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El Gobierno esconde su entusiasmo ante la crisis del PSOE

La vicepresidenta elude responder a quién es ahora el interlocutor del PP en la oposición, pese a que Rajoy apoyó a Sánchez el lunes. Tampoco aclara si volverá o no a presentarse a una investidura contando con la posible abstención de algunos socialistas

La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de ministros. / J.J GUILLÉN (EFE)

PAULA DÍAZ

MADRID.- La crisis del PSOE abre dos escenarios favorables para el PP: la posible abstención de los diputados díscolos a otro intento de investidura de Mariano Rajoy o la repetición de elecciones, con la previsible caída de los socialistas y, quizá, la subida de los conservadores hasta casi rozar la mayoría absoluta. Pero hoy la vicepresidenta del Ejecutivo en funciones se ha esforzado por ocultar su entusiasmo al respecto.

"El Gobierno no debe tomar partido en las crisis de otros partidos", se limitó a responder Soraya Sáenz de Santamaría una y otra vez en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. "No debemos inmiscuirnos", agregó.

Santamaría: "Que gobierne Rajoy es la opción que más respeta el resultado de las urnas, pero no depende sólo de nosotros"

Tampoco aclaró si estaban a la expectativa de que la ruptura en Ferraz afecte también al grupo parlamentario socialista en el Congreso. "No entramos a valorar qué cambios puede haber del otro lado", zanjó, insistiendo, simplemente, en que el Ejecutivo mantiene "la misma posición" de siempre: "Que gobierne Rajoy es la opción que más respeta el resultado de las urnas, pero no depende sólo de nosotros, sino de que se logre el acuerdo con otros partidos. Y nosotros no nos metemos en la situación de otros partidos", insistió.

Del mismo modo, utilizó respuestas ambiguas para responder sobre quién es ahora su interlocutor en el PSOE. Rajoy mostró su "respeto institucional" a Pedro Sánchez el pasado lunes, cuando afirmó que él seguiría siendo la persona a la que llamaría para negociar "mientras siga siendo el secretario general del PSOE". "No voy a zascandilear", concluyó entonces el presidente en funciones de forma rotunda.

Hoy, en cambio, Sáenz de Santamaría dejó ese tema en el aire. Por un lado, aseguró que no tiene por qué haber ningún cambio al respecto. Por otro, negó que esa respuesta signifique que siguen considerando a Pedro Sánchez su línea directa con el PSOE. "El Gobierno respetará al interlocutor que decida el PSOE", matizaron después fuentes de Moncloa, que se mantuvieron en el limbo entre Sánchez y los críticos. "El Gobierno no quiere, ni puede ni debe inmiscuirse en las crisis internas de otros partidos", concluyeron.

No negociarán el referéndum

Con más vehemencia respondió la vicepresidenta a los resultados de la cuestión de confianza de la que el president de la Generalitat salió ayer airoso. En dicho debate en el Parlament, Carles Puigdemont volvió a proponer un referéndum de independencia para 2017, una fecha que, dijo podría ser negociable en caso de que el Estado central esté dispuesto a pactarlo.

El no de Moncloa fue estruendoso. "A la soberanía nacional no se le puede poner ni comas, ni puntos, ni condiciones", espetó Sáenz de Santamaría. "¿Quiénes somos nosotros para decir a los españoles que negociamos con algo que les corresponde a ellos, sobre sus derechos fundamentales a la igualdad?", agregó. "No nos está permitido", dijo para justificar la continuidad de la estrategia inmovilista de Rajoy al respecto.

Del mismo modo se expresó también el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que comparecía junto a Santamaría. Tras presentar la reforma del impuesto de sociedades, amenazó a Catalunya con intervenir sus presupuestos en caso de que el pacto entre Junts pel Sí y la CUP prevean incumplir la senda de déficit. "Cualquier parlamento autonómico tiene autonomía para elaborar sus presupuestos, pero también la obligación de acomodarlos a los planes de ajuste", impuso Cristóbal Montoro. "Nosotros estamos habituados a modificar los presupuestos de las Comunidades; esperemos que no haga falta", siguió con su advertencia.

Más amable se mostró, en cambio, al explicar las negociaciones que el PP ha llevado a cabo para dicha modificación, así como para el resto de medidas económicas "urgentes" que están pactando con grupos parlamentarios y dirigentes autonómicos. En ellas se incluye, dijo, a los partidos nacionalistas (PNV, PDC y ERC): "Estamos en negociaciones con ellos porque son responsables de Gobierno en sus Comunidades y también con los grupos parlamentarios porque esta situación de bloqueo tiene que poner en valor lo que significa ser diputado o senador", mitineó Montoro. No obstante, se negó a aclarar si había habido acuerdo pleno para llevar a cabo la reforma aprobada hoy. "Ha habido buen eco porque todos entienden que es necesario; nos cubrimos porque es mejor para todos", concluyó.

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