Este artículo se publicó hace 4 años.
La extrema derechaEl bloque de la investidura 'castiga' en el Congreso la "tibieza" del PSOE en la batalla contra la ultraderecha
ERC, JxCat, Bildu, la CUP y el BNG anuncian una "abstención de castigo" a una PNL de los socialistas que pedía combatir los discursos de odio. "Los demócratas no podemos quedarnos de brazos cruzados", advierten desde el PSOE; "no hay mayor ejercicio antifascista que el que ustedes desaprovechan cada martes en el BOE", responden desde ERC.
Madrid-
El Congreso ha sido este martes el escenario del debate que la izquierda y los partidos independentistas mantienen sobre cómo hacerle frente a la ultraderecha en el terreno político. El PSOE ha defendido una proposición no de ley en la que se instaba a condenar los discursos y acciones que fomenten el odio y el fanatismo, una PNL que ha provocado una gran bronca con el PP, Vox y Ciudadanos, y que ha dejado al descubierto las diferencias en esta materia entre las restantes fuerzas de la Cámara, en especial las de la izquierda.
"El objetivo de esta iniciativa es responder a la preocupación de muchos españoles por los mensajes, videos y acciones vandálicas cargadas de odio, fanatismo y extremismo que amenazan la convivencia. Esto está directamente relacionado con el auge de la ultraderecha y sus mensajes de odio. En Alemania tienen a sus neonazis, y nosotros tenemos lo que tenemos aquí sentado", ha defendido ante la Cámara el secretario general del Grupo Socialista, Rafael Simancas, en referencia a los diputados de Vox.
En la PNL se menciona concretamente el vídeo de un simpatizante de la extrema derecha que dispara con un arma a fotografías de miembros del Gobierno y del Parlamento del PSOE y de Unidas Podemos, entre los que se encontraba Pedro Sánchez, Pablo Iglesias o Pablo Echenique, entre otros.
"Su discurso es simple, falaz, zafio, pueril, incluso paleto; pero tiene su efecto a la hora de producir odio y socavar nuestra convivencia. Lo vemos día a día, en el vandalismo a nuestros monumentos. Los demócratas no podemos quedarnos de brazos cruzados", ha insistido Simancas.
El diputado socialista ha denunciado que existe una estrategia de "negación" y "deslegitimación" al Gobierno de coalición por parte de la extrema derecha: "No refutan argumentos, tratan de deslegitimar al contrario. Nos niegan la existencia, es lo que se hace con el enemigo. Al adversario se le trata de convencer, al enemigo se le quiere eliminar; esta es la semilla de la extrema derecha que fomenta el odio".
La reacción que ha encontrado el PSOE a su iniciativa entre los partidos de izquierdas y soberanistas de la Cámara Baja ha sido la de un "castigo". ERC, JxCat, Bildu, la CUP y el BNG se han puesto de acuerdo para manifestar que en la votación de la proposición no de ley (que se producirá el jueves) se decantarán por una "abstención de castigo", ya que consideran que los socialistas son "tibios" a la hora de enfrentar a la ultraderecha.
Vox: "El PSOE tiene las manos manchadas de sangre"
Todos estos partidos han afeado al PSOE que no denunciara ni presentara ninguna iniciativa cuando se producían determinados discursos y ataques de la extrema derecha a miembros, simpatizantes o militantes soberanistas e independentistas. "Esta iniciativa es homeopatía contra el fascismo", ha asegurado el portavoz de ERC, Gabriel Rufián.
"Las izquierdas no tenemos la vacuna contra el virus, pero sí contra el fascismo, y no es esta PNL. Es el BOE. No hay mayor ejercicio antifascista que el que ustedes desaprovechan cada martes en el BOE", ha defendido el diputado catalán que ha anunciado que estas formaciones "decimos basta y ejercemos una abstención de castigo. Esta gente se descojona de su hipocresía", ha concluido, en referencia a los diputados de PP, Vox y Ciudadanos.
"Al fascismo se le combate con la práctica, no con declaraciones", ha defendido el portavoz del BNG en el Congreso, Néstor Rego. "En Alemania los servicios de inteligencia han detectado que hay 500 miembros de la extrema derecha infiltrados en la policía. Ustedes no han hecho nada. Para luchar contra el odio hace falta más valentía y menos hipocresía", ha denunciado el diputado de Bildu Jon Iñarritu.
La presidenta ha tenido que parar varias veces el debate para terminar con los gritos de las bancadas de la derecha
La iniciativa de los socialistas ha provocado un debate muy bronco en el que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y el vicepresidente segundo, Gómez de Celis, han tenido que intervenir en numerosas ocasiones para tratar de reducir los gritos que se producían desde las bancadas de PP y Vox.
"Nos repugna el odio y el fanatismo y por estamos aquí y somos la tercera fuerza política, porque muchos estamos hartos del odio y el fanatismo contra nuestra patria, hacia lo privado, hacia nuestros valores cristianos, hacia nuestra fe, hacia nuestras tradiciones", ha dicho la diputada de Vox María de la Cabeza Ruiz Solás.
La parlamentaria de la formación de ultraderecha ha afeado a los socialistas que no incluyeran en su iniciativa denuncias sobre los episodios de odio sufridos que, según ha defendido, han sufrido cargos, militantes y simpatizantes de su partido después de que Pablo Iglesias llamara a constituir un "frente antifascista".
"Son unos hipócritas y unos cínicos. Fomentan el odio y recurren al comodín del fascista. Hacen lo mismo que hacían los nazis con los judíos, una vez convertidos en cucarachas era muy fácil hacerlos desaparecer", ha asegurado Ruiz, que ha acusado al PSOE de tener "un pasado criminal tan terrible como lo tienen otros". "Su partido tiene las manos manchadas de sangre y aún así ustedes fueron perdonados", ha añadido.
Desde el PP, la diputada María Teresa Jiménez-Becerril ha criticado al PSOE por "callar" en "episodios de odio" contra la Casa Real: "No les preocupa tener aquí dentro a Bildu, que no condena los actos terroristas; eso sí que es odio a todos los españoles. Se le debería caer la cara de vergüenza a los socialistas por aplaudir a Bildu delante de nosotros, las víctimas de ETA".
El debate ha concluido con la intervención de la diputada de Unidas Podemos Lucía Muñoz, que ha querido lanzar una pregunta a los partidos que han decidido abstenerse y, también, al PSOE: "¿Dónde acaban los delitos de odio y dónde empieza la radicalización y el terrorismo de extrema derecha? Esta pregunta la tenemos que responder".
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