Este artículo se publicó hace 15 años.
López acusa al PNV de "asustar" por miedo a perder "los sillones"
El PSE simboliza su oferta en la cima donde confluyen los territorios de Euskadi
Gonzalo López Alba
En una campaña electoral que se caracteriza más por el contraste de simbologías que de contenidos, los socialistas se fueron ayer de romería al emblemático monte Besai-de. En el vértice de esta cima confluyen los tres territorios de Euskadi y allí pronunció Patxi López su particular sermón de la montaña.
"Volved por estos caminos a vuestros territorios para seguir sumando voluntades", dijo a los candidatos de las tres provincias, que subieron a la cumbre por tres rutas distintas para llegar al "punto de encuentro" con el candidato a lehendakari, que hace precisamente de esa idea su estandarte.
López apela a una "nueva mayoría social" para superar la actual divisiónPatxi López apeló al apoyo de "una nueva mayoría social" que quiere "dejar atrás la Euskadi de la división que nos ha legado Ibarretxe" y rechazó con contundencia el intento del PNV de "asustar a los electores" con profecías sobre los desastres que traería a Euskadi un Gobierno socialista.
El poder, "por derecho divino""Lo único que peligra, y es lo que les pone nerviosos, son sus cómodos sillones a la sombra del poder, en los que llevan instalados toda la vida", afirmó López. Se lo había puesto fácil el portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, al decir la víspera que antes verán los vascos a "un cerdo volando" que a un lehendakari socialista. "Creen que el poder les corresponde por derecho divino y que pueden hacer lo que les dé la gana porque ven Euskadi como un batzoki (sede del PNV)", concluyó.
Totorika apuesta por buscar pactos estables en el horizonte de un añoTampoco olvidó en su sermón al PP, fiel a su estrategia de erigirse en el vértice de la política vasca: "Ibarretxe y el PP quieren seguir haciendo política de trincheras. Nosotros, tender puentes".
Al menos dentro del PSE, esa arquitectura ha funcionado. En Besaide estuvieron Gema Zabaleta y Carlos Totorika, que en 2002, tras la dimisión de Nicolás Redondo Terreros, le disputaron el liderazgo.
El alcalde de Ermua comentó a Público que "no se pueden comparar las circunstancias de la Euskadi de hoy con las de hace siete años". Totorika cree que "tenemos una posibilidad real" de ganar el Gobierno porque "la sociedad entiende la conveniencia de que haya una alternancia" y porque la crisis económica "va a poner en valor las políticas socialistas y a desvalorizar la soberanista".
Para el día después, pronostica "un Gobierno minoritario en el que los socialistas asumamos nuestras responsabilidades". Pero da un paso más en un horizonte a corto plazo: "Como seamos incapaces de materializar un Gobierno con mayorías estables, no de forma inmediata, pero aunque sea un año después, no vamos a estar a la altura de las circunstancias", porque "la sociedad nos está pidiendo que seamos conscientes de que los problemas que nos abruman los tenemos que resolver entre todos".
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