Os voy a contar una derivada de todo esto, más allá del Catargate. Porque los lobbies untan a eurodiputados y en general a decisores políticos para que tomen decisiones a favor de sus intereses. Pero los lobbies también untan a medios de comunicación para que pongan en la agenda mediática los temas que les interesan y con los enfoques que les interesan.

Hay varios estudios académicos disponibles en español sobre cómo opera ese lobbismo mediático. Por ejemplo, el que salió publicado en 2018 en la Revista Española de Comunicación en Salud, de Ana Moreno y Raquel Rodríguez, que investiga las relaciones entre los laboratorios farmacéuticos y los medios de comunicación, y que concluye que los grandes laboratorios farmacéuticos (en este caso, Pfizer y Lilly) tienen una gran capacidad de introducir en la agenda informativa sus productos y hacer de ellos un tema relevante de la agenda mediática, incluso desde meses antes de lanzarlos al mercado.

Hay otro estudio también muy interesante que se publicó en 2017 en la Revista Latina de Comunicación Social, de Antonio Castillo Esparcia, Emilia Smolak Lozano y Ana Belén Fernández Souto, llamado "Lobby y comunicación en España, análisis de su presencia en los diarios de referencia". Es una investigación que toma como objeto de estudio los diarios españoles El País, El Mundo, ABC, Expansión y Cinco Días entre 2014 y 2016, y que concluye que existe una presencia constante de los lobbies en la prensa de referencia en España.

Un par de datos que arroja este informe: El País aparecía como el diario que más espacios había dedicado a los lobbies (un 28,29% de los contenidos analizados, tanto de información como de opinión), seguido de El Mundo (27%) y el ABC (21,92%).

El resultado del análisis es básicamente que el principal lobby en la prensa española, con mucha diferencia, es la patronal, en particular las patronales sectoriales del turismo, las eléctricas, las automovilísticas, las hospitalarias, las bancarias y la organización de clase de todas ellas: la CEOE. Podríamos escuchar mil ejemplos de supuestos "expertos" defendiendo en televisión lo malos para la economía que son los derechos laborales, o explicando lo malo que es regular los alquileres, en contra de lo que dicen todos los datos y con argumentario de la patronal de los rentistas, que por cierto preside Joan Clos, del PSOE.