Este artículo se publicó hace 4 años.
Gobierno de coaliciónUn "Consejo de Ministras" sin símbolos religiosos: así ha sido la toma de posesión del nuevo Gobierno
Pablo Iglesias y Alberto Garzón prometieron su nuevo cargo sin corbata y con el triángulo rojo invertido en las solapas de sus chaquetas, símbolo antifascista en honor a los comunistas represaliados en los campos de concentración nazis.
Madrid-Actualizado a
El nuevo Gobierno de España ya ha oficializado su puesta en marcha. La de este lunes ha sido una toma de posesión sin grandes sorpresas. No obstante, seguramente una de las más larga de la historia democrática, pues hasta 22 miembros –4 vicepresidentes y 18 ministros– llenaban la sala del Palacio de Zarzuela. La congregación más numerosa en cuarenta años, solo superada por el Ejecutivo de Adolfo Suárez de 1979, que contaba con 26.
Tampoco es el primer Gobierno paritario, pues ya lo fue el primero de José Luis Rodríguez Zapatero, aunque sí ha sido el primero en el que la igualdad de la mujer ha llegado hasta la discreta semántica de la toma de posesión. Varios responsables del nuevo Ejecutivo como Pablo Iglesias o Carolina Darias han empleado el término "Consejo de Ministros y Ministras" en un pequeño guiño al lenguaje inclusivo. Al mismo tiempo, la ministra de Igualdad, Irene Montero, y la de Trabajo, Yolanda Díaz, directamente se refirieron al grupo como "Consejo de Ministras".
Además de esta deferencia, la promesa –no juramento, como ya sucedió en el Gobierno en funciones de Sánchez– en esta ocasión ha tenido una ausencia notable: la de la simbología religiosa. Esto ya sucedió la semana pasada en Zarzuela durante la toma de posesión de Pedro Sánchez como nuevo presidente, quien ya se convirtió en el primero de la democracia en rechazar los mismos en su promesa tras la moción de censura en junio de 2018.
El líder de Unidas Podemos y nuevo vicepresidente ha sido uno de los presentes que, dentro de la rigidez de un acto tan formal como este, ha encontrado lugar para la reivindicación con varios pequeños gestos. Además del lenguaje inclusivo, fue el único junto a su compañero de partido y ministro de Comercio, Alberto Garzón, que no llevaba corbata. En adición, ambos lucieron un pin con el triángulo rojo invertido –símbolo antifascista en apoyo a los comunistas represaliados por los nazis en los campos de concentración– en las solapas de sus americanas.
En un día de gran exposición en el que la memoria puede resultar traicionera, la única en fiarse de la misma fue la nueva ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias. Esta ha prometido su cargo mirando al tendido, recitando sin consultar el papel las palabras pertinentes. El ministro de Ciencia, Pedro Duque, ha pretendido hacer lo mismo, pero ha leído la parte final y se le ha olvidado decir, en la mención a la Constitución, que es "la norma fundamental del Estado".
Tras la promesa por parte de todos los miembros del nuevo Gobierno, el acto ha culminado con un aplauso tras la pertinente foto de familia, siendo la primera vez que algo semejante sucede en Zarzuela. Finalmente, el rey Felipe VI ha dedicado unas palabras al nuevo Ejecutivo: "Enhorabuena y buena suerte".
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