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"La izquierda alternativa no debe sólo crecer sino también ganar"

El líder de ICV, invitado al primer congreso de Syriza, aboga por la creación de un frente político unitario en España y Europa para poner coto al austericidio de la troika

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Joan Herrera ha llegado a Atenas con una máxima incrustada en la cabeza: la izquierda real, llamada según él a tomar el testigo de la socialdemocracia para romper así con la alternancia que mantenía con la derecha, 'no debe resistir sino vencer'. Está convencido de que el verbo que tiene que conjugar la izquierda alternativa a partir de ahora es 'ganar', pues ya no basta con 'crecer'.

Lo explica por teléfono desde Grecia, caldo de cultivo de esa nueva forma de hacer política, allí donde Syriza (Coalición de Izquierda Radical) rozó la mayoría en las pasadas elecciones.

El principal partido de la oposición celebra estos días su primer congreso, al que ha sido invitado el líder de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), quien aboga por la creación de un frente político unitario tanto en España como en Europa para poner coto al austericidio de la troika.

El crecimiento de Syriza es preocupante para la derecha, pues una multiplicación del fenómeno significaría enfrentarse a fuerzas potentes. ¿Tiene que dar miedo la izquierda?

Tiene que dar miedo e infundir respeto. La derecha dejó de temer a las clases populares porque la izquierda no ha sido capaz de plantear una alternativa. Cuando Merkel dice que Syriza va contra Europa, tiene razón, por va contra su modelo de Europa: la del sector financiero y la de un Banco Central que sirve para dominar a los países del sur.

¿Cree entonces que, para combatir las políticas neoliberales, el descontento y las protestas sociales deben traducirse en la consecución de escaños?

El escenario de movilización baja en intensidad cuanto más se aleja el marco de alternativa política. Las movilizaciones sirven para cambiar conciencia, pero para cambiar la política necesitamos también la articulación institucional. Si bien la izquierda ha caído muchas veces en el error de pensar que todo se transforma desde el espacio institucional, también sería otro error renunciar a él. Syriza es la expresión de todo eso: la posibilidad de construir una alternativa política.

Syriza nació como un frente de partidos. ¿Hay que resucitar el frentepopulismo?

¿Estamos en un momento excepcional? Yo creo que sí, es el más excepcional de las últimas décadas. ¿Nos estamos jugando la democracia y los derechos básicos? También, porque no estamos en un época de cambio sino en un cambio de época. Por tanto, habría que instaurar un frente popular o un frente amplio que luche, sin que nadie tenga que renunciar a lo que es, contra la política de austeridad y por la radicalidad democrática, incluido el derecho a decidir. Debemos impulsar estrategias para cambiarlo todo.

O sea, que la izquierda española siga los pasos de Syriza.

Es un ejemplo, como el Frente Amplio en Uruguay. En este Congreso, nos estamos encontrando con la disolución de los partidos y la creación de un sujeto político nuevo. La alternativa tiene que pasar por otros espacios, pues en Europa ya ha pasado la alternancia entre conservadores y socialdemócratas. Es el momento de la izquierda transformadora, radical y democrática, que en Catalunya y en España debe articular un polo que dibuje un escenario no sólo para resistir sino también para vencer. No se trata simplemente de crecer sino de ganar.

¿Cuáles son las claves que han conducido al éxito en Grecia? ¿Qué tiene Syriza que no tengan otras fuerzas izquierdistas europeas?

Syriza nació a partir de Synaspismós, un partido homologable a ICV o IU. En España, estamos en un escenario de suma de fuerzas, pero no puede hacerse a espaldas de ICV e IU, aunque con eso tampoco basta. Hacen falta dos componentes fundamentales para construir la alternativa necesaria: la novedad y la unidad.

En cambio, hay casos en los que los frentes alternativos se han creado al margen del principal o histórico partido de izquierdas. ¿Cabe una Syriza española sin Izquierda Unida? Porque, para algunos electores, con IU tal vez no se produciría esa novedad a la que usted alude.

Sin la combinación de novedad y unidad no hay alternativa. Caben ICV y IU, pero hacen falta más elementos, porque con uno solo no basta. Esa alternativa es necesaria porque nos lo están quitando todo. La máxima de 'cuánto peor, mejor' resulta falsa. Es mucho más difícil conseguir una alternativa cuando las clases populares están descapitalizadas, tienen menos derechos, la educación se degrada y los servicios públicos se privatizan.

ICV es un 'proyecto hermano' de Equo, sin embargo se presenta en coalición con IU. En las elecciones europeas de 2014, ¿se ven dentro del Grupo de Los Verdes o del Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea?

Formamos parte del Partido Verde Europeo, pero creemos que en las próximas elecciones debe haber una expresión unitaria antiausteridad. Hoy, las familias políticas se quedan cortas con el reto que tiene Europa y los países del sur, por lo que debería haber una candidatura conjunta contra lo que impone la troika y practica el BCE.

Eso debería sumar a todo el mundo bajo un liderazgo sureño que plantee el fin del robo y el fraude que están cometiendo las instituciones comunitarias. La izquierda alternativa no debe plantearse sólo crecer sino también poder ganar.

¿Qué hay que hacer con la Unión Europea? ¿Debe España salir del euro?

Hay que poner sobre la mesa un ultimátum de renegociación para salvar Europa, porque su proyecto se ha visto alterado a favor exclusivamente del sector financiero.

Las cosas tienen que cambiar radicalmente, porque el sur no va a conseguir salir de ésta si tiene que pagar toda la deuda.

¿Cómo se combate la burocratización que sufre la izquierda cuando alcanza las instituciones?

Hace falta una aritmética parlamentaria, pero también una aritmética de calle distinta. Hay que partir de la base, codo con codo con los movimientos sociales.

¿Cómo le plantea todo esto a los ciudadanos que gritan 'no nos representan'? ¿Hay que estar blindado en el Congreso o a veces el político debe rodearlo también?

Depende del contexto, hay que rodearlo. Pero creo que hemos pasado del 'no nos representan' a un escenario donde entendemos que tiene que haber canales de representación. Sin ellos, quien no quiere cambiar nada consigue que nada cambie o que incluso empeore. De hecho, con el 15-M hubo una movilización extraordinaria y, a la vez, un giro a la derecha extraordinario. Hay que cambiar la manera de hacer política.

¿Es el momento de lo social por encima de lo nacional (o nacionalista)?

Hay múltiples crisis: social, institucional o monárquica, pero también territorial. Los centralistas están aprovechando la crisis para recentralizar como nunca. El autogobierno puede servir también para cambiar las cosas.

¿Ve posible una Syriza en Catalunya tras la experiencia de gobierno con PSC y Esquerra?

espués de 23 años de pujolismo, cualquiera apostaría por esa experiencia. El Govern d'Entesa (porque el tripartito pertenece al lenguaje de la derecha) hizo políticas distintas pero no una comunicación diferente, aunque no vamos a renegar de la única experiencia de progreso. Ahora bien, cuando hablamos de una alternativa, no pensamos en aquel escenario, con un papel mayoritario del PSC. Las pasadas elecciones catalanas dicen muchas cosas, entre ellas que la alternativa ya no pasa por los socialistas.

¿Podría surgir un problema de lucha de egos en una hipotética Syriza estatal?

Al contrario, hay que ser generoso, recuperar la fraternidad y reconocerse en el otro. A partir de ahí, todo el mundo puede dar pasos atrás y reconocer el papel de muchos actores distintos. No va a haber ese problema, aunque hace falta la unidad. Es más trascendente y relevante lo que nos une que lo que nos diferencia. Y nosotros estamos dispuestos a ello.

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