Este artículo se publicó hace 16 años.
ETA abroncó a ‘Txeroki’ por exponerse a una detención
Le recrimina que acudiese a la frontera a dar un cursillo al ‘comando Nafarroa’
Los jefes de ETA transmitieron recientemente al responsable de los comandos, Garikoitz Aspiazu Rubina, Txeroki, su malestar por la costumbre de éste de desplazarse a localidades cercanas a la frontera franco-española para impartir en persona cursillos de armas y explosivos a los integrantes de los grupos que van a comenzar a atentar.
La dirección de la banda –encabezada por el veterano Juan Cruz Maiztegi Bengoa, Pastor, como adelantó Público el pasado 2 de junio– considera que esta actitud vulnera las normas de seguridad que deben seguir los responsables etarras y que, por tanto, Txeroki se ha expuesto innecesariamente a una detención que acarrearía un duro golpe al aparato militar de la banda.
Así lo han confirmado fuentes de la lucha antiterrorista, que aseguran haber interceptado en los últimos días comunicaciones internas de la banda con referencias a dichas críticas. En concreto, ETA le echa en cara que entre el 15 y el 20 de octubre acudiera a la localidad francesa de Hendaya, fronteriza con España, a impartir un curso sobre armas y explosivos a Aurken Sola y Xabier Rey, integrantes del comando Nafarroa desarticulado una semana después de aquel encuentro. De hecho, estos dos etarras ya eran seguidos por la Policía cuando se celebró dicha reunión, aunque la presencia de Txeroki no fue detectada por los agentes.
No era la primera vez que el jefe etarra se acercaba a la frontera. Gracias a las declaraciones de los dos integrantes del comando Nafarroa se ha sabido ahora que estuvo en Capbreton y participó en el asesinato de dos guardias civiles. Había acudido allí a dar las últimas instrucciones a Saioa Sánchez, posteriormente detenida, antes de que entrase en España. También acudió a la frontera a ordenar al comando Elurra el atentado contra la T-4 y a dar instrucciones a los jefes del comando Vizcaya, Arkaitz Gokioetxea –detenido en julio– y Jurdan Martitegi.
Una reprimenda anterior
Tampoco es la primera vez que la dirección de ETA llama al orden a Txeroki. En el verano de 2004, Garikoitz Aspiazu criticó en una carta al resto de dirección por el escaso número de atentados que se cometían entonces y porque consideraba que la banda se había desviado de la línea marcada tras la tregua de 1998. La reacción no se hizo esperar. Fue sometido a un consejo de guerra en el que se le exigió pedir perdón por el tono de la misiva o, en su defecto, abandonar sus cargos. El joven etarra se retractó.
‘Gurbitz’ y ‘Sorgin’, con él
La Policía también cree conocer ya la identidad de los dos liberados que acompañaron a Txeroki al cursillo de Hendaya que le ha costado la reprimenda de ETA. Los integrantes del comando Nafarroa no supieron dar sus nombres en sus declaraciones, pero gracias a la descripción física que hicieron los expertos antiterrorista están convencidos que se trata de Aitzol Iriondo, Gurbitz, y Eneko Zarrabeitia, Sorgin. El primero es la mano derecha de Txeroki y, de hecho, se le sitúa junto a él en el asesinato de Capbreton. Al segundo, los expertos le atribuyen el papel de responsable de seguridad del joven jefe etarra.
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