Este artículo se publicó hace 2 años.
JxCat plantea abandonar la mesa de diálogo en octubre y preguntará a las bases si seguir o no en el Govern
Así lo detalla en el borrador de la ponencia política, que deberá aprobarse en la segunda parte del Congreso Nacional. Está prevista para julio después de que este fin de semana se renovara la dirección en Argelers.
Emma Pons Valls
Barcelona-Actualizado a
Junts per Catalunya (JxCat) sigue con la reorganización del partido. Tras la renovación de la dirección a manos del exconseller Jordi Turull y la presidenta del Parlament, Laura Borràs, que tuvo lugar el pasado sábado en la primera jornada del Congreso Nacional, en Argelers (Catalunya Nord), ahora es el turno de la aprobación de la ponencia política. Por el momento, el borrador se ha enviado a la militancia y se votará en la segunda jornada del Congreso, prevista para julio en L’Hospitalet de Llobregat.
El borrador es muy crítico con la mesa de diálogo con el Estado, que considera que "nunca ha sido realmente materializada" porque no ha tenido un contenido real más allá "de una reunión de constitución, una foto sin profundidad alguna [ ...] y una absoluta falta de respeto a las instituciones catalanas por parte del presidente del Gobierno español evitando quedarse en el encuentro". Por todo ello, consideran que su recorrido "llega definitivamente a su fin" y marcan como fecha para formalizarlo el quinto aniversario del 1-O, en poco menos de cuatro meses.
El texto considera que la mesa de diálogo "ha enviado una señal errónea tanto al interior como al exterior del país", contribuyendo a la desmovilización del independentismo y dejando entrever que el conflicto está "en vías de resolución", respectivamente.
Proponen abandonar la mesa de diálogo coincidiendo con el quinto aniversario del 1-O
Por eso, el partido propone recuperar "el camino hacia la independencia" y para hacerlo insta a ERC a constituir el Espacio de Coordinación Estratégica entre los dos partidos de gobierno, previsto en el acuerdo para formar al ejecutivo, así como el resto de partidos y entidades que lo consideren. Se trata de un espacio que consideran "básico para preparar la siguiente fase del proceso de independencia o la coordinación política en Madrid, prácticamente inexistente".
Replantear los acuerdos de gobierno
Más allá de esto, JxCat señala también que "habrá que valorar en qué grado se está cumpliendo el acuerdo de gobierno" y apunta a la auditoría ya anunciada cuando se formalizó la candidatura conjunta de Turull y Borràs para la dirección, a propuesta de la presidenta del Parlament. De entrada, sin embargo, apuntan que en el primer año de mandato "no se ha avanzado", aunque en una comparecencia de hace dos semanas del presidente, Pere Aragonès, y el vicepresidente, Jordi Puigneró (de Junts) dieron por cumplidos los objetivos del primer año de legislatura, salvo los de negociación con el Estado.
Es en este escenario de crítica con su propio Govern en el que el partido planteará a sus bases la posibilidad de continuar o no en el Ejecutivo "o tomar otros tipos de iniciativas adecuadas a la situación", afirma el texto, de 45 páginas.
Otro punto que aborda es la política de pactos. La ponencia establece que deben priorizarse los que sean con "las fuerzas independentistas" y los que no, habrá que "renunciar a ellos o replantearlos". En los últimos meses voces internas han criticado tanto el pacto de gobierno en la Diputació de Barcelona con el PSC -también sometido a una auditoría- como con los Comuns por los presupuestos.
El texto apunta que en el primer año de legislatura "no se ha avanzado" pese al balance positivo realizado hace dos semanas
La estrategia de JxCat pasa por utilizar la "confrontación" con el Estado a través de "la desobediencia civil y la no cooperación de forma democrática" para, por un lado, forzar una negociación que desemboque en la convocatoria de un referéndum acordado y/o alcanzar la independencia de forma unilateral. Para presionar con la desobediencia civil, señala a medios económicos. El partido sostiene que no apoyará una estrategia que apoye a "la estabilidad" del Gobierno, en una referencia implícita a ERC y a su estrategia en Madrid.
Por otra parte, el partido no renuncia al Consell per la República (CxR), el ente presidido por el expresident Carles Puigdemont, considerado "el mejor espacio desde el que construir una estrategia conjunta del independentismo". Uno de los motivos de Puigdemont para dejar la presidencia de JxCat fue precisamente la voluntad de centrarse en el CxR y sortear las críticas de partidismo, aunque la ponencia ratifica la vinculación de ambas organizaciones.
Su marcha, junto con la del exsecretario general Jordi Sànchez, dejó vía libre para el tándem Turull-Borràs, que presentaron una candidatura conjunta, alejando así el riesgo de quebradiza dentro del partido. Ambos líderes encabezan sectores diferenciados dentro del partido y precisamente cómo se lograrán consensos sobre los grandes temas que afronta la formación y el país es una de las principales incógnitas que dejaba la primera parte del Congreso celebrada este fin de semana.
"Déficit histórico" de inversión del Estado
A nivel económico, la ponencia arremete contra el déficit inversor del Estado en Catalunya, que desvinculan de un hecho puntual y enmarcan en una "deuda histórica" y un sistema de financiación "claramente injusto". "Cualquier demanda de la ciudadanía para mejorar su bienestar que no podamos atender por falta de recursos, debe encontrar siempre una respuesta del Govern y de nuestro partido, explicando que el responsable último es el sistema de financiación", establece.
El partido informa que la comisión de la deuda histórica creada en el Parlament debe servir para estimar el déficit acumulado por parte del Estado desde la transición, y apunta que "las estimaciones superarán con mucho la deuda pública catalana" (próxima a los 80.000 millones de euros).
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