Hoy la victoria de Lula en Brasil está en casi todas las portadas y escaletas de los principales medios de comunicación. Yo os voy a poner brevemente algunos ejemplos representativos de las cuatro distintas posiciones mediáticas fundamentales que podemos encontrar en los medios españoles sobre los resultados electorales en Brasil y en general sobre la figura de Lula y de Bolsonaro: La posición de los diarios digitales de izquierda, la de la derecha mediática, la de la televisión pública y la de la progresía del "es muy burdo pero vamos con ello" -que es para echarle de comer aparte-. 

Los digitales de izquierda podemos decir que saludan la victoria de Lula en Brasil. Fijaos: Público. Algunos titulares: "Lula da Silva gana las elecciones en un Brasil dividido". "El presidente de la Cámara Baja, aliado de Bolsonaro, reconoce la victoria de Lula". "Sánchez, Petro o Cristina Fernández felicitan a Lula por su victoria". "Lula promete restablecer la paz en Brasil tras ganar las elecciones". "Las celebraciones en Brasil por el triunfo de Lula". Y un análisis en profundidad: "Lula da Silva, el líder renacido al rescate de Brasil. Lula se ha impuesto este domingo al ultraderechista Bolsonaro y regresa a la presidencia. Con su carisma intacto, el candidato del Partido de los Trabajadores es el único político capaz de acabar con la degradación política, social y medioambiental de Brasil bajo la etapa del ultraderechista". 

Y un ejemplo más de otro digital: El Salto: "Lula gana a Bolsonaro en un escenario de difícil gobernabilidad. Brasil ha conseguido arrinconar al fascismo en la presidencia por los pelos". 

En la derecha mediática el ejemplo más claro es La Razón: "Lula gana por la mínima y regresa al poder tras 12 años. Tras un recuento de infarto, el candidato izquierdista Lula da Silva se proclamó vencedor de las elecciones presidenciales tras derrotar al actual mandatario Jair Bolsonaro". Ya veis que Lula es "izquierdista" y Bolsonaro es "el actual mandatario", no sabemos de qué tendencia política. 

De centroderecha. O centro centrado. Puede ser, puede ser. Sigue La Razón en su portada: "El ex líder sindicalista obtuvo el 50,84% de los votos con el 99% escrutado frente al 49,16% de su rival. El líder del Partido de los Trabajadores volverá al poder 12 años después de haber dejado la jefatura del Estado y tras pasar por la cárcel acusado de corrupción". 

No dicen que la condena de corrupción se le anuló. Se les habrá pasado. Es mucho mejor poner las palabras "Lula", "cárcel" y "corrupción" en la misma frase, y si quieres saber más pues ya si eso lo buscas en Wikipedia. Sigue La Razón: "La ajustada victoria de Lula, que ya gobernó el país más grande de Suramérica entre 2003 y 2011, amenaza con dividir aún más a la polarizada sociedad brasileña". "Victoria de Lula – amenaza – dividir". Pocas sutilezas se traen los tipos estos de La Razón. Concluye el periódico del "pistolero" Casals en su portada: "El primer reto del ganador será cerrar las heridas tras una campaña electoral agresiva plagada de violencia política e insultos entre los dos candidatos". 

Entre Messi y yo ganamos 41 millones de euros al año, entre Hitler y los judíos crisparon mucho la sociedad alemana, entre el Ku Klux Klan y Malcom X llenaron Estados Unidos de racismo y entre Lula y Bolsonaro han llenado esta campaña de insultos, fake news y violencia política.

Así funciona este marco mental tan de moda de la "polarización". En fin. Veamos ahora algunas cosas que se pudieron escuchar anoche en la cobertura especial sobre las elecciones brasileñas que organizó el canal 24 horas de Televisión Española. Os adelanto que todo esto que os he dejado de la portada de La Razón representa una línea progresista en comparación con lo que se dice en la televisión pública con Pedro Sánchez en Moncloa.

Por cierto, un paréntesis: buen día hoy para recordar, después de la nueva humillación del PP al PSOE en la negociación del CGPJ, que el PSOE regaló Radio Televisión Española al PP hace ya casi dos años a cambio de renovar después el Consejo General del Poder Judicial. Y el PP se rio en su cara entonces y no lo renovó una vez obtenido el control de la tele pública, y este fin de semana se ha vuelto a reír en su cara otra vez y a seguir bloqueando la renovación de este órgano, y encima después de hacer pasar por debajo del futbolín a quienes pensaron que era buena idea aceptar el veto a Victoria Rosell. Pero sigan con la cobardía y pidiendo "pactos de Estado" a esta derecha antidemocrática, que siempre sale genial.