Este artículo se publicó hace 4 años.
Fallece Juan Romero, el último superviviente español de los campos de concentración nazis
Romero, que vivió en Francia tras acabar la II Guerra Mundial, estuvo encerrado en el campo de Mauthausen.
Madrid-Actualizado a
Tenía 101 años y después de participar en la II Guerra Mundial y la Guerra Civil ya habría tenido más que suficiente. Juan Romero, el último superviviente español de los campos de concentración nazis, ha fallecido este sábado en la población francesa de Ay, según ha avanzado el medio digital elDiario.es.
Romero sobrevivió a la II Guerra Mundial y a la Guerra Civil, donde había combatido en el bando antifascista. Era el último superviviente de los 9.300 españoles que sufrieron los campo nazis. El prisionero 3799.
A sus 101 años, Romero vivía en la localidad de Ay, en Francia, y su hija Jeannine hacía las labores de prensa de este luchador por las libertades. Este cordobés fue retenido en el campo de concentración de Mauthausen, de donde pensó que nunca saldría con vida.
"La biografía de Juan Romero Romero no es excepcional ni diferente a las de los miles de españoles que sufrieron el infierno nazi. Sin embargo, sí permite conocer, a través de ella, el horror que vivieron los deportados y deportadas en los campos de exterminio. Romero, como tantos otros, batalló en la Guerra de España a favor de la II República y en contra del fascismo. En su caso particular, luchó en la sierra de Guadarrama, en Brunete, en Guadalajara y en Teruel, en la conocida como la batalla de El Ebro. Tras la caída de Catalunya, en febrero de 1939, pasó la frontera francesa por Puigcerdà y vivió su primer exilio", escribe el periodista de Público, Alejandro Torrús, sobre su presencia en la Guerra Civil
Participante en la batalla del Ebro, pervive una anécdota en torno a su estancia allí, cuando dejó su nombre grabado para la posteridad en una vieja casa de la comarca de Les Garrigues, que durante la contienda fue reconvertida por el ejército republicano en un pequeño hospital de campaña.
Este hecho a priori sin relevancia permaneció inmutable a lo largo de más de 80 años. En esas paredes se conservan dibujos y entre todas estas se leía, escrito a lápiz el nombre de Juan Romero. Después de muchas pesquisas, se pudo llegar a la conclusión de que este garabato perdido correspondía a la firma de este soldado antifascista.
Fue tardío, pero su reconocimiento finalmente llegó. El pasado agosto, la vicepresidenta Carmen Calvo se desplazó hasta Ay para rendir homenaje a su figura y reparar un olvido que no debería haber existido nunca.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.