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El Gobierno encarrila el inicio del curso político con avances en el conflicto catalán, el recibo de la luz y la subida del SMI

El Ejecutivo cree que empieza a recuperar terreno tras la cuesta abajo emprendida desde las elecciones en la Comunidad de Madrid. El último CIS ha sido visto con alivio y va en la línea de los datos que maneja La Moncloa y en contra de los que dice que tiene el Partido Popular. Sánchez no tiene dudas de que habrá Presupuestos y la legislatura llegará a 2023.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su salida del Palau de la Generalitat en Barcelona tras su encuentro con el president Pere Aragonés, previo a la reunión en la mesa de diálogo sobre Catalunya. EFE/Enric Fontcuberta
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su salida del Palau de la Generalitat en Barcelona tras su encuentro con el president Pere Aragonés, previo a la reunión en la mesa de diálogo sobre Catalunya. Enric Fontcuberta / EFE

El Gobierno parece que coge oxígeno. Las elecciones de Madrid marcaron un punto de inflexión en una trayectoria estable, alterada por la pandemia y por enfrentamientos internos en el Ejecutivo, sin demasiado coste electoral. Hasta la "ocurrencia" de la moción de censura en Murcia y las derivadas que tuvo, los sondeos dejaban a PP y Vox muy lejos de la mayoría absoluta. Además, el PSOE estaba consolidado como el partido más votado, Unidas Podemos mantenía su suelo y no había riesgo de que en un futuro hubiera una mayoría diferente en el Parlamento a la liderada por Pedro Sánchez.

Pero el resultado de las elecciones madrileñas desató todas las alarmas y empezó un declive de los dos partidos que conforman el Gobierno de coalición en todas las encuestas. Sánchez reaccionó e hizo a primeros de julio un cambio de Gobierno prescindiendo de lo que algunos llamaban sus "tres tenores": la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo; el jefe de Gabinete, Iván Redondo; y el ministro de Transporte y Movilidad y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, salieron del Ejecutivo.

Con el verano por delante, el cambio de Gobierno no perjudicó, pero tampoco supuso el impulso que buscaba Pedro Sánchez con una decisión tan traumática a nivel interno y externo.

Pero ha sido en estos últimos quince días cuando el Gobierno cree haber recuperado el pulso, haber encauzado grandes problemas y estar en fase de recuperación. Y, además, abordando temas muy complejos.

La mayor satisfacción que se respira ahora en La Moncloa es por haber encauzado o pacificado el llamado conflicto de Catalunya. La reunión celebrada esta semana es considerada como un gran avance en muchos aspectos: se consolida el diálogo, el clima con Catalunya es radicalmente diferente y hay tiempo para afrontar la situación.

También el Gobierno cree haber afrontado de cara el problema del incremento del recibo de la luz. Un tema que podría haber partido al Gobierno por la mitad por las diferentes posiciones en cómo afrontarlo entre el PSOE y Unidas Podemos, se ha saldado con una apuesta un tanto arriesgada, de izquierda y contundente. El partido morado se pone las medallas, pero a la parte socialista del Gobierno tampoco le inquieta.

Y la última guinda de la semana ha sido la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), sobre el que, aunque ha roto el consenso social al no estar los empresarios en el acuerdo, se ha alcanzado un pacto con los sindicatos que da paz en las calles y no se cierra la puerta a seguir intentando buscar otros consensos con la CEOE en los temas que quedan pendientes y que pueden ser decisivos en la segunda parte de la legislatura. Yolanda Díaz, además, sigue marcando un nuevo estilo y no ha querido en este caso atribuirse ningún mérito ni buscar enfrentamientos con Nadia Calviño: "Esto es un acuerdo de todo el Gobierno", dijo.

También Pedro Sánchez quiso poner en valor el acuerdo sobre el Salario Mínimo y, a su llegada a Grecia a la cumbre los países del sur de la Unión Europea el pasado viernes, no desaprovechó la oportunidad de celebrar el pacto alcanzado con los sindicatos. Además, garantizó que al final de la legislatura se alcanzará el 60% del salario medio.

A todos esto se une el éxito de la campaña de vacunación, lo que no se cansa de repetir el presidente Pedro Sánchez; o los datos de recuperación económica, incluidos los datos de empleo.

La encuesta del CIS está más cerca de los datos que maneja La Moncloa que los que dice tener el PP

La última encuesta de José Félix Tezanos han supuesto también todo un alivio en La Moncloa, cuando no paraban de llegar filtraciones interesadas sobre que el PP tenía sondeos de que llegaba a los 140 escaños. La encuesta de Tezanos es un punto de inflexión en sus anteriores sondeos y, además, está más cerca de los datos que maneja La Moncloa de los que dice tener el PP, aseguran desde el Gobierno.

Los últimos retos están en conseguir que haya Presupuestos Generales del Estado para 2022 y consolidar la recuperación económica. El Gobierno está convencido de que ambas cosas se van a lograr. Y eso garantiza que todavía quedan más de dos años para las próximas elecciones, que es el objetivo de Pedro Sánchez.

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