Pablo Casado ha protagonizado un discurso en clave migratoria en los mismos términos en los que lo hace la ultraderecha. El líder del Partido Popular se ha desplazado hasta la ciudad autónoma de Melilla y, desde allí, ha criticado la "presión" que ejercen "los menas", en referencia a los menores migrantes no acompañados, a los que Vox sitúa en la diana en la mayor parte de sus discursos. "Miles de menores no acompañados son utilizados por sus familias para un reagrupamiento familiar", ha asegurado.

En ese sentido, ha apuntado que su formación política plantea "cuál es la edad de minoría de edad para ser considerado mena". "No es lo mismo un joven de 17 años que tiene una autonomía personal y económica en su casa en Marruecos desde hace 4 años, que un menor de 12 o 13 que tiene una vulnerabilidad socioeconómica que el Estado español tiene que reforzar", ha sido su reflexión. 

Casado ha culpado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, del "incremento de la inmigración en España por culpa del efecto llamada" que, a su modo de ver, se ha incentivado con "las apelaciones del papeles para todos" y la acogida de barcos como el Aquarius. También ha señalado que "la política migratoria" del Ejecutivo ha sido un "desastre" y que por ese motivo Sánchez ha destituido a la exministra de Exteriores, Arancha González Laya. 

El líder conservador ha censurado que el presidente del Gobierno no haya calificado a Cuba como una "dictadura". "¿Por qué Sanchez se niega a definir a Cuba como una dictadura? Probablemente porque depende del apoyo de Podemos para seguir en La Moncloa. Y Podemos no acepta que los regímenes dictatoriales que les han financiado como partido, Cuba, Venezuela y Nicaragua, sea definidos como tal por el Gobierno que ocupa, el más radical de toda Europa", ha sido su aseveración. 

Unas acusaciones que no están comprobadas ni respaldadas por ningún tribunal. Hace cinco años que la Audiencia Nacional archivó la denuncia interpuesta por presunta financiación ilegal de Podemos con fondos de Venezuela e Irán recogida en el supuesto informe policial PISA (Pablo Iglesias sociedad anónima), al que no se dio crédito por carecer de membrete oficial.