Este artículo se publicó hace 11 años.
Dos mossos reconocen que le dieron rodillazos y puñetazos de "distracción" al empresario del Raval
La jueza impone la obligación de comparecer a los ochos mossos al considerar que hay posibilidad de que eludan la acción de la justicia y ante la gravedad de las penas que afrontan.
La juez que investiga la muerte de Juan Andrés Benítez, el empresario del Gayexample que falleció tras ser reducido por los agentes en el Raval, ha impuesto a los ocho mossos d'esquadra imputados la obligación de comparecer cada quince días en el juzgado, al considerar que hay posibilidad de que eludan la acción de la justicia y ante la gravedad de las penas que afrontan.
Según han informado fuentes judiciales, la titular del juzgado de instrucción número 20 de Barcelona ha acordado la noche de este miércoles "in voce" esas medidas cautelares para los ocho mossos d'esquadra, a los que ha estado tomando este miércoles declaración, después de que así lo solicitaran la Fiscalía y las acusaciones particular y popular.
Los ocho mossos han pasado por juzgado de instrucción número 20 de Barcelona para declarar su versión de los hechos, una vez que se ha sabido que la víctima no iba drogada ni había bebido y que su muerte se produjo por fuertes contusiones. Los ocho han llegado a la Ciutat de la Justicia de Barcelona con gafas de sol y en algún caso la cabeza cubierta con una capucha, camuflados entre un grupo de una veintena de agentes, todos vestidos de paisano.
Uno de los agentes ha asegurado que el empresario se dio cabezazos contra el suelo cuando los agentes intentaban reducirlo y ha insistido en que le mordió en un brazo. Además, el primero de los imputados ha justificado que los rodillazos que él mismo le propinó son una técnica de reducción prevista en los protocolos, y ha afirmado que los gritos de la víctima eran "de rabia, no de dolor".
De esta forma, ha defendido que la operación de reducción del empresario fue correcta y acorde a las técnicas de inmovilización que se enseñan a los mossos d'esquadra durante su formación en la Escuela de Policía. El agente, que fue el que redactó el informe sobre la detención de Benítez, ha admitido que él mismo propinó tres rodillazos a la víctima durante la reducción, pero ha precisado que esos golpes eran meras maniobras de distracción, mientras ha negado que el conjunto de policías se extralimitaran en su actuación.
La juez ha interrogado al imputado durante el visionado de uno de los vídeos sobre la reducción de Benítez que un vecino aportó al juzgado y que muestra que los mossos d'esquadra propinaron puñetazos, patadas y golpes a la víctima, según el informe de la Policía Nacional al que la instructora encargó la investigación. El agente que ha declarado ante la juez fue el primero que acudió al lugar del suceso, alertado por una pelea que Benítez había tenido instantes antes con un vecino, al que el empresario recriminaba que le había robado su perro.
Un agente declara que Benítez estaba sangrando cuando le vieron por primera vezDe acuerdo con la versión de este agente imputado, el empresario tenía una actitud "irascible" cuando él llegó y, contrariamente a lo que mantienen varios testigos de los hechos, ha subrayado que la víctima presentaba abundante sangre en el rostro por la pelea con el vecino. El agente requirió la identidad al empresario, que le fue contestando hasta que el policía le preguntó dónde vivía, a lo que Benítez hizo un ademán con la mano y echó a andar en dirección a su domicilio, lo que el agente interpretó como que el fallecido pretendía huir.
En ese momento, ha precisado, la mosso d'esquadra que le acompañaba dio un grito al agente para que retuviera a Juan Andrés Benítez. De acuerdo con el relato del agente, entonces el empresario agarró del pelo con ambas manos a esa misma mosso d'esquadra, lo que motivó que en el atestado policial atribuyera a Juan Andrés Benítez un delito de atentado a la autoridad. En ese sentido, la agente, que ha declarado a continuación, ha explicado que el empresario se estuvo dando cabezazos repetidamente contra el suelo -una versión que sus dos compañeros no han corroborado porque quedaba fuera de su campo visual-, al tiempo que la agarraba a ella por los cabellos y seguía resistiéndose con fiereza a los agentes.
La mosso d'esquadra imputada ha insistido en que Benítez le dio un mordisco en un brazo antes de que comenzaran las maniobras de reducción y ha aportado tres fotografías para demostrarlo, han añadido las mismas fuentes. Así, ha entregado también a la juez la camisa que vestía la noche de los hechos, manchada de sangre que supuestamente pertenece a Benítez, una prueba con la que la defensa pretende demostrar que la víctima estaba ensangrentada inmediatamente después de pelearse con su vecino, a quien la juez levantó la imputación después de declarar.
Mientras, a las puertas de la Ciutat de la Justicia, una veintena de personas se han concentrado tras una pancarta con el lema "Justicia para Juan Andrés" y han coreado consignas contra los Mossos d'Esquadra, entre ellas: "se les va la mano, se les va la olla".
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