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Luis Bárcenas se hizo pasar por experto en purines para disimular sus mordidas

Hacienda apunta a que los informes que redactó el extesorero del PP para la multinacional del sector Ros Roca eran inútiles y servían para encubrir comisiones

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Los protagonistas del 'caso Gürtel' se comportaron como auténticos pícaros, en su objetivo de forrarse de dinero y disimularlo. El último informe de Hacienda incorporado a la causa ilustra cómo Luis Bárcenas compatibilizaba en el año 2003 su cargo de gerente nacional del PP con la realización de falsos informes sobre la explotación del tratamiento de purines --excrementos y otros residuos orgánicos del ganado--, con el objetivo de obtener comisiones de una multinacional del sector.

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El documento de Hacienda está centrado en las andanzas de otro imputado en Gürtel, el exdiputado del PP Jesús Merino, de quien se concluye que cobró de las empresas de la trama 805.000 euros. Pero relata además los intentos de Bárcenas por explicar la razón por la que en febrero de 2007 ingresó de 43.763 euros precisamente de una empresa de Merino, llamada Serrano 50, teóricamente por realizar una serie de informes para Ros Roca, empresa radicada en Tárrga (Lleida) pero con presencia en los cinco continentes.

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Según la documentación aportada por Bárcenas a la causa, el motivo del cobro de ese dinero fue la realización de cinco estudios para Serrano 50 con destino a Ros Roca, que analizaban aspectos económico-financieros de plantas de tratamiento de residuos.

Hacienda analiza las cartas sobre este asunto que se cruzaron a lo largo de 2003 Jesús Merino (que entonces era diputado nacional del PP) y Luis Bárcenas (gerente del partido, y a un año de convertirse en senador).  La primera de ellas, enviada por el extesorero a Merino, era de marzo de 2003, y le informaba de que unos "buenos amigos", con un grupo de empresas en Lérida, buscaban un despacho de abogados en Madrid para gestiones jurídicas relativas a plantas de tratamiento de residuos, y también precisaban otro asesoramiento económico-financiero del que se iba a ocupar é, o sea, Bárcenas.

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La Agencia Tributaria, en su informe, deja ya por escrito sus sospechas ante la respuesta de Merino a esa carta, donde indica que se ha puesto en contacto con la empresa, Ennercorr XXI (participada al 90 % por Ros Roca), y preguntaba a Bárcenas si podía realizar un estudio comparativo de costes en función de los diferentes sistemas de tratamiento de purines. Hacienda destaca que esas cuestiones, a tenor del contenido de su primer escrito, ya debían ser conocidas por Bárcenas.

El gerente y el parlamentario del PP siguieron enviándose misivas los meses siguientes. Bárcenas, por ejemplo, empezó diciendo en abril de 2003 que cobraría 6.000 euros más IVA por el análisis, pero tres meses después, en julio, la tarifa subió considerablemente: 12.000 euros más IVA por cada estudio, con el añadido de que "los gastos en los que pudiese incurrir te los añadiré aparte".

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Pese a que el 17 de septiembre de 2003 Bárcenas terminó sus estudios y se los envió a Merino, y éste los remitió a Ros Roca dos días después, el extesorero no cobró hasta febrero de 2007, y el exdiputado (que se embolsó 150.800 euros) hasta octubre de 2006, lo que es considerado por Hacienda como "no razonable".

La Agencia Tributaria argumenta que los estudios realizados "supuestamente por Bárcenas, no parecen guardar relación con el contrato", ni incluye, como estaba previsto, ningún estudio ad hoc para determinadas plantas. Además, recuerda que han sido aportados a la causa por Bárcenas y no por Ros Roca.

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En cuanto a los que Merino entregó a la empresa leridana, y que resultaron tan caros (150.000 euros), Hacienda subraya su limitación de contenidos, y sobre "aspectos de sobra conocidos" por una empresa tann relevante en el sector como Ros Roca.

¿La verdad sobre esta extraña especialización en purines del gerente y un diputado nacional del partido político que entonces gobernaba España? Hacienda contesta así: "En definitiva, los pagos realizados por el grupo Ros Roca a las sociedades del entorno del matrimonio Merino-Gutiérrez no parecen responder a los servicios por los que se factura". Añade que, en las fechas a las que se refiere el contrato con Serrano 50, ya había realizado estudios sobre los costes de diferentes tipos de plantas de tratamiento y sus problemas asociados.

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Las conclusiones de los informes de la Policía al respecto, citados en el escrito de Hacienda, son que el grupo Ros Roca,"con la finalidad de obtener subvenciones, créditos FAD o adjudicaciones de concursos públicos, se relaciona con la organización de Francisco Correa", directamente a través del número dos de ést, Pablo Crespo (exsecretario de Organización del PP gallego). En función del éxito de las gestiones de la trama Gürtel, Ros Roca paga su comisión.

Así, Crespo envió a Bárcenas una relación de asuntos pendientes en relación a plantas de tratamiento de purines en Castilla y León (en Langa de Duero --Soria-- y Vidriales --Zamora--), donde debían producirse entrevistas con el consejero de Medio Ambiente y el responsable de la Agencia de Desarrollo Económico. Se habló de una comisión del 10%.

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El dinero se lo distribuían, según la Policía y Hacienda, en seis partes iguales Correa, Merino, Bárcenas, Gerardo Galeote, Jesús Sepúlveda y un no identificado PAC. Los cinco primeros están imputados en Gürtel.

Cuando sucedían estos hechos, Bárcenas vivía su mayor frenesí de ingreso de dinero en efectivo en sus cuentas suizas, donde entre 2000 y 2005 llevó personalmente hasta 3,8 millones de euros desde España.

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