Mujer latinoamericana en el sector de los cuidados: los "otros catalanes" del siglo XXI
Radiografía de la situación actual de la migración en Catalunya, donde una de cada cinco personas empadronadas ya es de origen extranjero.

Barcelona--Actualizado a
Mujer, nacida en Latinoamérica y trabajando en el sector de los cuidados: este es uno de los perfiles mayoritarios de la migración actual en Catalunya. En el año Paco Candel, conocido por su obra Los otros catalanes, la población de origen extranjero ya supone una de cada cinco personas empadronadas en la comunidad. El país de origen número uno es Marruecos, pero el número total de personas lo supera la suma de aquellas que provienen de Colombia, Argentina, Ecuador, Perú o Venezuela; todos ellos países desde los que han llegado más mujeres que hombres.
Después del boom de inicios de los 2000 y el freno en las llegadas que supuso la crisis económica, el número de personas de origen extranjero ha ido subiendo hasta la actualidad. Una de cada tres tiene la nacionalidad española, mientras que una de cada cuatro está en situación irregular. Son dos caras opuestas de la misma realidad; un perfil que puede parecer alejado de aquel que esbozaba el periodista y escritor en su libro más reconocido, pero que comparte también muchas características.
Una de cada tres personas nacidas en el extranjero tiene la nacionalidad española
Y es que hay una conexión con las problemáticas y situaciones que se encuentran, como dilucida el informe de CCOO Los otros catalanes y catalanas del siglo XXI. En el centenario del nacimiento del periodista y escritor, analizamos quiénes son las nuevas otras catalanas, a qué se dedican, qué les preocupa y qué retos tienen por delante, todo ello en pleno auge de los discursos de extrema derecha.
La feminización de la migración
En los últimos años ha habido un cambio de tendencia respecto a finales del siglo XX y han ganado fuerza las llegadas desde la América Latina, una corriente marcada por la feminización de la migración. Esto ha hecho que aumenten el número de mujeres y también el incremento de la edad media de las personas que llegan.
"A partir de la crisis del 2008 hay un cambio y empiezan a llegar más mujeres, el incremento de llegadas de América Latina se consolida", explica Mariña Couceiro, socióloga y coordinadora del estudio de la Fundació Cipriano García, de CCOO. En conjunto, han subido también las llegadas de Asia y han disminuido las de África –muy importantes a principios de siglo– y otros países de la Unión Europea.
La demanda de mano de obra no cualificada se ha desplazado de la construcción hacia los cuidados
Estos cambios no se pueden desvincular de la modificación de tendencias en el mercado laboral, que a raíz de la crisis necesitó menos mano de obra en el sector de la construcción, muy masculinizado, y empezó a reclamar trabajadoras del hogar y del sector de los cuidados. "Las mujeres de origen migrante están cubriendo carencias no sólo del mercado laboral español, que no se cubren con mano de obra autóctona, sino también del sistema de bienestar, que no está resolviendo estas necesidades", explica Couceiro.
Sara Cuentas, miembro de la Red de Migración, Género y Desarrollo, apunta que la realidad de la feminización de la migración es "muy diversa", pero responde sobre todo a la precarización de la vida, a los altos índices de violencia machista y a la "inoperancia" de los gobiernos en los países de origen. "Las mujeres migran para poder vivir dignamente, pero al llegar no mejoran las condiciones de vida, incluso empeoran, y las condiciones de trabajo que se encuentran están muy precarizadas".
El aumento del nivel educativo no rompe la segregación
El informe de CCOO destaca un aumento "extraordinario" del nivel educativo y de la especialización profesional de las personas migradas en los últimos años, prácticamente equivalente, en el primer caso, al de la población nacida aquí. Pero esto no ha provocado cambios en el mercado laboral.
"Desgraciadamente lo que vemos es que se siguen reproduciendo las problemáticas de principios de siglo, con una mano de obra que está ocupando los sectores más precarizados y con los salarios más bajos", apunta Couceiro. Más paro, más parcialidad y más temporalidad son tres de los elementos que caracterizan esta segregación del mercado laboral. "Tenemos una segregación laboral del mercado de trabajo según el origen, igual que hace dos décadas", insiste la socióloga.
