Este artículo se publicó hace 2 años.
El miedo mediático a Canal Red produce monstruos
Manu Levin
Madrid-
Vamos a analizar la pieza de El Mundo contra un proyecto mediático que todavía ni siquiera existe: Canal Red. Hay una frase mítica que creo que viene de la cultura del cine western y que después se aplicó a lo que hicieron los Estados Unidos en Irak: "disparamos primero y preguntamos después". Bueno, pues con esto de El Mundo es un poco lo mismo: todavía no sabemos contra qué estamos disparando porque Canal Red todavía no existe, ¿pero qué más da? Estamos hablando de Iglesias. Así que dispara primero y pregunta después.
Lo primero digno de comentario es la imagen que ilustra esta pieza y que fue portada este fin de semana: Una especie de tríptico de Pablo Iglesias en el que se han seleccionado los instantes gestuales más desagradables posible, en los que el presentador de este podcast salga con más cara de psicópata, a ver si así vamos provocando en el lector, incluso antes de que haya leído una sola palabra de la pieza, un sentimiento de rechazo irracional a la figura de Iglesias.
Titular principal: "Por qué no se calla": un doble sentido entre la mítica frase del rey corrupto Juan Carlos I a Hugo Chávez (¿por qué no te callas?) y lo que pretende ser también, según el autor de la pieza, la respuesta a la pregunta de por qué Iglesias no se calla, que es lo que supuestamente pretende explicar este artículo que pasará a la historia de la infamia periodística (y mira que el listón estaba alto, sobre todo en el diario El Mundo). Pero vamos, por mucho que el autor diga en Twitter que en realidad no quería decir eso, es evidente lo que cualquier ser humano entiende cuando lee ese titular, "Por qué no se calla": que El Mundo está mandando callar a Pablo Iglesias.
Sigamos con la pieza. Subtitular: "Poder, dinero y venganza: así funciona la máquina del fango de Pablo Iglesias. El canal de televisión que acaba de lanzar el ex vicepresidente del Gobierno –que no existe todavía, señores de El Mundo– es el culmen de su proyecto personal para señalar enemigos, controlar su partido, influir en La Moncloa y seguir acaparando todos los focos de atención.
Ya ves, los mismos que se cargaron a Pablo Casado en 48 horas y hace solo unos días estaban amenazando directamente a Feijoo desde su portada. "Principio de transposición", lo llamaba Goebbels. Como lo de ver a estos tipos de uno de los diarios más intoxicadores del país hablando de "máquina del fango" en su portada. Ver para creer.
Y luego está también eso del "proyecto personal". Se ve que algunos no entienden lo que significa ser un militante y crear un medio de comunicación, no para forrarte tú o para defender los intereses de quienes te pagan, sino para intentar mejorar este país. Pero es normal que no lo entiendan, por otra parte.
Es bastante largo, así que no vamos a desgranarlo todo, pero aquí van algunos fragmentos. Primero, un clásico moderno: el autor nos acusa de "organizar campañas contra medios de comunicación y señalar a periodistas". A mí, que desde el diario El Mundo, y en general desde el periodismo y desde el poder mediático, que lleva ocho años reventando a Podemos, a Iglesias y a su familia, con todo tipo de bulos y mentiras, haya gente que tenga la cara dura de presentarse, no como autores de esa campaña de violencia mediática o al menos como parte del poder que la ha perpetrado, sino como víctimas de una campaña en su contra, me parece una de las posturas más miserables e indecentes que he visto en mi vida. Me produce verdadero asco.
Otro fragmento, agárrense porque cuesta procesar el nivel de delirio. Dice: "el mejor escenario para su proyecto personal es un gobierno de Feijóo con Vox, un gobierno fascista al que él puede enfrentarse como agitador social desde sus medios de comunicación. Iglesias sabe que meter a la ultraderecha en La Moncloa es la única manera de reeditar un 15–M que permita reimpulsar su marca". El diario El Mundo, uno de los principales escaparates del fascismo en España, que cada día difunde la agenda ideológica de Vox, acusando a La Base y a Iglesias, atención, de querer que gane la ultraderecha las próximas elecciones. Lo siento pero es que me da náuseas hasta leerlo.
Entre los colaboradores de este artículo están Ramón Espinar y Antonio Maestre. Se comenta solo. Maestre dice varias cosas, pero aquí va una: "Lo que él está construyendo puede ser un medio de comunicación, pero lo que no es, desde luego, es un medio periodístico. Es igual que El Socialista o Mundo Obrero, sólo un órgano más de partido". Claro, no es un medio periodístico. El Mundo sí. El Mundo, donde él colabora en este caso para contribuir a reventar a Iglesias y a un proyecto que aún no ha nacido sí que es un "medio periodístico". O El Plural, que fundó Angélica Rubio, jefa de comunicación de Zapatero. Ese también es un medio periodístico.
Otra de las colaboradoras de la pieza es la también periodista de El Mundo, Lucía Méndez. Califica la trayectoria de Iglesias como un "fracaso". Y lo mismo dice otro de los colaboradores, el director de Informativos de La Sexta, César González Antón (por cierto, que el director de informativos de La Sexta, con un presupuesto millonario y una licencia en abierto, esté tan nervioso que hasta conceda declaraciones a El Mundo contra Canal Red, es señal de que el mero anuncio del proyecto ya tiene a algunos un tanto desquiciados, quizá demasiado teniendo en cuenta todo el poder y el dinero que ellos tienen y del que nosotros, de momento, carecemos). Pero dice este jefe de La Sexta: Iglesias necesita construir un discurso que justifique su fracaso político". "Fracaso político".
Ya veis que crear un partido de la nada y llegar en seis años al Gobierno, por primera vez para la izquierda española en 80 años, es un "fracaso". No como la audiencia de La Sexta Noche, o de El Objetivo de Ana Pastor, que eso sí es todo un éxito, por eso ha sido superada muchos días por un podcast que se graba con móviles y se emite por internet como es La Base. Estáis vosotros para hablar de éxitos y de fracasos, amigos de La Sexta. En fin.
El artículo es muy largo, así que no voy a seguir leyendo más –quien quiera que lo lea porque es muy interesante y está lleno de muchas otras perlas como las habéis leído–. Pero sí acabo comentando tres tuits. El primero es de María Ramírez, directiva de eldiario.es. Dice, citando este artículo que se titula "por qué no se calla" Iglesias: "Excelente artículo de Rodrigo Terrasa en El Mundo con voces variadas, bien explicado y las claves de lo que hay de fondo".
El segundo y el tercer tuit que os leo son de la misma persona, Lucía Méndez de El Mundo, y fueron publicados con 48 horas de diferencia. Primer tuit: "la retórica maleducada, grosera y brutal de Vox no es violencia fascista. Por mucho que se replique el concepto una y otra vez. Los que lo hacen banalizan la violencia y el fascismo. Si todo es violencia, nada es violencia. Si todo es fascismo, nada es fascismo". "No es violencia". OK.
48 horas después: "Esperando a que la Ministra de Igualdad y las feministas de Podemos le pidan por favor al ex secretario general de Podemos que deje de ejercer violencia tuitera y mediática contra las mujeres periodistas. Hoy la víctima es Esther Palomera".
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