sabido afrontar la realidad que tenemos. Mientras no se abran las fosas, no se identifique a las víctimas y no se diga la verdad sobre lo ocurrido no habrá solución para esta democracia", ha explicado Jaime Ruiz, portavoz de la Plataforma.
"El Estado torturó a mi abuelo; a mi padre, que murió sin enterrarlo, y ahora me están torturando a mí"Estaba previsto que durante la reunión, los miembros del grupo de trabajo sobre desapariciones forzadas de la ONU realizaran preguntas a las víctimas y a las asociaciones sobre el cumplimiento o no del Estado español de sus obligaciones en tres ejes: verdad, justicia y reparación para con las víctimas tratando de esclarecer qué papel adoptaba el Estado cuando ellos, como familiares de desaparecidos, solicitaban la exhumación de la fosa donde se encuentra el desaparecido.
Con tal objetivo, la comisión de la ONU había citado a representantes de asociaciones memorialistas como Matías Alonso, del grupo para la recuperación de la memoria histórica de Valencia. Alonso ha explicado al grupo que ha tenido que continuar con su labor de realizar exhumaciones mediante el sistema de crowfunding, es decir, solicitando ayuda por internet para un micromecenazgo.
"Rajoy en el 2008 prometió que cuando él gobernase no habría ningún duro para las fosas de la guerra. Yo creo que es la única promesa que ha cumplido", ha señalado Alonso a Público. Sin embargo, estas preguntas del grupo de trabajo no han podido ser formuladas debido a los largos testimonios de sufrimiento y dolor aportados por las víctimas, según señalan a este medio fuentes presentes en la reunión.
Reunión con Emilio Silva"Rajoy dijo en 2008 que, cuando gobernase, no habría ni un duro para las fosas de la guerra. Es la única promesa que ha cumplido"Horas antes de reunirse con las víctimas, el grupo de trabajo para las desapariciones forzadas de la ONU ha mantenido otra reunión con Emilio Silva, presidente de la ARMH; Luis Ríos, biólogo de la Universidad Autónoma de Madrid, y Rafael Escudero, profesor de Derecho de la Universidad Carlos III, entre otros. Durante la reunión, Silva ha explicado al grupo de trabajo la labor que está llevando a cabo la ARMH para exhumar a decenas de víctimas de la dictadura desde el año 2000. Asimismo, Ríos ha tratado de mostrar las dificultades que atraviesan estas exhumaciones por la falta de recursos económicos para realizar la prueba del ADN.
Entre los temas de conversación tratados, según ha podido saber Público, ha estado la Ley de amnistía, la falta de formación sobre los Derechos Humanos en la Universidad española o la dificultad para investigadores y familiares de acudir a los archivos históricos de la Guardia Civil para conocer la suerte de sus familiares desconocidos.
No obstante, la mayor preocupación del grupo de trabajo de la ONU ha sido esclarecer cómo actúa el Estado cuando las víctimas o las asociaciones de memoria denuncian haber encontrado una víctima de desaparición forzosa y solicitan la exhumación de los restos. Así, también han mostrado interés en conocer las conexiones entre las instituciones y las asociaciones de memoria.
Concentración previa de las víctimasUna hora antes de la celebración de la reunión entre el grupo de trabajo de la ONU y las víctimas de la dictadura, alrededor de un centenar de personas se han concentrado frente a la puerta del Hotel NH Paseo del Prado, donde tenía lugar el encuentro, para protestar por la impunidad del franquismo y exigiendo la búsqueda y exhumación de los miles de muertos que aún siguen en las cunetas de cualquier pueblo. Los concentrados han exhibido pancartas con lemas como "¿Dónde están los desaparecidos?" o "Verdad, justicia y desaparición".
"Mientras no se identifique a las víctimas y no se diga la verdad sobre lo ocurrido, no habrá solución para esta democracia"Varios agentes de la Unidad de Intervención Policial han acudido a la puerta del hotel para no permitir la entrada al mismo de los manifestantes, que pretendían realizar una rueda de prensa dentro de las instalaciones del mismo. De hecho, la negativa de la Policía a dejar pasar a los manifestantes se ha extendido a los periodistas, que tampoco han podido entrar al hotel pese a haber concertado entrevistas con el grupo de trabajo de la ONU. Finalmente, la Policía ha identificado realizando un abuso de su autoridad a uno de los periodistas afectados por la decisión de la Policía y le han advertido de que "pronto recibirá una notificación".
Ian Gibson: "Me parece que la ética de España está por los suelos"
El historiador y estudioso de España Ian Gibson ha acudido a la concentración celebrada en la puerta del hotel donde se celebraba la reunión. Allí, ha contestado a las preguntas de los medios sobre la visita de la ONU y la decisión de la Justicia argentina de solicitar la extradición de cuatro presuntos torturadores del franquismo.
¿Qué opina de la visita del grupo de trabajo de desapariciones forzadas de la ONU?
Me parece fantástico su llegada y también vergonzoso que tengan que venir de la ONU para que se conozca y se sepa la situación que se vive en España. Es una situación completamente injusta con los muertos. Todavía veo símbolos fascistas por todo el país. Acabo de pasar por el pasaje del general Mola y en Oviedo, la sala donde se entregan los premios Príncipe de Asturias está en la calle General Juan Yagüe. Me parece que el país está por los suelos éticamente. Me preocupa mucho como estudioso.
El objetivo de esta comisión de la ONU sería dictaminar si el Estado repara la memoria de las víctimas. ¿Cuál es su opinión?
Tengo una opinión muy clara. El Estado no está haciendo su deber en relación con los muertos de la guerra. Dicen que quedan 130.000 muertos en las cunetas, por lo tanto, es obvio que no están haciendo su trabajo. Mi opinión es que es una vergüenza y si desde fuera puede venir una ayuda para que se reconozcan los derechos de las víctimas me parece perfecto. La visita de la ONU es una situación completamente nueva y crea la esperanza de que por lo menos alguien está dispuesto a escuchar. Creo que la Ley de Memoria es muy floja y no es una ley bien hecha.
¿Qué le parece decisión de la Justicia argentina de pedir la detención de cuatro presuntos torturadores?
Me parece acertada aunque ya sabemos que el Gobierno español hará todo lo posible para no escuchar las peticiones de la Justicia argentina.
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