Cuentas lo ha vivido en primera persona. Llegó de Perú a principios de los 2000 y se dedicó durante años al sector de los cuidados, hasta poder trabajar de aquello en lo que se había formado, el periodismo, su ocupación actual. La comunicadora explica cómo la mayoría de mujeres que han migrado a Catalunya están "en iguales condiciones" que hace 25 años y que son pocas las que han conseguido dedicarse a trabajos más cualificados, por ejemplo, al tercer sector.
La homologación de títulos es uno de los principales obstáculos que han tenido que superar para poder abandonar sectores como la hostelería o el trabajo del hogar. "Muchas hemos tenido que esperar diez o 15 años para salir de la industria de los cuidados; todas hemos pasado [por aquí]. Supone una mejora en términos personales, pero repercute en ámbitos como el acceso a la vivienda. Hay mujeres con trabajos cualificados que tienen que compartir habitación", afirma.
Otra característica es que las personas nacidas en el extranjero se incorporan antes al mercado laboral y lo abandonan más tarde. En este sentido, Cuentas señala que hay muchas trabajadoras del sector de los cuidados que están en edad de dejar de trabajar, pero no tendrían acceso a la jubilación, y esto las sitúa en una situación "de indefensión total".
Uno de cada cuatro trabajadores, en situación irregular
Uno de los factores que más pesa en esta situación es la irregularidad de las personas que están integradas en el mercado laboral. Son aproximadamente una de cada cuatro, según CCOO. "Cuando crece la población extranjera, hay un aumento de la irregularidad dentro del mercado de trabajo, y esto se debe a una ineficiencia del marco legal español", apunta Couceiro.
Modificar la ley de extranjería mejoraría esto, porque permitiría facilitar los procesos y agilizar la regularización. Todo ello para garantizar la participación de estas personas en la sociedad y unas condiciones de trabajo "dignas".
Cuentas reconoce que el principal reto es que todo el mundo tenga papeles y pueda ver reconocida su ciudadanía. "Si no los tienes, eres una persona que no tiene derecho a tener derechos", insiste. El otro gran reto que identifica es el acceso a la vivienda y el derecho a la salud, tanto física como mental. "Compartir piso, o tener que ir cambiando, tiene consecuencias para la salud. A veces hay trabajos que no te dan ni para compartir una habitación", denuncia.
Para la activista, todo pasa por "la posibilidad de trabajar" y por mejorar la situación económica. "El mercado de trabajo no se está movilizando en este sentido, sino para beneficio de las empresas", apunta.
Las contradicciones de la inclusión
El auge de los discursos de extrema derecha y el incremento de los votos a estas formaciones es otra de sus preocupaciones. Precisamente, Couceiro explica que uno de los objetivos del informe de CCOO era "desmentir informaciones engañosas" sobre la población migrante. "Sin caer en el discurso utilitarista, porque migrar tiene que ser un derecho universal, pero destacando las aportaciones sociales y económicas para poner freno a estos discursos", describe.
Sostener el sistema de cuidados, las contribuciones fiscales y el nivel de cotizaciones son algunas de las aportaciones de las personas migrantes que destacan las dos entrevistadas, además del crecimiento demográfico. "Si no fuera por la gente de fuera, Catalunya estaría perdiendo población, y esto tiene muchas consecuencias a nivel económico y social", dice Couceiro.
Una de cada tres cotizaciones del mercado laboral proviene de personas de origen extranjero. Esto repercute en el sostenimiento de un sistema de pensiones que cada vez tendrá más peso por el envejecimiento de la población.
Cuentas reconoce "mucha preocupación" por el auge del voto a formaciones de extrema derecha como Vox, también entre personas de clase trabajadora. "Hay una batalla cultural y nos preocupa que los gobiernos no hagan ningún tipo de movilización hacia esta ideología del odio". La activista señala el aumento de ataques racistas y su impunidad.
Más allá de la situación administrativa, para Cuentas un reto pendiente sería superar lo que califica como "el estigma de la migración". "Las que llevamos casi 20 años aquí seguimos siendo mujeres migradas; reclamamos el sentido de pertenencia". La activista lo atribuye a la sociedad, pero también al Estado –recientemente su colectivo ha presentado un protocolo contra la violencia institucional– y a la situación laboral. "El mercado laboral también nos hace sentir [gente] de fuera, es muy difícil llegar a lugares donde se naturalice nuestra presencia", concluye.


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